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La vejez y el envejecimiento son dos conceptos relacionados, pero diferentes. El primero se refiere a la etapa final de una persona, mientras que el segundo es un proceso continuo desde que nacemos.
Conocer la diferencia entre vejez y envejecimiento es fundamental para abordar de manera integral las oportunidades y los desafíos asociadas a estos dos conceptos y establecer enfoques más precisos y efectivos.
Ambos términos están relacionados con el paso del tiempo, en el que la vejez se erige como resultado del envejecimiento. Por lo tanto, la vejez es una etapa correspondiente al final de la vida y se caracteriza por ser un estado o condición específica, mientras que el envejecimiento es un proceso continuo que ocurre desde que nacemos y que conlleva cambios psicológicos, biológicos y sociales.
El envejecimiento se puede dividir en diferentes etapas (infancia, adolescencia, madurez…) y la vejez solo se refiere a la etapa final de una persona, la cual termina con la muerte. Veamos ambos conceptos más en detalle.
¿Qué es la vejez?
La vejez es la última fase del ciclo vital del ser humano, una etapa de la vida que generalmente se asocia con el paso del tiempo y el deterioro gradual de las funciones del organismo.
La forma en que la vejez se manifiesta varía de persona a persona, ya que se ve influenciada por determinados factores como la genética, el estilo de vida, la atención médica recibida, aspectos sociales y económicos, entre otros.
No existe una edad concreta a partir de la cual se pueda considerar como el comienzo de la vejez. No obstante, para determinar que una persona ha entrado en esta etapa se pone el foco en tres criterios:
- Edad cronológica. Aquella que representa la edad de una persona. Cuanto más mayor sea, mayor serán las posibilidades de padecer enfermedades que afecten a su organismo.
- Edad biológica. Representa el estado funcional interno y los cambios en las células, tejidos, órganos y sistemas del cuerpo. Algunas personas pueden envejecer biológicamente más rápido o más lentamente que otras debido a una variedad de factores, como el estilo de vida, la genética, la salud mental, la nutrición y la actividad física.
- Edad psicológica. Es un concepto que se refiere a la percepción subjetiva que una persona tiene de su propia edad en términos de desarrollo emocional, cognitivo y social. Algunas pueden sentirse y actuar más jóvenes o más viejas de lo que sugiere su edad cronológica. Factores como la salud mental, el manejo del estrés, las experiencias de vida, las relaciones interpersonales y el grado de satisfacción con la vida influyen en la percepción de la edad psicológica.
La vejez y el proceso de envejecimiento provocan modificaciones que pueden llegar a desarrollar enfermedades neurodegenerativas, frente a las cuales la intervención psicopedagógica en la tercera edad es esencial para promover un envejecimiento activo y saludable y entrenar la función cognitiva de estas personas.
El papel de los psicopedagogos consiste en brindar una atención psicopedagógica a adultos mayores adaptándose a sus necesidades, fomentando su desarrollo integral y su bienestar emocional.
Características de la vejez
Las características de la vejez son diversas y pueden variar según el estado de salud de la persona, su estilo de vida y otros factores individuales. A continuación se detallan las características de la vejez más comunes:
- Cambios fisiológicos: aparición de arrugas, pérdida de elasticidad en la piel, disminución de la densidad ósea y masa muscular, sordera, problemas de visión como cataratas, entre otras manifestaciones.
- Cambios en la memoria y función cognitiva: disminución de la velocidad de procesamiento cognitivo. Dificultades para retener datos a corto plazo, concentración y procesamiento de la información.
- Cambios en la movilidad: merma de la agilidad y la coordinación motora, lo que deriva en más riesgo de caídas y fracturas. Esto hace que se realice menos ejercicio y mantener un nivel de actividad bajo.
- Cambios nutricionales: las necesidades metabólicas en esta fase vital son distintas y pueden aparecer problemas de digestión o intolerancias.
- Cambios sociales: retirada del ámbito laboral y adaptación a nuevas rutinas y estándares sociales.
- Cambios en la percepción externa e interna: el anciano comienza a ver el paso del tiempo y a sí mismo de forma distinta.
Estas características de la vejez son las más comunes y a ellas se pueden añadir otras que estén relacionadas con enfermedades propias de esta etapa (hipertensión, diabetes, demencia senil…).
¿Qué es el envejecimiento?
El envejecimiento, a diferencia de la vejez, es un proceso natural y continuo y no una etapa específica de la vida. Este proceso ocurre a lo largo de la vida en el organismo de una persona hasta su muerte y puede ser influenciado por factores genéticos, ambientales y de estilo de vida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), define el envejecimiento como “el resultado de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, lo que lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, a un mayor riesgo de enfermedad y, en última instancia, a la muerte”.
El envejecimiento está asociado a una serie de cambios biológicos, psicológicos y sociales que se producen con el tiempo.
Tipos de envejecimiento
Hay varios tipos de envejecimiento, clasificados en función de determinados criterios y enfoques:
Envejecimiento óptimo o ideal
Es el tipo de envejecimiento deseado, ya que se caracteriza por tener una buena salud física y mental, alta calidad de vida y capacidad completa para realizar actividades básicas y significativas.
A las personas con un envejecimiento óptimo no se les ha diagnosticado ninguna enfermedad crónica y aún no se evidencian signos de deterioro cognitivo. Su estilo de vida es saludable, no fuman ni consumen alcohol, y realizan de forma habitual actividad física.
El envejecimiento activo es la forma de promover este tipo de envejecimiento, optimizando las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida, con el propósito de aumentar la esperanza y calidad de vida en la vejez.
Envejecimiento normal o habitual
Es el que surge como consecuencia del paso del tiempo. Con él, se perciben cambios biológicos y fisiológicos, los cuales pueden incluir la pérdida de masa muscular, disminución de la densidad ósea, modificaciones en la función cardiovascular o alteraciones en el sistema inmunológico.
A su vez, en este tipo de envejecimiento hay factores de riesgo bajo o medio, puede manifestarse más de una enfermedad crónica, una ligera incapacidad en el área funcional (pero sin llegar a causar dependencia) y un deterioro cognitivo leve o inexistente.
Envejecimiento patológico
Hace referencia a los trastornos y enfermedades provocados por el envejecimiento. El deterioro cognitivo con el envejecimiento patológico es muy significativo y provoca demencias o estados en los que la autonomía funcional de la persona se ve afectada.
Además, las personas pertenecientes a esta tipología padecen enfermedades crónicas. Su estado de salud es deficitario, independientemente de los hábitos, nivel de actividad y comportamiento y suelen ser personas dependientes.
Los factores emocionales pueden contribuir a este tipo de envejecimiento, provocando traumas, alteraciones de comportamiento, depresión, etc.
El proceso de envejecimiento no se puede paralizar, pero hay profesionales especializados que dan respuesta a las necesidades de estas personas y trabajan para promover un envejecimiento saludable y mejorar su calidad de vida e integración social.
Para convertirse en uno de estos expertos y trabajar con personas de la tercera edad o trabajar en un centro de día es necesario estudiar un grado relacionado con el ámbito sanitario (Medicina, Enfermería o Fisioterapia) o de servicios sociales (Educación Social, Trabajo Social, etc.).
Después, para ampliar las posibilidades laborales, se pueden complementar estos estudios con un posgrado como el Máster en Gerontología online de UNIR, el cual brinda un enfoque innovador para ofrecer una atención de calidad, centrada en el apoyo a la autonomía, independencia y derechos de los adultos mayores.
La importancia de la intervención social en el envejecimiento y la vejez
El envejecimiento es irreversible y se manifiesta en cada persona de manera diferente, según causas genéticas, factores sociales, ambientales o determinados entornos físicos. Tanto el envejecimiento como la vejez pueden generar situaciones de vulnerabilidad que precisan de una atención de calidad en la que se consideran factores físicos, sociales, económicos y emocionales, cuestiones que se analizan en el Máster en Intervención Social online de UNIR.
Así pues, la intervención social en el proceso de envejecimiento y en la vejez es esencial para promover hábitos de vida saludable, contribuir a reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles, mejorar la capacidad física y mental, y fomentar la autonomía para retrasar la dependencia de cuidados lo máximo posible.
Las funciones principales de la intervención social en este ámbito son:
- Proporcionar redes de apoyo social para evitar el aislamiento y la soledad.
- Contribuir al establecimiento de entornos favorables y propicios. Por ejemplo, que los adultos mayores puedan llevar a cabo actividades relevantes para ellos o se facilite el acceso a viviendas accesibles y seguras.
- Desarrollar y acercar a estas personas a programas de promoción de la salud, para mejorar su estado bienestar.
- Aumentar la capacitación, con actividades mediante las cuales puedan ocupar su tiempo y adquieran nuevas habilidades y conocimientos.
- Fomentar la participación activa y, por ende, su inclusión social de estas.
- Ofrecer apoyo psicológico para abordar problemas emocionales y promover con ello el bienestar mental.
Estas acciones están destinadas a mejorar la calidad de vida de las personas mayores y abordar los desafíos asociados con el envejecimiento y la vejez. Por tanto, este tipo de intervenciones tienen como objetivo promover un envejecimiento activo, saludable y participativo.
Para aquellos profesionales que quieran escalar un nivel más y optar a puestos de dirección en centros sociales y sociosanitarios, UNIR ofrece el Máster en Gestión Sociosanitaria online. Esta titulación permite que el universitario desarrolle competencias en la gestión y diseño de proyectos de intervención. Además, los conocimientos adquiridos capacitan para trabajar en centros residenciales con personas dependientes, cumpliendo así con uno de los requisitos para ser director en una residencia de mayores.