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La belleza es un concepto subjetivo que ha ido evolucionando en la historia del arte con las diferentes corrientes artísticas y reflejando los cambios sociales y culturales de cada época.
Hablar de belleza en el arte a lo largo de la historia no se puede abordar como un concepto concreto, sino que sus claves están relacionadas con la evolución del propio arte a lo largo de los siglos. Además, se trata de una idea que ha ido reflejando los cambios culturales y sociales de cada época, marcando así los cánones de la belleza de hombres y mujeres.
Ese recorrido por cómo la belleza ha ido variando a lo largo de los siglos a través de las manifestaciones culturales y artísticas es uno de los estudios troncales del Grado en Historia del Arte, que forma a especialistas integrales en investigación y gestión del arte desde sus comienzos.
La belleza en el arte a lo largo de la historia
Aunque por definición la belleza es un concepto subjetivo, la estética imperante de cada época ha marcado los cánones ideales basados en los cambios a lo largo de la historia y también reflejando las diferentes culturas.
Así, a través de las diferentes etapas históricas, el concepto de arte ha ido variando y cambiando sus claves y características:
- Antigüedad clásica: se valoraba la armonía y los artistas buscaban la perfección y la belleza natural haciendo especial énfasis en las proporciones.
- Edad Media: aunque se trata de un período histórico muy largo con diferentes corrientes artísticas, en general el arte estuvo muy condicionado por la religión y el pensamiento moral imperante. La belleza física se dejó a un lado para centrarse en la belleza divina.
- Renacimiento: el cuerpo humano empezó a estudiarse desde una perspectiva científica con un interés especial a nivel anatómico. El pensamiento científico imperante de la época y la obsesión por las proporciones matemáticas se trasladaron también a la belleza.
- Barroco: la luz es la protagonista de esta etapa, los juegos de sombras y colores marcan la estética, a la que se aplica más emoción y dramatismo.
- Siglo XVIII: a lo largo de esta centuria se dieron dos movimientos importantes. Por un lado, el neoclasicismo apostaba por volver a las proporciones y el equilibrio de la estética clásica y, por otro, el rococó se centraba en la ornamentación y la elegancia.
- Siglo XIX: a comienzos de siglo, el romanticismo miró de nuevo hacia la naturaleza, mientras que el realismo abogó por representar la realidad, incluyendo las partes más feas de la naturaleza y la sociedad.
- Siglo XX: los movimientos más vanguardistas desafiaron todos los cánones tradicionales relacionados con la belleza, deconstruyéndola para explorar la diversidad, fealdad y absurdo de la sociedad.
No está de más recordar que muchas de estas obras se conservan gracias al trabajo de perfiles como el del conservador de museos, encargado de la preservación física de las obras de arte.
Con esta evolución llegamos a las corrientes artísticas actuales. Los historiadores de arte coinciden en señalar que estamos en una época diversa marcada por la subjetividad en la que se continúan desafiando las definiciones convencionales de belleza.
Se mantiene así el reflejo de los cambios sociales y culturales a través de las manifestaciones artísticas. Por eso, reflejar la diversidad, experimentar y mostrar originalidad son las grandes preocupaciones de los artistas actuales, gracias también a las nuevas técnicas, como el arte digital.
Estética y belleza en el arte
El concepto de belleza sigue en constante transformación y evolución, como lo ha hecho desde los inicios de las diferentes corrientes artísticas. De este modo, estética y belleza en el arte son dos conceptos íntimamente relacionados, si bien hacen referencia a características distintas.
Por un lado, la estética se enfoca en la experiencia del observador hacia una obra en base al contexto cultural en el que se encuentra, examinando la experiencia y la respuesta ante la belleza imperante en cada época.
La estética se ha desarrollado como disciplina teórica, con diferentes propuestas que analizan de qué forma se relaciona con su entorno: teoría mimética (el arte imita la realidad), teoría expresiva (destaca la expresión emocional del artista) o teoría formalista (centrada en los conceptos formales).
Por su parte, la belleza se constituye a través de aquellos elementos que causan placer estético al espectador. Se trata de un concepto subjetivo y no a todos los individuos tiene por qué parecerles bella la misma cosa. Es por eso que varía en gran medida según el contexto histórico, social y cultural.
A pesar de que se trata de dos conceptos diferenciados, estética y belleza están obligadas a convivir y evolucionar al mismo tiempo que lo hace la sociedad y el propio arte. Esto lo saben bien los comisarios de arte, ya que se encargan de la selección de obras y artistas para crear el hilo discursivo de cada exposición.
El canon de belleza en el arte
El canon de belleza en el arte se refiere al conjunto de normas y representaciones estéticas que se consideran ideales para representar la figura humana, algo que ha ido evolucionando drásticamente a lo largo de la historia, reflejando los estándares estéticos y sociales de cada época.
- Antigüedad clásica: búsqueda de las proporciones ideales.
- Renacimiento: la anatomía como ciencia y búsqueda de proporciones realistas.
- Barroco: búsqueda de la expresión y la emoción.
- Siglo XIX: el neoclasicismo regresó a la búsqueda de las proporciones ideales.
- Siglo XX: las corrientes vanguardistas exploraron formas no convencionales para desafiar las definiciones tradicionales de belleza.
- Actualidad: representación de la diversidad.
El cuerpo femenino en el arte
Mención especial dentro de los cánones de belleza merece el cuerpo femenino en el arte, uno de los temas más significativos a lo largo de la historia. Con la representación de la mujer se fueron desafiando las corrientes artísticas imperantes al tiempo que se reflejaban las actitudes sociales, culturales y políticas de cada época en materia de feminismo.
- Antigüedad clásica: la búsqueda de las proporciones perfectas idealizó el cuerpo femenino con formas armoniosas y suaves curvas. Un ejemplo es la escultura de la Venus de Milo.
- Edad Media: el poder de la religión vinculaba la imagen de la mujer a lo sagrado, con la Virgen María como modelo. Se trataba de transmitir pureza y divinidad.
- Renacimiento: las mujeres se contemplaban como modelo de virtud y perfección.
- Barroco: se le empezaron a atribuir nociones de sensualidad y dinamismo a la figura femenina destacando las curvas.
- Rococó: delicadeza y elegancia marcaron esta época.
- Romanticismo: la teatralidad dominó la época atribuyendo características de pasión y melancolía a las representaciones de la mujer en el arte.
- Siglo XX: la irrupción del feminismo en la sociedad se reflejó también en el arte, cuestionando las definiciones tradicionales de belleza sobre el cuerpo de la mujer. Destaca la contribución de artistas como Frida Kahlo.
Hoy en día, los esfuerzos del arte por mostrar la diversidad tratan de romper con los estereotipos tradicionales y celebrar todo tipo de formas y estéticas. El objetivo es desafiar al concepto de cosificación que siempre ha acompañado a la representación de la mujer en el arte.
La fealdad en el arte
Aunque, en general, el arte siempre ha tratado de buscar la belleza intentando producir placer estético en el espectador, también ha habido movimientos que han buscado justo lo contrario. La fealdad en el arte también ha sido explorada a lo largo de la historia con artistas que deliberadamente han utilizado este concepto para desafiar el pensamiento imperante de cada época.
La fealdad se convierte así en una forma de expresión artística que busca explorar otros tipos de estética para desafiar las normas e, incluso, buscar la provocación con el objetivo de generar una reflexión.
Del mismo modo, también se caracteriza por promover una desmitificación de la perfección o una crítica a la estética tradicional. La fealdad también se puede entender desde una perspectiva humorística.
Movimientos como el surrealismo, el expresionismo o el arte contemporáneo se valen de la fealdad como herramienta para lanzar mensajes sociales, culturales o políticos. No obstante, al igual que la belleza, también se trata de un concepto subjetivo según el contexto cultural y social.
Sin duda, este tipo de arte no es menos válido, sobre todo en el mercado. Los tasadores de arte han llegado a establecer cifras millonarias por cuadros considerados feos.
El arte como producción de belleza
Históricamente, el arte ha sido generador de belleza y definición de los cánones de cada época. A pesar de que los artistas trataban de reflejar la visión de cada etapa histórica, el arte como producción de belleza se ha encargado de difundir las características consideradas válidas en cada momento.
Desde la idealización de la época clásica hasta el reflejo de la diversidad actual, los artistas se han encargado de explorar y desafiar constantemente los límites de la estética en busca de nuevas formas de expresar la belleza.