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El trabajo social pretende crear una sociedad más justa y, para lograrlo, necesita apoyarse en la economía para entender cómo ciertos indicadores económicos afectan a la vida de las personas.
El objetivo de los trabajadores sociales es impulsar el desarrollo social y buscar el bienestar de todos los integrantes de una sociedad, mientras que la economía analiza la producción, distribución y consumo de bienes y servicios y los procesos de generación de riqueza. Al ver estas definiciones, la relación entre economía y trabajo social no parece evidente, pero ambas disciplinas se necesitan mutuamente.
Hay que considerar que la economía y sus desajustes tienen importantes repercusiones en la sociedad, como el incremento del paro o la inflación, que afectan directamente la calidad de vida de las personas. A la larga, esto puede implicar que más personas necesiten la intervención de los trabajadores sociales.
Además, estos profesionales requieren de las herramientas que les proporciona la economía si quieren ejecutar correctamente su labor. Cuando elaboran proyectos de intervención necesitan manejar adecuadamente conceptos como presupuestos, costes o proyecciones.
Por su parte, el trabajo social es fundamental para alcanzar el estado de bienestar, puesto que busca dotar de herramientas a personas, familias y comunidades para que sean promotores de su cambio. Esto significa que, con sus intervenciones, ayuda a la gente a convertirse en generadores de riqueza.
Otro ámbito económico en el que el trabajo social desempeña una labor relevante es el universo empresarial. Los consumidores son cada vez más conscientes de cómo se producen los bienes o servicios que adquieren, por lo que la responsabilidad social corporativa ha cobrado renovada importancia. Ante este panorama, las empresas se apoyan en los trabajadores sociales para contribuir activa y voluntariamente a la mejora de la sociedad.
Áreas y herramientas de la economía empleadas en el trabajo social
Como ya se mencionó, los trabajadores sociales requieren de conocimientos económicos para efectuar su labor. Algunas de las herramientas o especialidades de la economía que les resultan útiles son:
- Microeconomía. Analiza el comportamiento de agentes individuales, como son las empresas, los individuos o las familias y sus interacciones con los mercados. Los conocimientos que aportan resultan esenciales al analizar cómo ciertas decisiones económicas afectan al bienestar de las personas o grupos a intervenir. Asimismo, se usa para decidir la mejor manera de asignar los escasos recursos disponibles entre distintas alternativas.
- Macroeconomía. Esta rama de la economía estudia los aspectos globales de la misma. Al analizar fenómenos como los ciclos económicos, la inflación o el desempleo, permite prever las consecuencias de los mismos dentro de las comunidades.
- Estadística y contabilidad. Son instrumentos de la economía necesarios para realizar correctamente los proyectos de intervención, justificarlos y buscar financiación.
- Gestión de empresas. Es necesaria para manejar con eficacia y eficiencia los recursos disponibles dentro de las organizaciones dedicadas a respaldar el correcto desarrollo de la sociedad.
- Conceptos como déficit, inflación o Producto Interno Bruto (PIB) sirven para entender cómo una decisión puede contribuir a generar riqueza o pobreza.
La economía social
Una de las áreas de la economía que resulta de particular interés para el trabajo social es la economía social. De acuerdo con la Ley 5/2011, de 29 de marzo, de Economía Social, esta se puede definir como “el conjunto de las actividades económicas y empresariales, que en el ámbito privado llevan a cabo aquellas entidades que persiguen bien el interés colectivo de sus integrantes, bien el interés general económico o social, o ambos”.
Uno de los principios orientadores de este tipo de economía consiste en poner por delante del capital a las personas y los fines sociales. Esta también promueve la solidaridad dentro de sí misma y en la sociedad, favoreciendo el desarrollo local, la igualdad de oportunidades, el empleo estable de calidad y la conciliación de la vida personal, familiar, laboral y la sostenibilidad.
Lo anterior significa que la economía social busca resolver las necesidades de todos, combatir la exclusión y fomentar la solidaridad, objetivos que comparte con el trabajo social.
Algunas de las entidades que forman parte la economía social son:
- Cooperativas
- Sociedades laborales
- Fundaciones
- Mutualidades
- Centros especiales de empleo de iniciativa social (CEEIS)
- Cofradías de pescadores
- Asociaciones que trabajan con personas con discapacidad y en la inserción de personas en exclusión
La relación entre economía y trabajo social es una de las cuestiones que se analizan en profundidad en el Grado en Trabajo Social online de UNIR. Este proporciona a sus estudiantes los conocimientos sobre economía indispensables para que los trabajadores sociales puedan desempeñar con éxito su labor
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