Ingrid Mosquera Gende
Tres experimentados investigadores nos ofrecen sus consejos y recomendaciones para todas aquellas personas que empiezan su carrera en la investigación académica.
Cuando estudiantes, docentes y otros profesionales comienzan a investigar en el contexto académico, muchas son las dudas e incertidumbres que les acompañan, día y noche. La investigación no es un área al que se le suele prestar demasiada atención durante los grados universitarios, salvo excepciones, y esto supone, para muchos, una carga personal, emocional y profesional de muy complicada gestión.
En este artículo, tres experimentados investigadores nos ofrecen sus consejos y recomendaciones para todas aquellas personas que empiezan su carrera en la investigación académica.
Manuel Fernández: “investigar es un acto honesto de curiosidad”
Manuel Fernández Navas es profesor del Departamento de Didáctica y Organización Escolar en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga. También es director de la Cátedra Estratégica de Esports de la UMA y editor en Márgenes Revista de Educación.
Investigador cualitativo y miembro del grupo de investigación en educación HUM-311 de la Junta de Andalucía, Manuel ha participado en numerosos proyectos de investigación I+D y es autor de un gran número de publicaciones de impacto. Del mismo modo, lleva a cabo labores divulgativas que puedes seguir en su web.
Hay algunos consejos que creo pueden ayudar a cualquier investigador o investigadora novel. El primero de ellos es que investigar es un acto honesto de curiosidad, fruto de una necesidad de querer conocer, saber… Y, esta curiosidad es algo muy difícil de mantener en la carrera científica en nuestro país. Entre acreditaciones, méritos, etc., es muy fácil intoxicar y corromper esta necesidad de querer saber, que da lugar a la investigación y, especialmente, la honestidad que esta conlleva.
Es muy fácil que te veas investigando cosas que te interesan poco o nada, únicamente por los méritos que te proporcionan y que ayudan a tu estabilidad laboral. Por eso mi consejo aquí sería: busca un equilibrio entre los méritos que necesitas y tus intereses de investigación, búscalo y respétalo. Es difícil, pero si valoras de verdad este equilibro, es posible.
El segundo consejo sería que huyas de todas aquellas perspectivas que planteen la investigación como un asunto técnico. Investigar es un acto que tiene que ver con tratar de comprender el mundo y que debe implicar una meditada y necesaria reflexión sobre cómo aproximarte a la realidad, qué quieres estudiar, cómo hacerlo de la mejor manera, de la forma más ética y más completa.
Busca un equilibrio entre los méritos que necesitas y tus intereses de investigación.
Todo esto requiere de un diseño de investigación único y adaptado a cada problema de investigación. Aquellas posturas que ofrecen siempre recetas similares de aproximación a la realidad, o que apuestan por una visión técnica y parcial de la misma, están siempre sesgadas y alejadas del auténtico espíritu científico que es integrador y respetuoso con todas las formas de crear conocimiento. Por lo tanto, mi consejo sería: conoce y respeta todos los métodos de investigación y úsalos en función de cuáles se adapten más al objeto de tu estudio.
El tercer consejo es una extensión de los otros dos: fórmate. Para poder hacer con rigor investigación es necesario que estés muy bien formado en diferentes metodologías y que la curiosidad, que es el motor de cualquier investigador o investigadora, tenga que ver también con conocer metodologías de investigación diversas y las lógicas que subyacen a ellas.
Alexandra Santamaría: “investiga temas que sean de tu interés y difunde tus publicaciones”
Alexandra Santamaría Urbieta es Profesora Titular de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y su investigación se centra en la enseñanza de la traducción, en el estudio de corpus, en la docencia de segundas lenguas y en la aplicación y estudio de metodologías innovadoras en el aula presencial y virtual. Forma parte del grupo de investigación PRODIGI de la UNIR y también puedes encontrarla en el podcast Divulgando investigación con Ms. Prodigi.
Una vez finalizada la tesis, se puede llegar a pensar que ese supone el broche final de la carrera profesional de cualquier investigador. Nada más lejos de la realidad. La tesis es la primera piedra de un camino que hay que construir a base de trabajo constante y esfuerzo. La investigación suele ser, para muchos, una parte de nuestro trabajo que no gusta en exceso porque no disponemos del tiempo que nos gustaría en nuestra jornada laboral para dedicarnos a escribir artículos, preparar ponencias o redactar capítulos de libro.
Trabajamos a contra reloj y con una espada de Damocles que amenaza la calidad de nuestras publicaciones, porque tenemos que cumplir un número mínimo de publicaciones al año. Resulta muy complicado dar consejos sobre este tema, pero sí puedo dar algunas claves que a mí me habría encantado que me hubieran “chivado” antes de adentrarme en este mundo de la investigación.
- Echa un vistazo a lo que dicen los que saben de esto. Como en todos los campos, puedes encontrar muchas publicaciones que te pueden ayudar en estos primeros pasos. Aquí van dos recomendaciones que pueden ayudarte: The Slow Professor y Cómo empezar a escribir un artículo científico. También puedes seguir en Twitter a Óscar Arias y pasarte por el canal de YouTube de Raidell Avello. Este último incluye consejos para saber cuáles son las tendencias de búsqueda en Google de tu área de conocimiento o incluso para conocer cuáles son las 4 razones más habituales de rechazo de un artículo.
- ¡Apunta todo lo que hagas! Parece una tontería, pero es fácil que te olvides de apuntar la referencia de tu último artículo, el nombre de la última ponencia que has preparado o el mérito que has conseguido. Si lo llevas todo al día, tendrás mucho trabajo adelantado. Mi recomendación: crea un archivo de Excel con la fecha de publicación y la referencia completa. Si, además, llevas un cuaderno de bitácora con los artículos que envías para publicación y que están en proceso de revisión, no se te escapará una.
Deja constancia por escrito de los méritos que vas consiguiendo para tener todo organizado.
- Aprovecha tu docencia para investigar (y viceversa). ¡Qué puede haber más gratificante que investigar sobre la materia de la que estás impartiendo docencia! Cuando uno está en el aula, observa ciertas cosas en sus alumnos que pueden servirle para investigar sobre un tema en concreto. Si bien es cierto que esto no se aplica a todos los campos de investigación, muchos de ellos pueden utilizar lo que investigan en sus clases y viceversa.
- Disfruta de lo que haces. Parece un consejo muy trillado, pero investigar sobre temas que sean de tu interés y saber que hay alguien al que le pueden resultar útiles tus resultados, es muy reconfortante y hace que lo que hacemos valga la pena.
Ah, una última cosa…
- ¡Cuéntaselo a todo el mundo! Utiliza tus redes sociales como investigador (ORCID, Google Académico o ResearchGate) para dar a conocer tus resultados e investigaciones, te ayudará a establecer contactos y a crear redes de investigación. No te olvides tampoco de Twitter, una red social muy útil para estar al tanto de las nuevas investigaciones y publicaciones.
Estos son solo algunos consejos desde la humildad de una investigadora que sigue aprendiendo cada día de esta profesión. Seguro que me dejo muchas cosas en el tintero, pero espero que estos te sirvan en los primeros pasos que des en el camino de la investigación.
Anabel Forte: “elige bien el equipo con el que vas a trabajar”
Anabel Forte es profesora titular del departamento de Estadística e Investigación Operativa de la Universitat de València (UV). En su investigación desarrolla métodos estadísticos (Bayesianos) que permiten seleccionar los modelos matemáticos que mejor representan la realidad.
Además, imparte clase de probabilidad y estadística básica en diversos grados y dedica parte de su tiempo a la difusión y comprensión de la estadística, tanto a nivel académico siendo editora y editora asociada de varias revistas científicas, como a nivel divulgativo, mediante su blog, en Twitter y a través de la radio y los podcast. En la actualidad preside la Sociedad Española de Bioestadística (SEB) y codirige el Máster en Bioestadística de la UV.
Si estás pensando en empezar a investigar, lo primero que te puedo decir es que es un mundo apasionante pero que, como la mayoría de las cosas que merecen la pena, tiene sus momentos maravillosos y sus momentos duros. Descubrir algo nuevo o encontrar la solución a un problema puede ser una descarga de felicidad enorme. Sin embargo, llegar a ese momento requiere de horas de arduo trabajo sin resultados que a veces pueden resultar frustrantes.
Dicho esto, mi primer consejo sería que elijas bien el equipo con el que vas a trabajar. Ya sea que estas empezando la tesis y vas a elegir un director o directora, o ya sea que vas a incorporarte con alguna beca de iniciación a la investigación. Trata de averiguar cuáles son las sinergias dentro del equipo, si hay un buen ambiente, cómo se toman las decisiones, etc. Todas estas son cuestiones clave pues tendrás que pasar muchos sinsabores en su compañía.
El segundo consejo que me viene a la mente es que, pese a tener un buen equipo, puede que a veces pienses que el trabajo te supera. En esos momentos, antes de hundirte, ponte en manos de un profesional de la salud mental. Un buen psicólogo o psicóloga puede salvarte y hacerte ver las cosas desde otra perspectiva.
Ponte en manos de un profesional cuando el trabajo te supere.
Por último, como no podría ser de otra forma por mi parte, te recomiendo que afiances tus conocimientos básicos de estadística y que tengas siempre a un o una especialista a mano. Esta última parte puede ser la más complicada y, muchas veces, no va a depender de ti, sino de lo que el equipo en el que te incorpores haya decidido. Puede que tú o el equipo penséis que los conocimientos de esta disciplina que tenéis ya son suficientes, pero lo cierto es que raramente lo son y muchos aspectos de los estudios que hagáis pueden depender de ellos.
Por poner un ejemplo, diseñar un experimento que te permita (o no) confirmar una hipótesis de forma correcta requiere contemplar también los métodos estadísticos que se seguirán para alcanzar las conclusiones, incluyendo el número de observaciones que necesitarás. Un mal diseño, un tamaño de muestra demasiado pequeño o un método estadístico inapropiado te pueden llevar a conclusiones erróneas y a la invalidación de todo el trabajo realizado.
Es cierto que está bien conocer el tema de primera mano para poder entender mejor los resultados, para poder hablar el mismo lenguaje que tu estadístico o estadística de cabecera, pero nadie mejor que esa persona para llevar tu investigación a buen puerto.
Espero que tengáis la suerte de conocer a grandes compañeros y personas, como la he tenido yo de la mano de Manuel, Alexandra y Anabel.
Como nota personal final en este artículo, como profesora de universidad que me he dedicado durante muchos años a la docencia y a la divulgación pero muchos menos a la investigación, mi recomendación es que te dejes aconsejar por compañeros más experimentados, como es el caso de Manuel, Alexandra y Anabel, a los que personalmente tengo que agradecer haberme ayudado a entender mejor lo que es la investigación, cómo llevarla a cabo y no morir en el intento.
Ánimo a todos los nuevos investigadores, lleva su tiempo de adaptación, habrá momentos en los que creerás que esto no es posible. Pero sí lo es.