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El diario de campo es una herramienta fundamental en el trabajo social, pues permite a los profesionales evaluar sus métodos y analizar cada caso de la forma más detallada.
Documentar los datos, observaciones y reflexiones relacionadas con una investigación es la principal función del diario de campo, una herramienta de gran valor para las diferentes disciplinas científicas y que, en el caso del trabajo social, ayuda a los profesionales a ofrecer un mejor servicio a las personas y comunidades con las que trabajan.
¿Qué es un diario de campo?
El diario de campo es una herramienta que utilizan los investigadores para registrar todas sus observaciones y experiencias, así como los datos que van recogiendo durante sus estudios sobre un tema específico o sus interacciones con individuos, comunidades, pueblos o ecosistemas. Podría decirse que se trata del diario que contiene toda la información relativa a una investigación de campo.
Este tipo de documento es más habitual en las ciencias e investigaciones que implican un trato directo con personas, como pueden ser la antropología, la psicología, la sociología o el trabajo social; si bien, también se utiliza para otras disciplinas que requieren de la observación, como es el caso de la biología o la geología.
De este modo, se trata de una herramienta indispensable para los investigadores al permitirles mantener un registro detallado y organizado de todas las actividades y eventos a los que asisten con fines científicos. En el diario de campo se recogen todo tipo de datos, reflexiones y percepciones acompañadas de fotografías, planos o cualquier información que ayude a documentar y comprender los temas de estudio.
Características de un diario de campo
Las características fundamentales de un diario de campo son:
- Detalle: el documento debe ser lo más explícito y descriptivo posible incluyendo toda la información relacionada con el tema de observación para poder realizar un estudio en detalle. Entre esos datos figuran también la fecha, hora o condiciones ambientales de cada jornada de trabajo.
- Objetividad: aunque el diario de campo puede contener reflexiones e impresiones del investigador, es importante que sea objetivo, evitando la interpretación subjetiva de los acontecimientos o las personas.
- Organización: debe estar muy bien organizado de forma lógica y sistemática para facilitar el estudio teniendo en cuenta la función del diario de campo como instrumento de evaluación.
- Contextualización: el propósito y características del estudio deben disponer de un contexto que detalle los métodos utilizados y cualquier dato relevante para la investigación.
- Flexibilidad: las características y necesidades de una investigación pueden ir cambiando a medida que se profundiza en el tema o el entorno, por lo que el diario de campo debe ser flexible para adaptarse a esta evolución.
Objetivos del diario de campo
Aunque las funciones y objetivos específicos de un diario de campo pueden variar en base a las características propias de cada estudio, en general este tipo de documentos tienen como objetivo principal el registro sistemático y completo de toda la información relacionada con un ámbito de estudio. Dentro de esa misión, el diario de campo cumple diferentes funciones:
- Registrar observaciones detalladas sobre las que apoyar las conclusiones de un estudio.
- Documentar procedimientos y métodos utilizados durante el estudio para comprender el proceso.
- Apoyar la validez y credibilidad de una investigación, así como mejorar su calidad, al dar cuenta del proceso de estudio y la forma en la que se obtuvieron los datos.
- Facilitar el análisis y la interpretación de los datos recogidos ayudando a los investigadores a definir patrones y tendencias.
- Generar nuevo conocimiento, además de nuevas preguntas e hipótesis, a partir de la sistematización de la información registrada.
- Fomentar la reflexión crítica y favorecer la reflexividad del investigador mediante la toma de conciencia de sus propios sesgos y el análisis de las experiencias desde diferentes puntos de vista. Esto contribuye también a su propio desarrollo profesional.
En general, los objetivos del diario de campo se enmarcan en la documentación de procedimientos y métodos que permiten ahondar en el análisis y la interpretación de los datos de una investigación, aportándole mayor calidad y facilitando la colaboración y fomentando la reflexión. Es indispensable para poder realizar el análisis de datos y tener en cuenta la triangulación de las distintas fuentes.
El diario de campo en trabajo social
Como ocurre en otras disciplinas que tienen como objeto de trabajo las personas, el diario de campo en trabajo social se convierte en una herramienta esencial a la hora de registrar y reflexionar sobre las observaciones y experiencias de los profesionales de este ámbito en su interacción con individuos, familias o comunidades.
Son muchas las ventajas que el diario de campo brinda para el correcto desempeño de las funciones del trabajador social; destacan las siguientes:
- Registro de información, incluyendo datos relevantes como fechas, lugares, conversaciones o eventos, el seguimiento de casos individuales o grupales y su evolución o la evaluación de la eficacia de diferentes programas de trabajo social. En estos registros se pueden incluir detalles sobre las condiciones de vida, las relaciones familiares, los desafíos enfrentados por los usuarios o las estrategias de intervención utilizadas.
- Investigación social mediante la recopilación de datos cualitativos, la generación de hipótesis o ideas para futuras investigaciones o la triangulación de datos con otras técnicas de investigación. Del mismo modo, también permite a los profesionales planificar intervenciones y actividades específicas, y evaluar la efectividad de su trabajo.
- Reflexión crítica sobre las experiencias vividas en el desarrollo de la profesión incidiendo en la identificación de necesidades y problemáticas sociales a partir de la observación y facilitando la toma de decisiones informadas y fundamentadas.
- Desarrollo profesional y personal mediante la autoevaluación del propio trabajo identificando fortalezas y áreas de mejora. Con el diario de campo, los trabajadores sociales también reflexionan a nivel personal y profesional sobre sus propias reacciones y métodos gracias a un aprendizaje continuo.
Aplicaciones del diario de campo en trabajo social
En general, el diario de campo puede aplicarse a la práctica totalidad de tareas dentro del trabajo social. En este sentido, es una herramienta muy valiosa para el registro de información con el seguimiento de los casos sobre los que se trabaja, la evaluación de los programas que se ponen en práctica o la investigación social para analizar fenómenos sociales como la pobreza, la exclusión social o la violencia.
Otra de las aplicaciones se centra en la reflexión crítica del propio trabajador social mediante el análisis de experiencias o la identificación de necesidades, pero también el desarrollo profesional y la elaboración de una memoria histórica que le permite documentar todas sus experiencias, dejar testimonio de la realidad social de una época y dar una mayor visibilidad a su profesión.
Teniendo en cuenta todas estas aplicaciones, algunos ejemplos específicos del uso del diario de campo en el trabajo social pueden ser:
- Realización de entrevistas, observaciones de las condiciones de vida y reflexiones sobre las diferentes estrategias de intervención de un profesional que trabaja con familias en situación de pobreza.
- Registro de las actividades realizadas, reacciones de los participantes, estrategias de actuación o problemas detectados en las sesiones de un programa de prevención de adicciones.
- Testimonios, evolución de los individuos y adaptación a los programas de acogida de un trabajador social que estudia el fenómeno de la inmigración y su integración en la sociedad.
¿Cómo hacer un diario de campo?
La elaboración de un diario de campo dentro del ámbito del trabajo social implica el mantenimiento de un proceso sistemático con el que registrar datos, observaciones y reflexiones. Por eso, el proceso para realizar este documento consta de los siguientes pasos:
- Definición de los objetivos que se pretenden conseguir con la investigación.
- Elección del formato sobre el que se va a trabajar (lápiz y papel, documentos digitales…).
- Establecimiento de una rutina de aportación de datos y reflexiones definiendo cuánto y cómo anotarlos.
- Definición de la estructura y la forma en la que se va a organizar el diario de campo para mantener la organización.
- Selección de los datos más relevantes y de las experiencias y observaciones que se van a registrar.
- Reflexión sobre las experiencias propias tras la recogida y análisis de los datos.
- Seguimiento del proceso con revisión y ajustes constantes para adaptarse a las necesidades y características de cada caso.
Recomendaciones
Además de los pasos para elaborar un diario de campo, existen una serie de recomendaciones y consejos que permiten crear este documento de la forma más efectiva, entre los que destacan la consistencia, tanto en la escritura como en las rutinas de registro de datos y reflexiones.
Además, el diario de campo tiene que contemplarse como algo vivo que evoluciona y se adapta a cada caso. Por eso, es importante realizar revisiones y ajustes frecuentes que permitan identificar patrones y tendencias, tanto a los profesionales del ámbito del trabajo social como a otros perfiles relacionados, como pueden ser los profesionales que hayan cursado un Máster en Intervención Social o el Grado en Educación Social.
Algunos de los consejos para elaborar un diario de campo de la forma más adecuada pasan por:
- Organizar la información de la forma más detallada posible.
- Incluir todo tipo de datos y archivos que puedan resultar relevantes para el caso.
- Ser específico y detallado en toda la información incluida.
- Mantener la confidencialidad y garantizar la protección de datos.
- Revisar y actualizar constantemente el diario de campo.
- Mantener una actitud reflexiva y la honestidad con uno mismo y con la propia investigación.
- Utilizar el diario como herramienta de aprendizaje.
Con estos consejos, el diario de campo se convierte en un valor decisivo para el trabajo social y permite a los profesionales analizar los casos desde múltiples perspectivas. La consistencia y la objetividad ayudan a conseguir documentos científicos y analíticos que redundan en investigaciones efectivas y beneficiosas para el conjunto de la sociedad y multiplica el abanico de ámbitos en los que puede trabajar un trabajador social.