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El trabajador social sanitario se ocupa de apoyar, guiar y acompañar al paciente y su familia en el proceso de enfermedad y en su posterior adaptación e integración al entorno.
El trabajador social puede desempeñar sus funciones en diferentes ámbitos, entre los que se incluyen el sanitario. El trabajo social sanitario se define como aquella “actividad que se ocupa de los aspectos psicosociales de individuos, grupos o comunidades, a través del diagnóstico y tratamiento de los factores sociales que afectan al mantenimiento de la salud y la aparición de enfermedades”. El trabajador social sanitario se centra principalmente en trabajar desde el campo de la prevención, fomentando prácticas saludables a través de programas y mediante la detección de riesgo. Además, acompaña a los pacientes en su proceso de enfermedad.
En España, durante los años 50 aparecieron los Servicios de Asistencia Social en los hospitales y, posteriormente, se pusieron en marcha las primeras Asociaciones Profesionales de Asistentes Sociales. Estas, a su vez, dieron lugar a los Colegios Profesionales actuales.
El trabajo social sanitario es un servicio de complemento a las acciones sanitarias. Por lo tanto, los trabajadores sociales ejercen funciones de apoyo y ayuda a personas que atraviesan procesos de enfermedad —así como a sus familias— enfocando sus intervenciones a la recuperación y adaptación social a la salida del hospital, poniendo el foco en el incremento de la autonomía y la recuperación de la salud. Uno de sus objetivos es garantizar la toma de decisiones respetuosa con la autodeterminación y la individualización durante el proceso de enfermedad de cada individuo.
El perfil del trabajador social sanitario está asociado a los centros de salud, conocidos como la puerta de entrada a la atención primaria, y también a los hospitales. Es un servicio especializado que ofrece el apoyo emocional necesario para sobrellevar los efectos de una enfermedad y hospitalización, así como favorecer la integración y la adaptación tras el alta hospitalaria.
Esta labor se lleva a cabo de forma interdisciplinar con el resto de profesionales y en un espacio de cooperación intersectorial con el fin de ejercer como nexo entre las distintas administraciones públicas o entidades sociales e, incluso, gestionar prestaciones y servicios para los pacientes.
El trabajo social sanitario se engloba dentro de los Servicios Sociales Especializados. Su labor en centros de salud y hospitales abarca desde el acompañamiento a familiares en procesos de duelo hasta la adaptación social de los pacientes después de una enfermedad. Entre las funciones de estos profesionales, destacan:
- Identificar los factores y situaciones de riesgo social en relación con la salud, tanto en individuos como en familias y comunidades.
- Realizar el estudio y elaborar el plan de intervención social que complete la atención integral del individuo en su proceso de salud-enfermedad.
- Proporcionar a la persona enferma, la familia y a la comunidad orientación, apoyo psicosocial y asesoramiento, tanto en la integración como en la gestión de prestaciones o servicios.
- Fomentar la participación de profesionales de la salud en actividades comunitarias dirigidas a la población para crear entornos más saludables.
- Facilitar la comunicación y coordinación con el Sistema de Servicios Sociales, así como otros que garanticen una atención integral.
- Fomentar la promoción y prevención de la salud, teniendo en cuenta a aquellos colectivos más vulnerables, por causa de enfermedad o exclusión social.
- Coordinar la gestión de recursos con otros sistemas o administraciones.
- Registrar el proceso de atención a los usuarios para emitir, cuando sea preciso, el correspondiente informe social.
Finalmente, cabe destacar que en el año 1978, en la Conferencia Internacional de Atención Primaria, se tomó como referencia la definición de salud que engloba un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solo la ausencia de enfermedad, siendo este un derecho fundamental. Esto supuso el desarrollo de nuevos paradigmas que dotaron la atención a la salud con carácter interdisciplinar.
Respecto a la formación de los profesionales, además del correspondiente Grado en Trabajo Social —si eres diplomado, existe un Curso puente de Adaptación al Grado en Trabajo Social—, es aconsejable una formación complementaria y especializada para prestar un mejor servicio a los pacientes.