UNIR Revista
Establecer lazos de colaboración con países que se encuentran en la misma situación de desarrollo resulta más enriquecedor que perpetuar el tradicional modelo, y en eso se basa la alianza Sur-Sur.
El paradigma de cooperación tradicional en el que los países del Norte del planeta son proveedores de desarrollo y los estados del Sur se limitan a ser meros receptores, ha cambiado totalmente. Actualmente, existen muchos más actores en el campo de la colaboración internacional con modelos como la cooperación Sur-Sur o la triangular, que posibilitan otras formas de compartir conocimientos y recursos.
La cooperación Sur-Sur engloba todos los tipos de relaciones de colaboración para el desarrollo entre países ubicados en la zona sur del planeta. Se trata de un ambicioso proyecto de alianzas que abarca ámbitos como el político, el cultural, el económico, el medioambiental, el educativo o el social. El intercambio de conocimientos y recursos se puede producir entre los diferentes gobiernos, pero también entre organizaciones o entre los propios individuos de los países en vías de desarrollo.
En un programa de cooperación Sur-Sur pueden tomar parte dos o más países en vías de desarrollo y se ejecuta a través de un marco de acción muy amplio en esferas diversas. Se trata de que los países colaboradores compartan conocimientos, experiencias o recursos que contribuyan a acelerar la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible.
Otra modalidad de cooperación Sur-Sur es la llamada cooperación triangular, en la que dos o más países del Sur abren sus proyectos a la financiación de un tercer país donante tradicional.
Con el objetivo de promover, coordinar y apoyar el modelo de cooperación Sur-Sur, nació en el año 1974 la Oficina de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur (UNOSSC), que sigue trabajando a día de hoy. Los objetivos de la cooperación Sur-Sur fueron establecidos en el denominado Plan de Acción de Buenos Aires, que se aprobó en Asamblea General en 1978, y a grandes rasgos eran los siguientes:
Impulsar la autonomía de los países en desarrollo.
Para lograrlo, se considera necesario dotarlos de mayor capacidad creativa para poder encontrar soluciones a otros problemas de desarrollo, teniendo siempre presentes sus propias necesidades, valores y aspiraciones.
Promover y fortalecer la autosuficiencia colectiva.
Los países en desarrollo deben lograr esa autosuficiencia colectiva mediante el intercambio de experiencias, el uso de recursos técnicos y el desarrollo de sus capacidades complementarias. Se trata de ser más conscientes de los problemas que comparten para aunar fuerzas y recursos con los que encararlos.
Afianzar la capacidad de estos países para identificar y analizar sus principales problemas.
De este modo, podrán establecer las estrategias más recomendables para poder solventar esas problemáticas en función de sus propios recursos.
Más y mejor cooperación internacional.
Será preciso aumentar la cantidad y mejorar la calidad de la cooperación internacional mediante la puesta en común de capacidades.
Fortalecer las habilidades tecnológicas.
Se trata de que los países en desarrollo puedan emplear las TIC de forma eficiente para aprovechar los beneficios de la tecnología en aras de su desarrollo nacional.
Aumentar y mejorar las comunicaciones.
Si los países en vías de desarrollo se comunican más entre ellos, se generará una mayor conciencia de los problemas compartidos y un mayor acceso a las experiencias de las otras naciones.
Más participación.
Se trata de que los países del Sur participen más en las actividades económicas internacionales y amplíen la cooperación internacional.
A lo largo de todos estos años han sido innumerables los proyectos acogidos a la cooperación Sur-Sur que se han llevado a cabo por todos los rincones del mundo y desde todos los ámbitos. Por ejemplo, desde la UNESCO han coordinado varios programas educativos de este tipo destinados sobre todo a combatir la desigualdad, mientras que desde la FAO llevan a cabo interesantes iniciativas para alcanzar el objetivo de erradicación del hambre en el mundo.
Para quienes deseen dedicarse profesionalmente al mundo de la cooperación intencionalidad existen estudios específicos como el Máster en Cooperación Internacional online que ofrece UNIR.
