UNIR Revista
El conjunto de elementos que una persona necesita para disfrutar de una buena calidad de vida es lo que se conoce por bienestar social, y resulta crucial para las políticas de cualquier gobierno.
Llevar una vida feliz y tranquila es la aspiración máxima del bienestar social, que está constituido por todos los elementos que hacen posible llegar a ese estado. Es decir, alcanzar esa condición implica la existencia de una suma de factores, entre los que se pueden citar la disponibilidad de servicios básicos, como alimento, agua, refugio o sanidad, y el acceso a la educación, la calidad de la vida en sociedad o el estado del medio ambiente.
Estudios como el Grado en Trabajo Social online de UNIR ofrecen una formación que permite a los futuros trabajadores sociales colaborar en la potenciación del bienestar de la comunidad, sabiendo cómo diagnosticar los problemas y diseñar las políticas que posibiliten avanzar colectivamente.
¿Qué es el bienestar social?
Los condicionantes que permiten alcanzar una vida plena, feliz y tranquila a nivel particular más la cobertura de las necesidades colectivas básicas es lo que se conoce como bienestar social. Por tanto, para definir qué es el bienestar social es preciso considerar factores de carácter individual, como el grado de felicidad o salud, pero también componentes socioeconómicos del entorno, como pueden ser el nivel de igualdad, el crecimiento económico (PIB), las oportunidades laborales, el acceso a servicios públicos o privados, el grado de corrupción o la libertad.
No es posible observar directamente el bienestar social porque está conformado por todos los elementos que implican mejorar la calidad de vida de las personas que componen la sociedad. Sin embargo, sí es posible calcular el grado de bienestar social basándose en aspectos como la renta per cápita, la tasa de pobreza, el coeficiente de distribución de la renta o el grado de sostenibilidad.
Aunque existen infinidad de diferencias en sus responsabilidades, tanto el trabajador social como el educador social tienen como aspiración máxima ayudar a lograr el bienestar social con su trabajo.
¿En qué aspectos se basa el bienestar social?
Al determinar qué es el bienestar social ya se ha visto que está basado en la cuantificación de determinados elementos en los que se fundamenta ese concepto de bienestar. A continuación, se indican los principales aspectos en los que se afianza el bienestar social:
- Salud. Contar con un estado de salud físico y mental óptimo es indispensable para poder disfrutar de la vida. Así, el acceso a servicios sanitarios de calidad, la prevención de enfermedades y la promoción de hábitos saludables son esenciales para el bienestar social en la salud.
- Educación. Una educación accesible e inclusiva debe servir para desarrollar las competencias académicas básicas que permitan alcanzar una buena formación. Este es un factor determinante en el crecimiento personal y profesional de las personas.
- Vivienda. Disponer de un hogar digno y seguro es un derecho humano básico y, para gozar de estabilidad emocional y de bienestar en la familia, es indispensable contar con las condiciones de habitabilidad básicas.
- Bienes de consumo. El bienestar social está también conformado por la facilidad de acceso a bienes y servicios esenciales, como alimentos, vestimenta y artículos de primera necesidad. Se trata de un elemento que garantiza un nivel de vida decoroso y permite satisfacer las necesidades fundamentales.
- Desarrollo urbano. La planificación y la gestión eficiente de las áreas urbanas, incluyendo infraestructuras, transporte y espacios públicos, contribuye significativamente al bienestar colectivo y al mantenimiento de la calidad de vida en las ciudades.
- Seguridad. Preservar un entorno libre de amenazas y peligros, en el que impere el orden público y la protección de los derechos individuales, ayuda a impulsar el bienestar social y el desarrollo sostenible.
- Medio ambiente. Conservar un entorno natural saludable, gestionar de forma responsable los recursos naturales y mitigar el impacto ambiental favorece el desarrollo del bienestar presente y futuro de las sociedades.
- Ocio. Contar con acceso a servicios culturales y/o que posibiliten las relaciones sociales son fundamentales en el bienestar social e individual de las personas.
El bienestar social viene determinado por todos estos factores, que contribuyen a la satisfacción humana, pero también es conveniente considerar el denominado bienestar laboral. En este concepto se engloban los aspectos que consiguen que un empleado se sienta plenamente satisfecho en la organización para la que trabaja.
¿Cómo se mide el bienestar social?
Cuantificar el bienestar social supone todo un desafío, ya que se trata de un concepto conformado por elementos de múltiples disciplinas. Sin embargo, existen diversos indicadores y metodologías que permiten evaluar y comparar el nivel de bienestar en diferentes contextos. Estos serían algunos de los más comunes:
- Índice de Desarrollo Humano (IDH). Creado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) hace más de tres décadas, es uno de los factores más utilizados a día de hoy. Se trata de un indicador compuesto que mide el progreso en tres dimensiones básicas: una vida larga y saludable, el acceso al conocimiento y un nivel de vida digno.
- Indicativo de felicidad mundial (WHI). Se trata de un factor más subjetivo, basado en percepciones personales acerca del grado de satisfacción con su existencia, el acceso a servicios básicos, la esperanza de vida, la seguridad, la educación y el entorno social. Estos estudios permiten obtener una perspectiva más profunda y contextualizada del bienestar social.
- Índice de progreso real y genuino (GPI). Estima el bienestar económico y el progreso social de un territorio. Se trata de un indicativo que permite ampliar los conceptos de la contabilidad tradicional, incluyendo también las inversiones netas de capital y las inversiones en trabajo.
- Índice de progreso social (SPI). Cuantifica el grado en el que las naciones satisfacen las necesidades sociales y medioambientales de los ciudadanos. A través del SPI es posible valorar más de 50 indicadores nacionales que valen para medir si las necesidades básicas de la ciudadanía están cubiertas: alimentación, refugio, seguridad, acceso a atención médica, impacto medioambiental o acceso a la educación.
También es importante mencionar como uno de los factores clave para determinar el grado de bienestar de un territorio, la presencia de desigualdades y la composición de su estructura social.
El rol del Estado en el bienestar de los ciudadanos
Promocionar y garantizar el bienestar social de las personas es una de las finalidades más significativas de un Estado. En nuestro país, el artículo 1.1 de la Constitución Española establece que España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, lo que supone que el Estado tiene la obligación de velar por el bienestar de sus ciudadanos.
Así, los gobiernos tienen la responsabilidad de velar por el acceso equitativo a los servicios básicos, la protección de los derechos fundamentales y la creación de oportunidades para el desarrollo personal y colectivo.
El papel del Estado en el bienestar de la ciudadanía pasa por garantizar cuestiones como:
- El acceso a las políticas sociales.
- Sistemas de salud y educación públicos.
- Redes de seguridad social.
- Programas de vivienda asequible.
- Un entorno propicio para el crecimiento económico sostenible.
- La generación de empleo.
- La igualdad de oportunidades.
- La inversión en infraestructura y desarrollo urbano.
- Espacios públicos de calidad y sistemas de transporte eficientes.
- La protección del medio ambiente
El Estado tiene el deber de establecer un marco normativo sólido y destinar los recursos necesarios para garantizar el bienestar social de sus ciudadanos, potenciando la igualdad de oportunidades, la cohesión social y el desarrollo sostenible.
Ejemplos de bienestar social
Aunque existen infinidad de ejemplos de bienestar social en todo el planeta, poniendo el foco en España, estas serían algunas de las acciones más destacadas:
- Sanidad pública. Gestionada por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, ofrece cobertura sanitaria universal y gratuita a todos los ciudadanos, asegurando el acceso a servicios de salud de calidad.
- Educación pública. Desde la educación infantil hasta la universidad, el Estado preserva el derecho a la educación a través de una red de centros públicos, con el objetivo de promover la formación y el desarrollo de las personas.
- Sistema de pensiones. La Seguridad Social administra el sistema de pensiones, tanto contributivas como no contributivas, con el fin de garantizar unos ingresos mínimos a los ciudadanos en situaciones de vulnerabilidad.
- Prestaciones por desempleo. El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) gestiona las prestaciones por desempleo y los programas de formación y reinserción laboral, protegiendo a los trabajadores y facilitando su incorporación al mercado laboral.
- Servicios sociales. Las comunidades autónomas y los ayuntamientos ofrecen servicios sociales de atención a la dependencia, apoyo a familias, protección a la infancia, servicios de emergencia social, entre otros, para garantizar el bienestar de los colectivos más vulnerables.
- Acceso a la justicia. En la Constitución Española se establece el derecho fundamental de acceso a la justicia y a la tutela judicial efectiva a todo ciudadano español sin discriminación alguna.
A nivel mundial, un ejemplo de bienestar social lo constituyen los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, que incluyen metas específicas relacionadas con la erradicación de la pobreza, la educación de calidad, la salud y el bienestar, la igualdad de género y el trabajo decente, entre otros aspectos clave del bienestar social.