Aprender los verbos en español es una de las tareas más complejas que se les presenta a los estudiantes extranjeros; son muchas las formas verbales y, a menudo, irregulares.
En la enseñanza de un idioma hay que tener en cuenta una serie de aspectos que guían el aprendizaje y que se deben trabajar de forma continua: la comprensión y expresión de forma oral y escrita. Dentro de estas áreas, se incluye el vocabulario y la gramática, englobando esta última una cuestión que suele implicar cierta complejidad: los verbos en español para extranjeros.
Los verbos son las palabras utilizadas para expresar una acción o estado de personas, animales u objetos que indican el momento —pasado, presente o futuro— y sobre quién recae la acción.
Para poder entender y conversar tanto de forma escrita como oral en español, un punto importante es el conocimiento de los verbos, ya que serán clave para conocer el momento del que se habla y comprender lo que se dice.
Aunque a los estudiantes se les enseña a utilizarlos sin entrar en detalles de terminología lingüística, es importante que el docente tenga claro que los principales verbos en español se dividen en:
- Copulativos: unen el sujeto y el predicado, y son tres: ser, estar y parecer.
- Regulares: mantienen su raíz.
- Irregulares: su raíz varía.
Así como en:
- Predicativos: expresan una acción.
- Transitivos: precisan de un objeto directo.
- Intransitivos: no necesitan un objeto directo.
- Reflexivos: la acción la realiza el sujeto de la oración.
- Recíprocos: se da un intercambio entre varias personas.
- Impersonales: no tiene que haber sujeto.
Metodologías y actividades para aprender los verbos
La metodología utilizada para la enseñanza de verbos en español para extranjeros ha ido evolucionando con el paso del tiempo, partiendo de un método tradicional a principios del siglo XIX que se basaba en los libros de gramática y la comprensión y expresión escrita, pasando hacia un modelo centrado en la audición de grabaciones a nativos a principios del siglo XX y siendo modificada en muchas ocasiones hasta llegar al momento actual en el que:
- Prima el papel del profesorado y el alumnado.
- Se conjugan situaciones de comprensión y expresión oral y escrita.
- Utilizan actividades diversas para el desarrollo del conocimiento.
- Se incluyen aspectos culturales.
- Se adapta la enseñanza al nivel de los estudiantes.
- Busca una motivación hacia el aprendizaje.
Todo ello teniendo en cuenta el nivel para el que se destine la enseñanza entre los seis que recoge el Marco Común Europeo: Nivel A (básico que incluye A1 y A2), Nivel B (B1 y B2), Nivel C (avanzado, C1 y C2).
Para el logro de este aprendizaje se puede utilizar un gran número de actividades. Entre los ejemplos útiles y motivadores destacan:
- Pintar los verbos, diferenciando los colores en función de su raíz o sus desinencias.
- Apuntes llamativos y motivadores, mediante colores, ejemplos y esquemas claros y visuales.
- Ruleta de verbos: puede ser utilizada tanto para unir raíz con terminación como para realizar juegos en el que se deba conjugar y utilizar en una oración el verbo que marque la ruleta.
- Uso de las tecnologías con actividades interactivas y con corrección automática.
- Juegos de mesa como el trivial, adaptados a ELE.
- Utilización de dados “cuenta historias” en los que deban inventar una utilizando diferentes tiempos verbales.
- Diseñar los propios tableros y reglas de juego para después ser utilizados por los alumnos.
Se debe tener en cuenta la edad de los estudiantes a la hora de elegir las actividades más adecuadas, así como trabajar en conjunto los verbos con otros aspectos de la enseñanza ELE: vocabulario, comprensión y expresión oral y escrita, cultura, etc. El aprendizaje se realizará de una manera más completa y correcta si se hace de forma global y de interés para el alumnado.