UNIR Revista
En la cooperación internacional son necesarios diferentes perfiles profesionales para desempeñar cada una de las funciones que se requieren a la hora de desenvolver un proyecto de desarrollo social.
Un cooperante internacional es un profesional que lleva a cabo su labor en el ámbito de la ayuda humanitaria y el progreso en países en vías de desarrollo. En la mayoría de los casos trabaja para una organización no gubernamental para el desarrollo (ONGD), con un contrato laboral (no se trata ni de un becario ni de un voluntario). Se rige por un marco normativo propio, el Estatuto del Cooperante, en el que se recogen los aspectos fundamentales del trabajo que realizan, como sus derechos o sus deberes, el régimen de incompatibilidades, la formación que necesitan o la homologación de los servicios que prestan. ¿Te interesa? Te contamos cómo ser cooperante internacional en una ONG.
La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, es el principal órgano de gestión de la Cooperación Española y, por lo tanto, responsable de supervisar que la actuación de las entidades promotoras de la cooperación se corresponda con los fijados en el estatuto.
Requisitos básicos para ser cooperante
Son muchos y diversos los ámbitos en los que las distintas ONG desarrollan su trabajo, sectores como el crecimiento económico, la educación, el desarrollo rural, la seguridad alimentaria, la salud, el medio ambiente y el cambio climático o la gobernabilidad democrática. Las particularidades de cada una de estas áreas exigen profesionales con diferentes perfiles. Eso sí, el cooperante debe reunir unos requisitos básicos:
Dominio de otros idiomas además del propio
Sea cuál sea su función, la desempeñará fuera de su país, por lo que necesitará tener conocimientos de otras lenguas. Las más comunes son el inglés y el francés, pero una vez ubicado en su destino, entender su idioma local supondrá una gran ventaja a la hora de realizar su trabajo con una mayor eficacia.
Capacidad de adaptación
Las condiciones que rodean el trabajo de los cooperantes llegan, en muchas ocasiones, a ser extremas, lo que exige estar dispuesto a asumir ese cambio también en las condiciones de vida.
Diligencia y actividad
Aunque sus labores sean meramente administrativas, el cooperante ha de ser una persona dinámica y activa para agilizar al máximo la resolución de cualquier problema o trámite.
Trabajo en equipo
La cooperación internacional se entiende exclusivamente como la unión de diferentes fuerzas con un objetivo común, por lo que es imprescindible saber trabajar en equipo, atendiendo a las directrices que marque la ONGD para la que se trabaje y por supuesto, la AECID.
Diplomacia y habilidad para la negociación
El cooperante ha de ser una persona discreta y hábil en el manejo de la información con la que trabaje. Debe ser comunicativa y empática, pues su capacidad para la negociación será clave a la hora de solventar diferentes situaciones conflictivas.
Gestión de recursos humanos y materiales
Para poder llevar a cabo proyectos de desarrollo, las ONG canalizan recursos económicos tanto públicos como privados. En la cooperación, la correcta administración de esos recursos es fundamental, del mismo modo que lo es la organización del equipo humano.
Perspectiva de género y derechos humanos
Cualquier proyecto que se lleve a cabo en materia de desarrollo o ayuda humanitaria deberá atender a esas dos cuestiones, por lo que los cooperantes deben tener suficientes conocimientos al respecto y asumirlas entre sus prioridades.
¿Qué estudiar para ser cooperante?
Ser cooperante internacional supone dedicarse profesionalmente a colaborar en el desarrollo social. Si bien es cierto que no existe una titulación como tal, sí hay varias alternativas en cuanto a formación académica. La mayoría de ONGD se decantan por trabajadores que hayan cursado estudios universitarios. Dependiendo del proyecto y las funciones que el cooperante deba asumir el perfil varía y, por ello, el abanico de ámbitos de procedencia es cada vez más amplio.
La especialización a partir de propuestas como el Máster en Cooperación Internacional online de UNIR es una garantía a la hora de contar con profesionales formados en materias relacionadas con la gestión, coordinación y dirección de proyectos de cooperación internacional.
Buena parte de los cooperantes proceden del ámbito sanitario (medicina, enfermería, farmacia, nutrición, psicología) o la educación, pero no son los únicos. Relaciones internacionales, administración y finanzas, derecho, comunicación, ingeniería (civil, industrial, telecomunicaciones), sociología o ciencias políticas también tienen una importante presencia.
Según los datos hechos públicos por la AECID, correspondientes a 2021, 2.708 españoles se encuentran desplazados en el exterior, dedicándose profesionalmente a la cooperación internacional para el desarrollo y la acción humanitaria. En este mismo informe, se recoge el perfil más habitual: mujer mayor de 35 años.
Los cooperantes españoles trabajan en 96 países en todo el mundo. La mayor parte, un 41 por ciento, participa en proyectos ubicados en el África Subsahariana. El resto, se encuentra en América del Sur (25 %), América Central y el Caribe (15 %), Asia y Pacífico (6 %), Magreb (6 %), mundo árabe (6 %) y Europa (1 %). En cuanto a países, Bolivia encabeza la lista con mayor presencia de cooperantes, seguido por Colombia y la República Democrática del Congo.