UNIR Revista
El sueldo medio de un integrador social ronda entre los 15.000 y los 18.000 euros brutos al año, pudiendo desempeñar sus funciones en ámbitos públicos o privados.
Prevenir o solucionar problemas relacionados con la exclusión en grupos sociales es la principal función de los técnicos en Integración Social. Determinar cuánto gana un integrador social dependerá de si ejerce en la administración pública, en el ámbito privado o por cuenta propia, así como de posibles complementos o de lo que determine el convenio colectivo.
El integrador social es el responsable de planificar, organizar y realizar actuaciones que faciliten la integración social. La intervención de este profesional se centra en solucionar o prevenir problemas de exclusión en determinados colectivos que, por motivos como la raza, el género o su orientación sexual, se han visto discriminados. La actuación de los integradores sociales se enfoca en la formación y el asesoramiento a través de sesiones grupales o individuales, así como mediante programas de inserción laboral y ocupacional, entre otros.
La figura del integrador social se puede encontrar en diferentes ámbitos, ya sean de índole pública o privada, o incluso como trabajadores por cuenta propia.
En ámbitos privados, como pueden ser los centros de acogida a inmigrantes, el sueldo del integrador social estará marcado por el convenio colectivo. En los casos de trabajos públicos como servicios sociales, o aquellos empleos en los que se llevan a cabo programas y proyectos realizados desde los ayuntamientos, el sueldo variará según los diferentes complementos de responsabilidad o antigüedad, el grupo y el nivel.
En plataformas como Jobted o Indeed el salario neto al mes para un integrador social oscila entre los 900 y 1.000 euros. Sin embargo, en las administraciones públicas el sueldo de un integrador social puede ascender hasta los 1.000 o 1.200 euros mensuales, una cifra que puede variar según complementos de responsabilidad, desplazamiento o tipo de proyectos.
Frente a otras profesiones del ámbito social, la figura del integrador social se sitúa en el mismo grupo profesional que los trabajadores sociales o educadores sociales pero en un nivel inferior respecto a estas al no ser una titulación universitaria, lo que repercute de forma directa en su retribución salarial.
Formación del profesional en Integración Social
Para acceder a la formación del Ciclo Superior en Integración Social es necesario haber terminado el Bachillerato, o bien, haber cursado anteriormente un Grado Medio.
Esta formación sirve de puente para realizar, posteriormente, estudios universitarios relacionados con el ámbito social como, por ejemplo, Grado en Trabajo Social, en Educación Social o el Máster en Intervención Social online que ofrece UNIR.
Además de la formación académica, es muy importante que la figura del integrador social posea gran destreza en sus habilidades sociales y sea competente en aspectos como la fluidez en la comunicación, respeto a la diversidad, y tenga tolerancia y empatía, que no juzgue, así como que posea una perspectiva realista frente a los problemas de exclusión en los que intervenga para poder alcanzar sus objetivos con los colectivos excluidos o en riesgo de estarlo.