UNIR Revista
El diseño de proyectos pretende abrir una oportunidad de inversión que permita resolver un problema existente. Requiere de análisis, visión estratégica y un método específico para llevarlo a cabo.
El diseño de proyectos sociales es un proceso analítico y organizativo que permite elaborar una propuesta de trabajo para materializar las acciones que contribuirán a resolver un problema social. Con el diseño de un proyecto se busca, además, abrir una oportunidad de inversión.
Para que un proyecto social logre su meta, es necesario realizar un diseño y una evaluación correcta y apropiada para los fines que se persiguen. Desde definir correctamente los beneficiarios hasta obtener unas magnitudes que sirvan de punto de partida para medir los resultados. El diseño de proyectos sociales requiere análisis, visión estratégica y método para su correcta formulación, ejecución y evaluación.
La definición técnica dice que un proyecto social es la “unidad mínima de asignación de recursos que, a través de un conjunto integrado de procesos y actividades, pretende transformar un aparte de la realidad con el objetivo de solucionar uno o más problemas sociales”. En general, el diseño de un proyecto social se realiza siguiendo unas etapas:
- Definir el problema social principal que se va a abordar.
- Marcar los objetivos y valorar el impacto que se va a generar.
- Identificar, espacial y temporalmente, a los beneficiarios del proyecto.
- Definir la estrategia adecuada para afrontar la problemática.
- Definir los recursos necesarios.
- Fijar un método de investigación y desarrollo para medir los resultados alcanzados.
De esta manera, un proyecto bien diseñado contemplará de forma clara el diagnóstico de un problema social, los beneficiarios y actores clave, las estrategias para abordar la problemática, los objetivos del proyecto y resultados esperados, el detalle de actividades que se pondrán en marcha para lograr esos resultados, los recursos necesarios para ejecutarlo y cómo se medirán los resultados de cara a la evaluación y justificación del proyecto.
Como etapa previa al diseño del proyecto social, es necesario realizar un análisis e identificación de problemas sociales, sus causas, los grupos afectados, definir indicadores y una línea de base y las posibles estrategias con las que se abordaría la situación. Tras ese diagnóstico de la situación, se podrá identificar el problema social principal que se va a abordar, con sus causas y efectos, y la estrategia para cumplir los objetivos.
Además, a la hora de diseñar un proyecto se recomienda aplicar el sistema de marco lógico, es decir, que el enfoque del proyecto sea el de dar respuesta concreta a las problemáticas detectadas. El sistema de marco lógico es una herramienta que se diseñó en los años 70 para agencias internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con el objetivo de ajustar el gasto de recursos a los resultados obtenidos y así evitar ineficiencias.
Pero además de diseñar el proyecto, es necesario conocer las mejores herramientas para su gestión y posterior justificación. Por eso, para desarrollar una exitosa carrera profesional en el ámbito de los servicios socio educativos será clave contar con una sólida formación que permita conocer todas las aristas implicadas en el ciclo de vida de un proyecto.
El Grado en Educación Social a distancia de UNIR ofrece un plan de formación completo y transversal para el desarrollo de una carrera profesional en el ámbito de la intervención socioeducativa. Esta titulación plantea, bajo un prisma multicultural y plural, estrategias de prevención, mediación e intervención dirigidas a distintos grupos sociales, desde infancia y adolescencia, a menores infractores, familia en situación de vulnerabilidad, personas mayores y dependientes, entre otros. Los egresados podrán acceder a puestos en el ámbito público o privado, y serán capaces de desarrollar estrategias de prevención, mediación e intervención adaptadas a distintos ámbitos, desde la infancia y la adolescencia, colectivos vulnerables, tercera edad, etc.