UNIR Revista
En un momento especialmente complejo a nivel geopolítico, la diplomacia humanitaria se posiciona como la herramienta más eficaz y eficiente para proteger a la población civil.
Guerras, movimientos migratorios, desastres medioambientales… Las noticias diariamente alertan sobre las crisis humanitarias, activas y potenciales, de nuestro mundo. Una situación en la que se exige la generosidad de todos los ciudadanos, como individuos, y de los Estados como sus representantes, con el único fin de salvaguardar la vida humana. En este escenario cobra especial importancia la diplomacia humanitaria.
La diplomacia humanitaria nace con la intención de ser una herramienta eficaz en la protección de la vida ante las crisis humanitarias, especialmente en aquellos lugares en los que sus ciudadanos están siendo víctimas de conflictos bélicos o movimientos violentos, así como de salvaguarda frente a las consecuencias, directas o indirectas, que de los mismos se puedan derivar para su población civil.
En este sentido, la importancia de la diplomacia humanitaria radica en su neutralidad, independencia e imparcialidad, dado que su misión no es valorar los hechos que están acaeciendo sino ayudar a las víctimas involuntarias de la crisis. Como parte de esa labor de protección destaca desde garantizar que las misiones médicas y humanitarias se desarrollen en un ámbito seguro, hasta la promoción del diálogo, o la defensa del respeto del Derecho Internacional Humanitario y la exigencia de responsabilidades en caso de incumplimiento.
Sobre la diplomacia humanitaria se profundiza en el Máster en Cooperación Internacional online de UNIR. Esta titulación ofrece una visión completa sobre el conjunto de capacidades y habilidades necesarias para liderar, gestionar o promover proyectos dirigidos a lograr un impacto positivo que garantice el desarrollo humano, social y económico de una región.
Los principios de la diplomacia humanitaria
Los principios de la diplomacia humanitaria nacen del Derecho Internacional Humanitario que, desde la neutralidad, la independencia y la imparcialidad, se centra en ofrecer un marco que tenga, por objetivo, la protección de la sociedad civil.
- La defensa de la humanidad, como valor central sobre el que se cimenta el Derecho Internacional Humanitario y hacia el que se dirigen el conjunto de este tipo de acciones diplomáticas.
- La neutralidad, que implica que la labor diplomática ofrezca un escenario seguro para articular una solución pacífica a una crisis humanitaria, pero sin determinar cuál debe ser ni imponer su ejecución.
- La imparcialidad, que supone no tomar parte por ninguna de las posturas activas de esa crisis humanitaria. Un aspecto especialmente relevante si nos fijamos en los conflictos bélicos.
- La independencia, que se centra en que la diplomacia humanitaria sea plenamente libre del resultado de la solución planteada, por no verse afectada ni tener interés político o económico en la misma, debiendo tener un único objetivo como vertebrador de su acción: la protección de la vida humana.
La evolución de la diplomacia humanitaria
Prácticamente resulta imposible, en un solo artículo, reseñar la evolución de la diplomacia humanitaria a lo largo de la historia. Pero sí es posible detenerse en una idea: el concepto de humanitaria.
La diplomacia humanitaria es una herramienta fundamental en la protección de la vida y en la negociación con los actores implicados de un conflicto bélico o violento para tratar de garantizar, en la medida de lo posible, la seguridad de la población civil a través de la puesta en marcha de misiones sanitarias y corredores humanitarios, así como en la posterior reconstrucción de las regiones damnificadas.
Ahora bien, el concepto de crisis humanitaria se ha ido ampliando en las últimas décadas y, actualmente, su actuación también se circunscribe a los movimientos de refugiados por conflictos bélicos o políticos, a las crisis migratorias y a los desastres medioambientales, entre otros.
Por ello, es interesante explicar brevemente la actuación de dos actores, como representantes de la acción que puede llevar a cabo un país y una organización privada, ante las actuales crisis humanitarias:
- El Gobierno de España, con la renovación de la ley de cooperación internacional y la puesta en marcha de la primera Estrategia Española de Diplomacia Humanitaria, nacida en 2023 y que estará en vigor hasta el 2026, que tiene por objeto “promover la utilización de todos los instrumentos frente a una crisis humanitaria, salvaguardando el espacio humanitario y la acción humanitaria neutral, imparcial e independiente; y a reforzar el marco de referencia de los compromisos políticos y jurídicos asumidos por España”.
- El Comité Internacional de la Cruz Roja que, con su actuación sobre el terreno, da una respuesta eficaz a las crisis sanitarias, con el único objetivo de proteger y garantizar la vida de todas las personas.
La esencia, y razón de ser, de la figura de la diplomacia humanitaria la lleva a estar íntimamente relacionada con la cooperación internacional. De hecho, los técnicos de proyectos de cooperación internacional juegan un papel fundamental, ayudando en el desarrollo económico y social de poblaciones más desfavorecidas o que son víctimas de las consecuencias de las crisis humanitarias vividas tiempo atrás en sus países.
Entre los casos de éxito, encontramos:
- El Comité de Ayuda al Desarrollo, dependiente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, es el responsable de regular y coordinar la ayuda oficial al desarrollo, así como de determinar los destinatarios de los recursos donados para impulsar su progreso tanto a nivel económico como social.
Ejemplos de diplomacia humanitaria
Aunque son varios los ejemplos de diplomacia humanitaria que se podrían exponer en las siguientes líneas, en este artículo la atención se dirige a dos supuestos que, por la gravedad de la situación geopolítica actual, están de rigurosa actualidad:
Conflicto de Gaza
Tras el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre de 2023, y la posterior incursión de las tropas israelíes en Gaza, la acción de la diplomacia humanitaria se ha vuelto prioritaria. A la negociación de alto el fuego y corredores humanitarios, se unen las conversaciones que los mediadores están llevando a cabo para lograr la liberación de los rehenes y presos de ambos lados, la necesidad de dar una respuesta a los miles de refugiados que han perdido sus casas a consecuencia de los continuos bombardeos, así como a la gravísima crisis humanitaria y sanitaria que sufre la región.
Conflicto de Ucrania
El 24 de febrero de 2022 daba comienzo la Guerra en Ucrania y, en pocas horas, las terribles imágenes de la sociedad civil tratando de huir de las bombas y la violencia, daban la vuelta al mundo. La apertura de corredores humanitarios, así como los pactos de alto el fuego, han sido fundamentales para tratar de socorrer, en la medida de lo posible, a los ancianos, mujeres y niños que trataban de escapar de la zona de combate, además de atender a los miles de heridos. La guerra continúa a día de hoy y la ayuda internacional está siendo clave para la reconstrucción de las zonas damnificadas.
En un mundo cambiante e incierto en el que las crisis humanitarias abren informativos y protagonizan portadas de periódicos, la diplomacia humanitaria se presenta como una figura capaz de unir a los países y sus ciudadanos, con independencia de ideologías o religiones, para ofrecer una respuesta contundente que tenga como único objetivo la protección de la vida humana.
