UNIR Revista
El coordinador académico del Máster en Cooperación Internacional al Desarrollo cuenta las claves de un título único, con docentes que trabajan sobre el terreno y una perspectiva mundial e interdisciplinar.
La pobreza secular de unos países frente a otros y las emergencias planetarias, como la pandemia de COVID-19, el cambio climático, la destrucción de los ecosistemas protectores o la desertificación, además de unos movimientos migratorios en fuerte crecimiento, han puesto en primera línea el papel cada vez más relevante que adquiere la cooperación internacional en el mundo en el que vivimos.
Y no solo entre Estados y grandes instituciones globales, sino también la que practican todas aquellas organizaciones y personas volcadas en conseguir un mundo mejor.
Este es el caso de Manuel Sánchez-Moreno, uno de nuestros grandes expertos en una actividad que merece realmente el calificativo de vital. Historiador y doctor en Ciencias Jurídicas, Máster en Cooperación Internacional al Desarrollo y Máster en Derechos Humanos y Democratización, además de Diplomado Internacional en Pueblos Indígenas, Sánchez-Moreno cuenta una extensa formación, y lo que es más importante, con una amplia trayectoria sobre el terreno en cooperación internacional.
Junto con su labor académica, Manuel Sánchez-Moreno ha desarrollado su carrera en el ámbito de la cooperación al desarrollo, los derechos humanos y el género en la Agencia Española para la Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID), en la Agencia de la ONU para la Coordinación Humanitaria (OCHA), en la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), y en otras ONG.
Dirige actualmente el Máster en Cooperación Internacional al Desarrollo en la Universidad Internacional de La Rioja, y forma parte del grupo de investigación ECIDES (Estudios para la Cooperación Internacional y el Desarrollo Económico y Social) de la Universidad. A continuación nos explica por qué esta titulación de UNIR es única en su género.
¿En qué situación se encuentra hoy la cooperación internacional, teniendo en cuenta la nueva polarización en bloques de las principales potencias, las guerras y las amenazas geopolíticas, el fuerte crecimiento de las migraciones y las crisis económicas que asoman en el horizonte?
Se encuentra en primera línea de batalla, siendo más necesaria que nunca. En el ámbito internacional y en nuestras sociedades tenemos dos caminos: la cooperación y el conflicto. Si este último aparece, la solución son las relaciones de cooperación, ya sea en el fomento del desarrollo, el diálogo o la construcción de paz. Vivimos en un mundo incierto y la gran apuesta de países y organismos internacionales es la cooperación.
Otro factor es la interconexión que vivimos como fruto de la globalización, algo que se evidencia en pandemias sanitarias o en crisis económicas. Si un país o un bloque económico se resfría, el otro empieza a estornudar, con lo cual la cooperación es un asunto no sólo de las cancillerías o embajadas, sino de ministerios del Interior, empresas nacionales u ONG que quieran crecer captando fondos de cooperación internacional al desarrollo. Es un ámbito en auge y muy necesario porque contribuye a lograr un mundo mejor.
Se necesitan profesionales cada vez más preparados para afrontar los nuevos retos globales. ¿Qué ofrece el Máster en Cooperación Internacional al Desarrollo de UNIR con respecto a otras titulaciones parecidas que se ofertan actualmente en otras universidades?
Son varias las cuestiones, como la actualización constante de los contenidos, un profesorado con experiencia en cooperación, complementos formativos voluntarios y gratuitos a las asignaturas del máster o la cantidad de convenios y colaboraciones que tenemos con entidades de vanguardia, como el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Cruz Roja, Cáritas o la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), entre otras.
Pertenecemos a redes internacionales de Estudios de Desarrollo como la Red Española de Estudios de Desarrollo (REEDES) o la Sustainable Development Solutions Network (SDNS). Todo esto nos diferencia de las demás titulaciones y suponen un aval de calidad.
¿Por qué muchos estudiantes acaban eligiendo UNIR para estudiar esta titulación?
Por muchos motivos. Recordando comentarios de los propios estudiantes, destacaría la comodidad que supone nuestra metodología online, la facilidad de concluir esta formación en un año, su condición de título oficial, el acompañamiento personalizado de los tutores, los contenidos y la calidad de los profesores.
¿Qué demanda existe en el mercado para este tipo de puestos? ¿Por qué es necesario estudiar esta titulación si te quieres dedicar a la cooperación internacional?
La cooperación internacional para el desarrollo ofrece una serie de empleos con mucha proyección. Para empezar, la agenda internacional, las regionales y las nacionales están gobernadas por los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS). Esto habla de la relevancia de este Máster y de la cantidad de puestos de trabajo vinculados a ONG, Administraciones públicas, empresas privadas u organismos multilaterales como técnicos, directivos o consultores.
¿Qué papel desempeña el claustro del máster en el éxito de esta titulación?
El claustro lo constituye una comunidad humana, profesional y académica de primer orden. Todos tenemos una amplia experiencia profesional en diversos países, donde hemos afrontado problemas de desarrollo o crisis humanitarias. Aportamos esta experiencia a nuestro alumnado. Sabemos de lo que estamos hablando y hemos vivido lo que explicamos. De hecho, seguimos trabajando sobre el terreno, haciendo consultorías o evaluaciones. Nuestras clases conectan con la realidad profesional.
¿En qué consiste el temario? UNIR es una universidad que da mucha importancia a los casos prácticos reales como parte de su formación. ¿Cómo se trabaja este perfil académico en esta titulación?
El temario ofrece unas asignaturas que abarcan todas las dimensiones de la cooperación internacional para el desarrollo, y en cada una de ellas ofrecemos los fundamentos teóricos y las herramientas prácticas para desempeñarse como profesional. Tenemos asignaturas de Acción Humanitaria, con un desarrollo en distintos contextos geográficos: Latinoamérica, África y Asia, gestión de proyectos, evaluación o enfoques transversales.
Es fundamental que los futuros profesionales salgan con los conocimientos y la práctica suficientes para optar a empleos o mejorar sus competencias. En nuestro caso, cada asignatura cuenta con un caso práctico que el estudiante tendrá que resolver, de modo que no se quede sólo en la teoría o en un listado de herramientas para hacer. Aquí aprendemos a gestionar proyectos para el desarrollo, a evaluarlos, a planificar la acción humanitaria o a diseñar una intervención de cooperación internacional para el desarrollo, entre otras cuestiones claves.
¿Cuál es la implicación del claustro en los logros de los estudiantes?
Nuestros profesores son profesionales que disfrutan enseñando a otros profesionales, de modo que el compromiso es total. Disfrutan haciendo más prácticas las clases y ofreciendo soluciones a los estudiantes, en base a sus conocimientos y experiencias.
Por poner un ejemplo, yo mantengo un contacto diario con mi alumnado e imparto muchas sesiones complementarias, como la de orientación profesional. Siempre estamos abiertos a llegar más lejos en el temario, ayudando en el día a día de nuestros estudiantes, pero con la vista puesta en su próximo futuro laboral.
¿Con qué herramientas se trabaja?
En el aula tenemos muchas herramientas dinamizadoras, para fomentar la reflexión y la participación de los estudiantes: kahoot!, Mentimeter, Padlet… De este modo, las clases, aunque sean online, se hacen amenas e interactivas.
Por otro lado, aplicamos el aprender haciendo mediante un sistema de casos prácticos para diseñar un proyecto de cooperación o planificar un equipo de trabajo, entre otras cuestiones. Con todo ello conseguimos la reflexión y la acción entre nuestros estudiantes. Todo esto se complementa con las prácticas en organizaciones y los trabajos de fin de máster vinculados a organismos, de modo que nuestros estudiantes pueden aportar soluciones a problemas concretos y reales.
¿Qué tipo de perfil esperan dentro del máster? ¿Con qué argumentos animaría a estudiar la titulación?
Creo que de las cosas más motivadoras que tenemos es un perfil de alumnado muy variado, de distintos países y de distintas profesiones que hacen de las clases algo muy interesante. Muchos de ellos ya se encuentran trabajando sobre el terreno.
Todas las profesiones pueden contribuir al fomento del desarrollo y la lucha contra la pobreza, de modo que tenemos desde abogados hasta economistas, desde historiadores hasta médicos, desde arquitectos hasta científicos, desde educadores hasta sociólogos. Todos tienen algo que decir y es este carácter interdisciplinar y transdisciplinar de la cooperación el que nos pone sobre la pista: ¿puede haber algo más importante que contribuir a construir un mundo mejor? Yo creo que no.
¿Qué importancia da a la actualización permanente de los conocimientos? ¿Qué novedades, cursos, seminarios o especializaciones destacaría?
Siempre tenemos novedades, somos muy proactivos. Ofrecemos una serie de openclass a lo largo del curso sobre temas de actualidad y con relevantes profesionales. Además, contamos con una serie de seminarios: construcción de la paz, gestión avanzada de proyectos y financiación y fundraising. Todos gratuitos y voluntarios para nuestros estudiantes, y que son un complemento perfecto a los contenidos de las asignaturas. A todo esto, hay que sumar multitud de cursos que se pueden ver en cualquier momento, ya que quedan colgados en nuestro campus virtual.
¿Qué supone para usted liderar un proyecto como este?
Toda mi vida me he dedicado a la cooperación internacional para el desarrollo, he trabajado en varios países y con varias organizaciones, pasando también un tiempo por Naciones Unidas. Y cuando me preguntan por qué he cambiado todo eso por el mundo académico, yo les digo que no he cambiado nada. Ahora sigo trabajando en lo mismo, pero desde una universidad. Para mí no hay nada más gratificante que formar a futuros profesionales en un trabajo que es una pasión. Mis estudiantes son colegas de trabajo y los trato como tal. Este es un proyecto personal y de compromiso con el mundo.
