José María Fillol Cuadrado
Carlos García Junco, docente del Máster en Educación Especial de UNIR, explicó en un seminario la importancia del juego para crear experiencias de aprendizaje inmersivas y abogó por su incorporación en la metodología educativa.
“La gamificación educativa puede ser una herramienta efectiva para fomentar la inclusión y el trabajo en equipo entre los estudiantes”, ha afirmado Carlos García Junco, experto en pedagogía terapéutica y docente del Máster en Educación Especial de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR); quien ha impartido el seminario ‘Jugar e Incluir: Cómo utilizar la gamificación educativa como herramienta para la inclusión y la interculturalidad’.
Este seminario organizado por UNIR y emitido por streaming, se ha dirigido especialmente a miembros de la comunidad educativa para orientarles en crear experiencias de aprendizaje inmersivas y emocionantes que involucren a todo tipo de alumno.
El ponente resaltó la importancia de la celebración de este modelo de eventos donde la educación debe estar en primer plano y dar un paso al frente en una sociedad cambiante, con el objetivo de ofrecer un aprendizaje de calidad global. “Para ello, debemos de partir que no existe un niño o niña ‘normotípico’; sino que todas las personas somos diferentes con capacidades diversas”, comenta García Junco.
Carlos García Junco en un momento de su ponencia realizada por streaming.
En la sesión profundizó en la importancia de fomentar la colaboración gracias a la gamificación educativa y de “dar un pasito más cerca de la inclusión a través del juego, que es compartir, es convivencia y genera sentimiento de pertenencia”, asevera.
Una única escuela
El docente de UNIR puso énfasis en la necesidad de generar empatía a través del juego para que conduzca a la equidad, y así garantizar que todos los alumnos en el aula tengan igualdad de oportunidades y acceso a los recursos, “porque todos son capaces”. De ahí que abogue por “una única escuela adaptada a las necesidades y capacidades de cada alumno. Porque si hablamos hoy día de inserción laboral, la escuela debe ser el primer ejemplo. Para ello tenemos que cambiar antiguas metodologías, no es solo compartir espacio-tiempo, sino que el alumno esté activo, y llevar el juego a las aulas lo posibilita por diferentes vías, hasta lograr el objetivo común del aprendizaje”, proclama.
Necesitamos generar aprendizajes efectivos. Tomemos el concepto de la salud como referencia, la práctica basada en la evidencia. Carlos García Junco, docente del Máster en Educación Especial de UNIR.
García Junco destacó también qué tipos de juegos pueden ser útiles para lograr tal objetivo y su exposición giró en torno al de la célebre película ‘Jumanji’, donde un grupo de jóvenes tienen un aprendizaje acelerado a medida que superan pruebas de un juego de mesa y lo disfrutan. “Necesitamos generar aprendizajes efectivos. Tomemos el concepto de la salud como referencia, la práctica basada en la evidencia. Y la neurociencia dice que el juego es un gran aliado”, subrayó.
El profesor de UNIR incidió en la búsqueda continua de alternativas de juego y nuevas formas de organizarse en el patio de recreo para evitar situaciones de acoso escolar. Citó algunas cifras: “El 10% de alumnos españoles lo sufre en Educación Primaria y uno de cada cuatro observa acoso en su grupo-clase. El juego en patios y parques dinámicos busca reducir esta situación, porque no entiende de género, raza o cultura, no excluye, sino todo lo contrario. Busca pasarlo bien y aprender”, remarcó.
Inclusión “especial”
García Junco abordó otros aspectos de la relación de los profesores con los alumnos para conseguir de ellos el rendimiento académico deseado. En opinión del docente, el primer paso que hay que dar es la aceptación de las diferencias y no caer en el error de querer cambiar al alumnado en algo con lo que no se sienten identificados.
Carlos García Junco, experto en pedagogía terapéutica y docente del Máster en Educación Especial de UNIR.
“Debemos adaptar el entorno de los centros educativos, actualizar la formación de los planes de estudios de los futuros docentes en las universidades y fomentar la formación continuada de éstos que se encuentran en activo en las escuelas, con el objetivo de eliminar barreras que en la actualidad imposibilitan una inclusión real en las aulas”, afirma.
García Junco, además de psicólogo y maestro de educación primaria, es entrenador del Real Oviedo Genuine, formado íntegramente por personas con más de un 33% de discapacidad intelectual, y quiso hacer un guiño al “mejor equipo de fútbol del mundo” y mostrar su satisfacción de aglutinar en su trabajo ocio, amistad y formación. “Soy afortunado por estar al frente de un equipo de personas totalmente capaces y de las cuales aprendo a diario cuáles son los valores de la vida y del deporte en equipo”, concluyó.
El seminario ‘Jugar e Incluir: Cómo utilizar la gamificación educativa como herramienta para la inclusión y la interculturalidad’ se enmarca en el I Congreso Internacional de Educación Inclusiva, organizado por Grupo Santillana los pasados 26 y 27 de abril, y en la que UNIR participó junto con organizaciones como OEI y UNICEF.
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