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La acción humanitaria es aquella que se destina a la población víctima de desplazamientos por desastres naturales, guerras o conflictos armados para garantizar su acceso a servicios básicos.
La acción humanitaria es imprescindible, dado que tiene como objetivo el proteger y salvar vidas, velar por los derechos humanos, así como aliviar el sufrimiento de las poblaciones ante las situaciones límite y de emergencia, mediante la atención de sus necesidades básicas.
Las crisis humanitarias son fruto de catástrofes naturales, pero también pueden estar causadas por la labor del hombre (conflictos armados). Dan lugar a situaciones de pobreza extrema, así como a violaciones de derechos humanos. Ante una crisis humanitaria, en muchas ocasiones se hacen necesarios los desplazamientos masivos de personas para poder sobrevivir, bien sean refugiados en países extranjeros, o bien como personas desplazadas dentro de sus propios países.
El papel de los principios humanitarios
En este contexto, los principios humanitarios constituyen la base fundamental para esa acción humanitaria. Son fundamentales para establecer y mantener el acceso a las poblaciones afectadas, ya sea en el contexto de un desastre natural, un conflicto armado, o bien, de una emergencia compleja.
No es misión de la acción humanitaria el solucionar las crisis, sino el proporcionar la ayuda necesaria a las poblaciones en situación de emergencia, especialmente cuando las autoridades locales no pueden llegar a cubrir sus necesidades básicas.
Según datos de la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), en la actualidad más de 70 millones de personas han tenido que abandonar sus hogares por culpa de conflictos armados, guerras, violencia, desastres naturales o enfermedades, y la mayor parte de estas personas necesitan de la ayuda humanitaria para sobrevivir.
Naciones Unidas y la acción humanitaria
Así, es tal la importancia de este tipo de intervenciones que Naciones Unidas cuenta con una oficina ad hoc, la llamada Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), cuya misión consiste en promover el cumplimiento de los principios humanitarios en la respuesta humanitaria.
Entre los principios humanitarios se encontrarían:
- Humanidad: el sufrimiento humano debe ser atendido donde quiera que se encuentre. El objetivo de la acción humanitaria es proteger la vida y la salud, y garantizar el respeto de los seres humanos.
- Neutralidad: los actores humanitarios no deben tomar partido en las hostilidades y en las controversias de orden político, racial, religioso o ideológico.
- Imparcialidad: la acción humanitaria debe llevarse a cabo en función de la necesidad, dando prioridad a los casos más urgentes y sin hacer distinciones sobre la base de la nacionalidad, raza, sexo, creencias religiosas, clase u opinión política.
- Independencia operativa: la acción humanitaria debe ser autónoma de los objetivos políticos, económicos, militares o de otro tipo que cualquier agente humanitario pueda tener respecto a las zonas donde se estén ejecutando medidas humanitarias.
Además, y de acuerdo con el Consenso Europeo de Ayuda Humanitaria, esta representa una expresión fundamental del valor universal de la solidaridad entre las personas, además de constituir una obligación moral.
Nunca hay que olvidar que estos principios humanitarios tienen una relevancia práctica operativa, dado que mucha de la acción humanitaria tiene lugar en contextos de conflicto o de gran inestabilidad. La adhesión a los principios es lo que permite que la acción humanitaria se distinga de las actividades y objetivos de otros actores, y por lo tanto, no se considera una intromisión indebida en los asuntos internos de los Estados.
Por otro lado, y de acuerdo con el Reglamento de Ayuda Humanitaria de la UE, la finalidad de la ayuda humanitaria consiste en:
- Salvar vidas humanas en situaciones de emergencia y postemergencia causadas por catástrofes naturales o conflictos provocados por el hombre.
- Asistir a las poblaciones que sufren las consecuencias de crisis crónicas, efecto de guerras civiles prolongadas, pero de forma imparcial, o sea, prescindiendo de su origen étnico, de sus creencias religiosas y de sus opiniones políticas.
- Asistir a las personas refugiadas que han huido de una zona de guerra o a los desplazados de un país o una región en guerra.
Acción humanitaria en España
En España, desde finales de la década de los años 80, la ayuda humanitaria española se concentró en la respuesta a emergencias a través del envío urgente y con carácter no discriminado del material de socorro necesario (incluida la ayuda alimentaria) a las crisis surgidas de conflictos y, especialmente, a las provocadas por desastres naturales.
Para ello, se creó la Oficina de Acción Humanitaria (AECID) en el 2007. Esto, junto con el incremento progresivo del volumen de fondos dedicados a Acción Humanitaria, sitúa a España como un donante internacional relevante a nivel humanitario.
Ejemplo concreto de acción humanitaria: la guerra en Yemen
Un ejemplo de acción humanitaria también podría ser la labor que desarrolla ACNUR en lugares como Yemen, Nigeria o Burundi, donde la institución se enfrenta a la entrega de suministros en medio de conflictos internos, lo que dificulta enormemente la entrega de ayuda a la población.
En el caso de Yemen, sumido en la pobreza y en guerra desde 2015, más del 80 % de la población depende de la ayuda humanitaria para sobrevivir. Por si fuera poco, son sucesivos los brotes de cólera derivados de la destrucción de infraestructuras de agua y sanitarias.
Gracias a la acción humanitaria se intenta aliviar la situación de las personas en situación de catástrofe, de conflicto armado, centrándose en el suministro de bienes y servicios. La acción humanitaria incluye acciones de preparación de riesgos ante desastres, de rehabilitación temprana, la atención a crisis olvidadas y la coordinación con otros actores internacionales, entre otros factores. Conviértete en experto con la ayuda del Máster en Cooperación Internacional de UNIR.