Más de un 33% de los alumnos de grado y postgrado de la Universidad Internacional de La Rioja se examinaron en 23 ciudades de seis países en la última convocatoria celebrada en julio
“Es la convocatoria más exitosa de la historia de UNIR. Más de un 33% de nuestros estudiantes se han examinado en todo el mundo”. Con estas palabras, Óscar Sánchez Meder, subdirector de operaciones de la Universidad Internacional de La Rioja, pone de relieve la magnitud de la última convocatoria celebrada por la universidad, en la que se examinaron 11.000 estudiantes y gestionaron 45.000 exámenes.
Tres días (de viernes a domingo) de pruebas en los que los estudiantes inscritos pudieron demostrar los conocimientos adquiridos en el último cuatrimestre de sus estudios de Grado o Postgrado. UNIR gestionó 45.000 exámenes en 23 ciudades de seis países, 12 de ellas españolas. “Del total de exámenes, un 55% se han celebrado en España”, indica Sánchez Meder.
El 45% restante (unos 20.000 exámenes) se ha desarrollado en Bogotá, Barranquilla, Bucaramanga, Medellín, Cali, Quito, Guayaquil y Ciudad de México. Además de Asunción, Manta y Lima, sedes habilitadas para la ocasión.
UNIR gestionó 45.000 exámenes en 23 ciudades de seis países, 12 de ellas españolas
“Nuestro objetivo es enriquecer la experiencia de nuestros estudiantes”, declara Óscar Sánchez, en tanto que subraya los meses de trabajo previo que se requieren para ofrecer la máxima personalización a los alumnos. Muestra de ello son los 33 centros en los que se han celebrado los exámenes y que han sido tramitados gracias al trabajo del equipo de logística de la universidad en España, capitaneado por Joaquin Hernáez, y en internacional, por Richard Reyes.
En paralelo a la organización de los exámenes, este tipo de eventos requiere también de una importante labor de gestión de alojamientos y medios de transporte para todo el equipo desplazado. En esta convocatoria han participado 270 personas, entre personal local y de los diferentes departamentos de la universidad (tutores; profesores; secretaría académica; rectorado; servicios generales; finanzas; defensor universitario; logística; contenidos; calidad; gestión de prácticas; prevención de riesgos laborales; títulos y certificados; gestión de cobros internacional, etc.), que han velado por el buen desarrollo de las pruebas y han “potenciado el contacto con el estudiante e incrementado la cohesión de los equipos”, matiza el subdirector de operaciones de UNIR.
Seguimos trabajando para lograr enriquecer aún más la experiencia del alumno, asegura Óscar Sánchez
Adicionalmente, “esta convocatoria pone de manifiesto el sello de UNIR en lo referente al impulso de la mejora continua y búsqueda de la excelencia en la calidad del servicio prestado a nuestros estudiantes. Y esto hace que sigamos trabajando en la búsqueda de la misma” concluye Óscar Sánchez.
Hoy en Logroño y mañana en Bilbao
El departamento de Logística de la Universidad trabaja por minimizar las incidencias que puedan surgir, así como por intentar dar soluciones para que la experiencia del alumno sea lo más satisfactoria posible. Un ejemplo de ello es que los estudiantes pueden elegir diferentes sedes para examinarse en función de sus necesidades o preferencias. “Hay una alumna que se examinó el viernes en Logroño y el sábado lo hizo en Bilbao”, asegura Joaquín Hernáez.
En Bilbao estudiantes de @UNIRuniversidad demostrando todo lo que saben. Fin de semana de exámenes ¡Ánimo y suerte! pic.twitter.com/Yn1vUodaDW
— Paola Perochena (@Paola_Perochena) June 1, 2018
“Ha sido toda una experiencia”
Dory Merino, profesora del Grado de Comunicación, es una de las 270 personas que han trabajado en los exámenes del 13-15 de julio, concretamente en una de las sedes de Ecuador. “Ha sido toda una experiencia”, indica Merino al tiempo que recalca los lazos que se establecen con los estudiantes.
La docente de UNIR revela que la historia que más le ha impactado fue la de una alumna del Máster Universitario en Inteligencia Artificial, y residente en la ciudad ecuatoriana de Loja, que viajó hasta Guayaquil para examinarse. “Vino acompañada de su madre y me contó que gracias a UNIR ha podido hacer realidad su sueño”, concluye Merino.