Ingrid Mosquera Gende
En la actualidad, muchas voces se están planteando que los cambios educativos no sólo deben ser metodológicos, sino también de contenido, debido a la necesidad de preparar a nuestros alumnos para un futuro aún por construir. En este sentido, surgen muchas preguntas sobre las que se puede reflexionar.
Repasando algunas de las aportaciones del Doctor David Perkins, es necesario destacar la breve entrevista concedida a la Fundación Telefónica en la que dice que, en un mundo globalizado y dependiente de la interacción, del razonamiento y la colaboración, en vez de educar para lo conocido, en vez de enseñar conocimientos, debemos educar para lo desconocido. En este sentido, recientemente, en la prensa hemos podido encontrar noticias a ese respecto, como que “el 75% de las profesiones del futuro aún no existen o se están creando” o cómo algunas profesiones están desapareciendo y otras ocupan su lugar. Entonces, podemos preguntarnos, ¿cómo debemos preparar a nuestros estudiantes para dedicarse a profesiones que aún no existen? ¿Es más importante enseñarles contenido o habilidades para poder enfrentarse a esas situaciones de incertidumbre?
En relación a lo anterior, en la misma entrevista, Perkins continúa diciendo que hay dos cuestiones fundamentales en referencia a la educación: cómo enseñar y qué enseñar. Respecto a la primera, están surgiendo muchas ideas y nuevas metodologías, pero lo que no nos estamos planteando, indica, es que quizás, lo que deberíamos modificar es el contenido de lo que enseñamos, que ha variado muy poco, desde su punto de vista, en el último medio siglo.
Las palabras de Perkins en esta breve entrevista dejan muchas preguntas abiertas que promueven una reflexión educativa, ¿estamos modificando las metodologías porque eso resulta más sencillo que modificar el contenido? Modificar una metodología puede depender, hasta cierto punto, de un docente concreto, pero modificar asignaturas o contenido requiere un trabajo y unas decisiones a otros niveles, además de un consenso para que los cambios realizados no duren únicamente cuatro años.
Y desearía, de este modo, dejar algunas preguntas para la reflexión y el debate de los lectores:
¿Deberíamos plantearnos un cambio en el contenido?
¿Cómo debería llevarse a cabo este cambio?
¿Qué habilidades deberían tomarse en consideración para preparar a los alumnos para algo que aún no existe?
¿Cómo podemos implementar el desarrollo de estas habilidades en el aula?
¿Estamos de acuerdo con todas las afirmaciones de Perkins en la entrevista?
¿Hay alguna metodología actual que pueda ayudar a conseguir estos objetivos?
Espero que podamos reflexionar sobre el tema, para ello propongo el hashtag #educarparalodesconocido, con la finalidad de poder debatir sobre el tema y sobre las preguntas planteadas, tanto en Twitter como en este mismo espacio, en forma de comentario, ya que intercambiando ideas, todos aprendemos. Quizás, precisamente, sea esta una de las respuestas para el nuevo espacio educativo en el que nos encontramos.
- Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria