UNIR Revista
Los Centros de Inserción Social o CIS tienen como objetivo facilitar el camino de reinserción de las personas que están finalizado su condena en prisión y deben volver a vivir en sociedad.
Uno de los grandes desafíos a los que se enfrentan aquellas personas que han cumplido una pena, tras ser declarados culpables de la comisión de un delito, es volver a reintegrarse en la sociedad como ciudadanos de pleno derecho. Es una transición compleja, difícil y no exenta de desafíos, en la que contribuye positivamente el poder trasladarse a un Centro de Inserción Social durante el último tramo de condena.
¿Qué es un Centro de Inserción Social?
Tal y como establece el Reglamento Penitenciario, “los Centros de Inserción Social son Establecimientos penitenciarios destinados al cumplimiento de penas privativas de libertad en régimen abierto y de las penas de arresto de fin de semana, así como al seguimiento de cuantas penas no privativas de libertad se establezcan en la legislación penal y cuya ejecución se atribuya a los servicios correspondientes del Ministerio de Justicia e Interior u órgano autonómico competente. También se dedicarán al seguimiento de los liberados condicionales que tengan adscritos” (artículo 163.1 del Reglamento Penitenciario).
En consecuencia, el Centro de Inserción Social es un espacio destinado a aquellas personas a las que se concede que el último tramo de su condena se lleve a cabo en un régimen abierto, también denominado tercer grado. Por ejemplo, este sistema se aplica a aquellos condenados que tienen permitidas las salidas durante el día para trabajar, pero deben regresar al CIS a dormir.
¿Cuáles son los objetivos de un Centro de Inserción Social?
El principal objetivo principal de un Centro de Inserción Social es favorecer la reintegración a la vida en sociedad del condenado una vez ha cumplido la condena a la que fue sentenciado. Tras vivir privado de libertad durante un periodo de su vida, el tercer grado le permite ir, poco a poco, recuperando ese contacto fuera de prisión con un trabajo, además de volver a mantener una relación con personas del exterior de una manera más constante y habitual de la sostenida hasta entonces.
En definitiva, estos centros persiguen la reintegración y tratar de evitar la exclusión social con los riesgos inherentes a que un condenado, que ha cumplido su sentencia y, en consecuencia, tiene derecho a volver a vivir plenamente en sociedad, termine reincidiendo en su actividad delictiva por no encontrar su espacio al abandonar el centro penitenciario. Por ello, también es frecuente que en estos espacios se organicen cursos y formaciones que ofrezcan a estas personas las herramientas necesarias para su progresiva incorporación social.
¿Cómo funciona un CIS?
El funcionamiento de los CIS aparecen regulados en el artículo 164 del Reglamento Penitenciario y se basa, esencialmente, en un principio de confianza:
- Seguridad en que el condenado cumplirá con las normas asociadas al régimen de semilibertad que se le ha concedido.
- Determinación de ayudar al condenado a que encamine sus pasos para reintegrarse en su vida laboral, familiar y social, gracias al papel del educador familiar.
- Certeza en que las instituciones públicas dispondrán de todos los medios a su alcance para facilitar esa transición, progresiva, hacia su vida como ciudadano de pleno derecho una vez cumplida su condena.
¿Cómo trabajar en un Centro de Inserción Social (CIS)?
El perfil de una persona que quiera trabajar en un CIS está muy asociado a la figura del integrador social. Por ello, la pregunta de cómo trabajar en un Centro de Inserción Social se resuelve dirigiendo la formación hacia aquellas titulaciones que aportan las herramientas y el saber necesarios para facilitar la reintegración social de una persona tras el cumplimiento efectivo de la condena a la que fue sentenciado.
Educación Social
Los educadores sociales que trabajan en los CIS tienen como principal misión ayudar durante este proceso de transición para facilitar la reintegración social del ciudadano. Por ello, los perfiles que cuenten con formaciones vinculadas a desarrollar capacidades socioeducativas serán de gran utilidad, siendo el mayor referente de ello el Grado en Educación Social.
Trabajo Social
El Grado en Trabajo Social forma a sus alumnos como trabajadores sociales, con un plan de estudios que garantiza que sean capaces de diseñar e implementar planes de actuación destinados a luchar por una sociedad más justa e igualitaria.
Especialización a través de posgrados
Entre las posibilidades que se abren de continuar la formación a través de cursos de especialización profesionalizantes en esta rama del saber destaca el Máster en Intervención Social online de UNIR. Con un enfoque teórico-práctico forma a sus estudiantes para que sean capaces de desarrollar planes de prevención en materia de desigualdad o exclusión social a medida de una determinada situación, tan compleja, como la que presenta el Centro de Inserción Social.
En definitiva, los Centros de Inserción Social son un elemento clave para que la privación de libertad se oriente hacia la reeducación y la reinserción social