UNIR Revista
La educación emocional desde etapas tempranas como Infantil es clave para el bienestar personal y relacionarse con los demás.
La educación emocional es un medio que ayuda al desarrollo personal de los niños, además de favorecer la inteligencia emocional, las relaciones sociales y el bienestar general. Las emociones están presentes en todos los ámbitos y momentos de la vida de las personas. Estas van cambiando en función de cada momento y vivencia, y dependen en gran medida de la capacidad de gestionarlas de cada persona.
En relación con las emociones se encuentra la inteligencia emocional, concepto que cobró gran protagonismo a partir de la obra de Daniel Goleman (California, 1946), aunque es un término que ya había sido utilizado con anterioridad por otros psicólogos. La inteligencia emocional hace referencia a la capacidad o habilidad de cada individuo para reconocer sus propias emociones y las de otras personas, así como gestionarlas de forma adecuada en cada momento.
Desarrollo emocional en Educación Infantil
Las emociones dependen de cada persona y sus vivencias, por eso es muy importante aprender a reconocerlas y gestionarlas desde pequeños. Trabajar la educación emocional desde la etapa de educación infantil favorece el desarrollo de los niños, mejorando su forma de relacionarse con los demás, así como el bienestar personal, y creando las bases necesarias que puedan utilizar a lo largo de los años.
En esta etapa, las emociones pueden ser trabajadas mediante:
- La expresión del alumnado, permitiendo que verbalicen sus sentimientos.
- La identificación propia y ajena, descubriendo formas de reconocer los distintos tipos de emociones en las personas.
- La relación entre las emociones y las situaciones, con cuentos y actividades en las que observen que una situación da lugar a una emoción, así como establecer ellos mismos las relaciones posibles.
- Comenzar por las emociones básicas (alegría, tristeza, ira, miedo y asco) y adaptar las actividades y materiales a las características del alumnado al que se dirige.
- Establecer rutinas diarias para la expresión emocional con la finalidad de identificarlas y verbalizarlas.
- Establecer comunicación con las familias para compartir el aprendizaje de la escuela también fuera de ella.
El conocimiento e identificación de las emociones es importante para el desarrollo del autoconcepto y la autoestima. Otros de sus beneficios serían:
- La mejora de la autonomía.
- Aumenta la responsabilidad.
- Establecer y gestionar las relaciones sociales.
- Refuerza la habilidad de empatizar, resolver conflictos y llegar a acuerdos.
Técnicas para gestionar las emociones en la etapa infantil
También pueden ser trabajadas con recursos como el yoga y otras técnicas de gestión de emociones:
- El globo: para momentos de enfado, el pequeño puede utilizar un globo o imaginar que tiene uno (dependiendo de la edad y características del alumnado). Consiste en hincharse y después soltar el aire poco a poco para relajarse.
- El semáforo: mediante la simbología de un semáforo, enseñar los tres pasos a seguir ante una situación de enfado. Primero con el color rojo parar, después en el color amarillo reflexionar (dependiendo de la edad puede ayudar el maestro con preguntas guiadas hacia la reflexión de la situación) y buscar formas de arreglarlo y, finalmente, en el color verde realizar la acción elegida para tranquilizarse.
- Zona de la calma: establecer en el aula un espacio diseñado por el alumnado y en el que haya un material especial para cada uno que les ayude a tranquilizarse en momentos de enfado.
- Música: utilizar diferentes canciones o sonidos que hagan sentir emociones distintas y bailar al ritmo, relacionando canciones con expresiones faciales.
- Cuentos: aprovechar los beneficios de los cuentos infantiles para conocer e identificar emociones y situaciones que los producen, trabajando después esos cuentos mediante juegos y actividades que ayuden a comprenderlas.
La educación emocional ha cobrado gran importancia con el paso de los años, hasta el punto que actualmente se trabaja desde los centros escolares e incluso algunas comunidades autónomas, como Canarias, han hecho que sea obligatoria. Esto se debe a que su desarrollo posee numerosos beneficios para los niños y favorece su crecimiento personal. Es por ello que, incluso programas y formaciones relacionadas como el Grado en Educación Infantil de UNIR, toman la educación emocional como una referencia en sus temarios.
Además, UNIR también ofrece el Máster en Educación Emocional, el cual proporciona a los educadores las herramientas y estrategias necesarias para cultivar un ambiente en el que los niños puedan explorar y comprender sus emociones de manera positiva.
