UNIR Revista
Esta herramienta permite identificar un problema determinado para planificar y definir el plan de intervención más adecuado para solventarlo.
En el ejercicio de sus funciones, el profesional del Trabajo Social deberá llevar a cabo un diagnóstico social para lograr una definición, evaluación e interpretación lo más fiel posible de una situación determinada.
El diagnóstico social es responsabilidad del trabajador social y sirve para recabar datos, interpretar toda la información y determinar así el tipo de intervención más adecuada que se debe llevar a cabo para mejorar o dar solución a un problema social concreto. Por eso, este método es muy útil para establecer los objetivos de la intervención social, tomar decisiones y definir un plan de acción.
Los objetivos del diagnóstico social se dividen en dos:
- Responder a la pregunta ¿qué sucede? y brindar una imagen de la situación que sirva para establecer estrategias de actuación.
- Responder a la pregunta ¿qué hacer? y servir de base para implementar acciones concretas, tales como un plan, un proyecto, un servicio, etc.
Así, el objetivo principal del diagnóstico es que el trabajador social recabe información, a través de la observación, la entrevista y otros métodos de captación de datos. Posteriormente, el trabajador social elaborará una valoración técnica que servirá para abordar la situación, proponer mejoras y soluciones a través del tipo de intervención social más adecuada.
En definitiva, diagnosticar consiste en que el profesional otorgue un significado al problema en la realidad social analizada que podría ser de cualquier tipo, por ejemplo: de salud, de vivienda, económico, familiar, cultural, entre otros.
Esta práctica debe incluir el punto de vista del usuario, es decir, la percepción personal que tiene un individuo o un grupo de personas de sus propias necesidades, de su problema o capacidades.
El diagnóstico social, una de las funciones del trabajador social
El diagnóstico social es una fase más del conjunto de funciones que realiza un trabajador social. Este experto:
- Primero recoge información para conocer la realidad social que deberá modificar con una intervención profesional.
- Después realiza una interpretación técnico-científica de esta situación, valora los datos y desarrolla el diagnóstico.
- Para, posteriormente, definir la planificación y establecer los objetivos.
Dentro del diagnóstico social se incluye un pronóstico que ofrece información sobre la situación evaluada: determina el grado de reversibilidad, los medios y recursos necesarios para ponerle solución y mejorarla. De esta forma, el diagnóstico también ayuda al trabajador social a definir los plazos de actuación.
La última fase de esta lista de funciones consta de una evaluación de los resultados obtenidos y concluir el trabajo en caso de que se hayan logrado los objetivos.
La elaboración de un diagnóstico social precisa de un profesional capacitado. En UNIR, el Grado en Trabajo Social online brinda al estudiante la formación requerida para trabajar con colectivos vulnerables o personas en riesgo de exclusión social, entre otros. También, estará capacitado para ayudar a mejorar la situación de estos grupos sociales, ofreciéndoles una atención de calidad adaptada a sus necesidades.
Niveles del diagnóstico social
En el diagnóstico se diferencian tres niveles:
- Nivel descriptivo. Se detalla la situación, el usuario y el problema planteado. Es una síntesis del problema y de la situación.
- Nivel causal. Se basa en interpretar relaciones posibles de causa-efecto presentes en el problema o situación evaluada. El objetivo es buscar las causas que provocan que se produzca esa realidad.
- Nivel de evaluación. Se exponen los elementos personales y sociales que pueden proporcionar una solución al problema o hacer que mejore. Asimismo, se valorarán los aspectos que incidan de forma negativa.
Los niveles son secuenciales, es decir, su punto de inicio es el nivel descriptivo y finalizan con el nivel de evaluación. La herramienta del diagnóstico facilita el trabajo de estos profesionales, pues les permite diagnosticar, planificar y racionalizar las intervenciones, además de evaluar las actuaciones desarrolladas.
Elementos que componen un diagnóstico social
Los componentes se integran dentro del proceso metodológico del diagnóstico. En total son tres:
- Persona. En ella, el trabajador social debe ser capaz de analizar la personalidad del usuario, su funcionamiento, capacidad intelectual y social y su motivación. El profesional deberá usar este componente para ver cómo afecta a la persona la naturaleza del problema, los sentimientos que le provoca, los motivos personales que guían el cambio y así establecer qué tipos de soluciones se necesitan para atajar el problema según su personalidad.
- Demanda. Representa el problema en sí mismo. La persona solicita la ayuda de un profesional. No siempre la demanda coincide con la necesidad real del usuario, por ello el trabajador social debe evaluar y definir un diagnóstico adecuado para brindar la intervención correcta.
- Institución. Este componente hace referencia al organismo que se encargará de proporcionar el apoyo y ayuda necesaria. Es la herramienta principal para distribuir los recursos asociados a la intervención elegida para mejorar la situación diagnosticada.
Estos componentes ayudan a conocer y a entender a las personas, identificar y detectar su problema y lo que demandan, y analizar la manera para movilizar los recursos que se necesitan para solventar la situación.
Beneficios del diagnóstico social
El diagnóstico social es una metodología de suma importancia para el trabajador social porque sitúa al profesional en una situación de ventaja al proporcionarle información fundamentada sobre una situación social compleja que tiene que solucionar.
Esta herramienta es básica para que el trabajador social ejecute sus funciones, ya que gracias a ella logra saber qué plan de trabajo implementar, ejecutar las acciones pertinentes, realizar un pronóstico y, posteriormente, evaluar los resultados.
Sin esta herramienta, el trabajador social realizaría su labor sin una directriz, lo que podría conllevar al fracaso profesional y evitaría que se cumpliera con el principal propósito de esta profesión: lograr un mayor bienestar social.
En definitiva, la importancia del diagnóstico social radica en la utilidad que tiene para la ejecución de los servicios de Trabajo Social. Así, la realización de un buen diagnóstico permite que se lleve a cabo una correcta intervención por parte del trabajador social.