Vicenta Gisbert Caudeli
La pedagogía musical proporciona recursos para desarrollar habilidades que contribuyen a la mejora de múltiples disciplinas y es una magnífica herramienta para trabajar en el aula.
A inicios del siglo XX, la pedagogía activa se incorporó al ámbito musical cambiando los planteamientos y aplicaciones del aprendizaje musical. Orff, Kodaly, Dalcroze, Willems, Suzuki y Ward diseñaron sus métodos con la intención de incorporar la pedagogía musical en la formación global del alumnado. La música adquiere relevancia como un elemento potenciador en el desarrollo expresivo, comunicativo, creativo y emocional, entre otros (Hemsy de Gainza, 2004).
La democratización iniciada por el filósofo y pedagogo John Dewey, defensor de la educación universal en la que todo ciudadano puede acceder al aprendizaje, transforma la rígida enseñanza musical en una experiencia motivadora. Dalcroze se centra en la percepción rítmica mediante la expresión corporal, Orff combina palabra con música y movimiento, Kodaly recopiló temas del folclore húngaro para su interpretación colectiva, Ward reforzó el canto vocal, Willems incorporó la mímica, Suzuki planteó el aprendizaje del violín como una lengua materna con la implicación familiar. Métodos variados y complementarios centrados en el desarrollo global.
La enseñanza musical no siempre ha estado considerada como un componente relevante en la formación integral, mientras que en algunas épocas únicamente estaba contemplado como una disciplina artística, en otras ha adquirido una orientación práctica, vivencial y motivadora con la que descubrir un nuevo mundo sonoro (Campbell, 2016). Avanzando en esta idea, la pedagogía musical ha incorporado además nuevas funciones: transmisión de valores, cohesión social, inclusión y transversalidad.
Creación musical
La velocidad a la que se suceden los cambios sociales, provoca una necesidad, casi constante, de actualización de valores (Touriñán López, 2009). En la música se promueve de forma natural el respeto, el espíritu crítico y analítico, el trabajo en equipo y las relaciones interpersonales, entre otros (Vicente y Azorín, 2013). La dinámica musical contribuye a formar la identidad propia y esto aporta beneficios cognitivos y emocionales que son determinantes en la cohesión social (Campell, 2010).
En la práctica musical confluyen aspectos históricos, estéticos, sociales y culturales. La creación musical permite al alumnado desarrollar destrezas en las distintas materias curriculares, proporcionando una formación de calidad en sus dimensiones humanas, repercutiendo de manera transversal en las demás áreas (Pérez Herrera, 2017).
En la interpretación musical intervienen dimensiones afectivas y sociales, desarrollando así una labor de modelado social y educativo.
La construcción musical permite integrar a todos los miembros del grupo, respetando sus particularidades, evitando así cualquier vestigio de exclusión social.
La diversidad en el aula ha de verse como una oportunidad de enriquecimiento colectivo (López Melero, 2011).
Como vemos, la pedagogía musical, lejos de centrarse únicamente en la preparación artística, adquiere relevancia en la formación humana. Proporciona recursos para desarrollar habilidades que contribuyen a la mejora de múltiples disciplinas y es una magnífica herramienta para trabajar la inclusión en el aula. Una preparación pedagógica de calidad garantiza la adquisición de destrezas para la optimización del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Referencias bibliográficas
- Campbell, P. S. (2010). Songs in their heads: Music and its meaning in children’s lives. Oxford: Oxford University Press.
- Campbell, P. S. (2016). World music pedagogy: Where music meets culture in classroom practice. En C. Abril y B. Gault (Eds.). Teaching general music: Approaches, issues, and viewpoints. Pp. 89–111. New York: Oxford University Press.
- Hemsy de Gainza, V. (2004). La educación musical en el siglo XX. Revista Musical Chilena. 58. Pp. 74-81.
- López Melero, M. (2011). Barreras que impiden la escuela inclusiva y algunas estrategias para construir una escuela sin exclusiones. Innovación Educativa. 21. Pp. 37-54.
- Pérez Herrera, M. (2017). Los Lenguajes de la Música Un Eje Transversal del Currículum. Escenarios. 15. Pp. 19-33.
- Touriñán López, J.M. (2009). La escuela entre la permanencia y el cambio. Revista de Ciencias de la Educación. 218. Pp. 127-149.
- Vicente, G. y Azorín, C.M. (2013). Música y valores: una relación educativa ineludible. Música y Educación. 93. Pp. 16-25.