UNIR Revista
Como líder de una ONG, el director debe mantener una estrecha comunicación con todas las áreas de gestión para detectar cualquier desviación que afecte al cumplimiento de sus objetivos.
Las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) son entidades sin ánimo de lucro cuyo fin es generar un impacto positivo en la sociedad en general. Este trabajo se logra impulsando iniciativas sociales y humanitarias que ponen su foco en sectores de la población en situación de vulnerabilidad, ya sea por un acontecimiento sobrevenido como un desastre natural o una crisis humanitaria derivada de un conflicto político, o por la coyuntura económica y social del país. De la buena gestión de las ONG dependerán sus buenos resultados.
El director de una ONG es el profesional que lidera la gestión de la organización, realizando la planificación estratégica del trabajo orientada a unos objetivos y guiada por la misión de la ONG, y siendo responsable de lograr una estructura —financiera y humana— para hacer realidad los planes.
La relación de una organización no gubernamental con sus distintos públicos de interés y financiadores hace necesario definir una estructura de gobierno y de gestión de una ONG que, con funciones y roles diferenciados, permita a la organización avanzar en el cumplimiento de su misión con una ejecución estratégica legítima y transparente.
La estructura de la ONG varía según su tamaño y el tipo de organización, pero, en general, para su definición se debe analizar:
- El tipo de financiación que recibe: una ONG puede recibir fondos privados, aportados por socios, donantes o empresas; o fondos públicos, aportados por los gobiernos u organizaciones internacionales, bien sea de forma directa o a través de convocatorias para dotar de fondos a proyectos dirigidos a fines específicos.
- El tipo de personal: las organizaciones no gubernamentales tienen habitualmente una estructura básica con personal laboral remunerado, pero muchas de ellas se apoyan en personas que trabajan de forma voluntaria para cubrir funciones o roles específicos.
Teniendo en cuenta que para ejecutar sus planes estratégicos una ONG necesitará de distintos equipos centrados en tareas como captación de fondos, contabilidad y fiscalidad, definición técnica de los proyectos, comunicación o gestión de los programas de voluntariado, entre otros, es fundamental que la organización no gubernamental cuente con un director, una persona que la lidere y tenga las habilidades para gestionar tanto los recursos humanos como los económicos.
Funciones del director de una ONG
La persona que dirige una ONG aborda un amplio abanico de funciones que se pueden agrupar en cuatro áreas generales:
- Despliega los objetivos definidos en el plan estratégico.
- Representa a la organización en sus relaciones institucionales con sus públicos de interés.
- Realiza la gestión financiera de la organización y vela por la sostenibilidad económica de la organización.
- Guía las decisiones para lograr que la ONG avance en la dirección definida por su misión y visión, anticipando los recursos necesarios y los riesgos que puedan repercutir en el trabajo de la organización.
El detalle de estas funciones depende de la estructura, tamaño y ámbito de trabajo en el que se desempeñe la ONG y normalmente quedan delimitadas en los estatutos de la misma.
Como líder de una ONG, el director debe mantener una estrecha comunicación con todas las áreas de gestión para detectar cualquier desviación que pueda afectar al cumplimiento de sus objetivos. Además, será el nexo entre los equipos y el patronato o junta directiva de la organización, el órgano de gobierno y representación, trasladándoles los principales resultados de la gestión y recibiendo la información necesaria para tomar decisiones coherentes y relevantes en su labor diaria.
Para desempeñar con éxito estas labores se requiere que el director o gestor de una ONG sea un profesional con capacidad de resolución de problemas, análisis y planificación estratégica, además de habilidades para gestionar equipos y distribuir su tiempo de la forma más eficiente posible.
¿Qué estudiar para dirigir y gestionar una ONG?
Desde las primeras menciones del término ONG cuando se creó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1945 hasta hoy, estas organizaciones han evolucionado considerablemente y requieren de talento capaz de liderar con visión estratégica y aptitudes de gestión, independientemente de su tamaño y ámbito.
Los profesionales del ámbito de la cooperación internacional que quieran dirigir una ONG deben de ser capaces de liderar con eficacia la gestión y dirección de proyectos que promuevan la mejora de la calidad de vida en el ámbito de la cooperación internacional al desarrollo.
Los licenciados o graduados universitarios en titulaciones afines a las Ciencias Jurídicas, Sociales, Humanidades, Economía y Empresa, Ciencias e Ingeniería, entre otros, cuentan con un perfil muy interesante para iniciar su carrera profesional en Cooperación Internacional.
Un posgrado como el Máster en Cooperación Internacional online de UNIR es una valiosa especialización que permite a sus alumnos tener una visión global combinada con sensibilidad local, necesaria para abordar con éxito las problemáticas que afectan a distintos colectivos y personas, impulsando así proyectos que contribuyan a la mejora de su calidad de vida, el fomento del desarrollo y la lucha contra la pobreza.
Este programa de un año ofrece al alumno una visión completa sobre la cooperación internacional, profundizando en el desarrollo sostenible en regiones como América Latina y Caribe, África o Asia, en la gestión integral de proyectos y en enfoques transversales entre cooperación y acción humanitaria. Los egresados contarán con las herramientas y conocimientos para orientar sus caminos profesionales hacia posiciones en organismos públicos, entidades privadas y ONG, en posiciones que van desde el técnico en cooperación hasta puestos de gestión y dirección en organizaciones internacionales.