Sara Calvo Martínez
El brote de COVID-19 está poniendo a prueba las estructuras globales de cooperación y pone de relieve, más que nunca, que la cooperación es crucial para abordar los desafíos existentes.
El brote de COVID-19 como una emergencia sanitaria mundial y la crisis socioeconómica resultante está poniendo a prueba las estructuras globales de cooperación al desarrollo. Los desafíos dan lugar a nuevas formas y expresiones de solidaridad transnacional. El Secretario General de la ONU tituló uno de sus artículos sobre COVID-19 “Vamos a superar esto juntos“, recordándonos que ningún país puede abordar este problema solo y que la cooperación es crucial para abordar los desafíos existentes.
Esperamos que el marco futuro de la cooperación para el desarrollo se vea significativamente afectado por la actual crisis mundial. Con la crisis adquiriendo dimensiones globales, la provisión de bienes públicos globales parece ser cada vez más importante. ¿Es esta una nueva narrativa para la cooperación al desarrollo, particularmente con los presupuestos de cooperación internacional bajo una presión creciente en los países desarrollados?
El modelo de cooperación Norte-Sur sigue siendo importante, pero está perdiendo importancia continuamente como el modelo de cooperación predominante en las regiones en desarrollo. La cooperación Sur-Sur ha recibido un impulso, al menos en términos de visibilidad, pero también ha estimulado soluciones creativas.
Al mismo tiempo, también vemos que otras formas de cooperación se vuelven cada vez más prominentes, incluida la “cooperación Sur-Norte” (por ejemplo, el apoyo de China a Italia) y la “cooperación Este-Norte” (por ejemplo, Rusia enviando material médico a los Estados Unidos). En estas circunstancias, los esfuerzos de búsqueda de estatus de los países están entrelazados con el espíritu de solidaridad mutua de los pueblos ante un desafío común.
Cooperación multidireccional
Estos ejemplos representan una cooperación cada vez más multidireccional y universal. ¿Estos cambios nos indican una nueva forma de cooperación o indican el refuerzo de las tendencias existentes? El establecimiento y ajuste de estructuras institucionales será principalmente un proceso no lineal; que se llevará a cabo mediante pasos incrementales y modificaciones. Sin embargo, ciertos cambios también podrían ser provocados por decisiones políticas abruptas (como la decisión de los Estados Unidos sobre las contribuciones a la Organización Mundial de la Salud).
No se conocen todavía los detalles de cómo será un mundo posterior a COVID-19. Sin embargo, es importante destacar que la cooperación internacional de alta calidad es fundamental para enfrentar los desafíos globales existentes y emergentes. Abordar las necesidades de los países más vulnerables a través de la cooperación para el desarrollo será una parte esencial de las futuras estructuras de cooperación.
Una pregunta que debemos formular es: ¿Surgirá unas dinámicas mejores dentro de la cooperación internacional al desarrollo o un mayor debilitamiento del sector? Esta y otras preguntas las trabajaremos en el Máster Universitario de Cooperación Internacional al Desarrollo: Gestión y Dirección de Proyectos de UNIR donde profundizaremos en diversos temas incluyendo entre ellos sostenibilidad, teorías del desarrollo, política internacional y el concepto de estado nación, el rol de las instituciones que trabajan en la cooperación internacional al desarrollo, organizaciones del tercer sector y alianzas estratégicas.
Los egresados estarán formados para trabajar en el ámbito de las administraciones públicas, las empresas privadas y las organizaciones no lucrativas desarrollando tareas de evaluación, investigación, diagnóstico, diseño, implementación y evaluación de proyectos, programas y políticas para la cooperación internacional al desarrollo.