UNIR Revista
El envejecimiento activo es fundamental en la calidad de vida de los mayores, repercutiendo en su estado físico, emocional, mental y social.
La importancia de un envejecimiento activo y saludable radica principalmente en su propósito, pues con su aplicación se pretende mejorar la esperanza de vida de la población mayor a través de diferentes actividades.
El deterioro cognitivo aumenta a medida que se envejece, por ello envejecer de forma activa es fundamental para ralentizar este deterioro y optimizar el estado físico, emocional, mental y social de las personas mayores.
Ejemplos de envejecimiento activo
El envejecimiento activo está recogido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el “proceso continuo de optimización de oportunidades para mantener y mejorar la salud física y mental, la independencia y la calidad de vida a lo largo de la vida”. Es responsabilidad de los países afrontar este proceso mediante políticas y programas que mejoren la salud, la participación y la seguridad de las personas mayores.
El envejecimiento activo se ejemplifica en los siguientes casos:
- Programas de intervención psicopedagógica para la tercera edad. Esta práctica es muy útil para las personas de la tercera edad, pues el entrenamiento cognitivo es vital para prevenir el deterioro de las funciones cerebrales y mantiene en un buen nivel las habilidades del adulto, fomentando su autonomía.
- Mantener una mente activa es uno de los ejemplos de envejecimiento activo más básicos. Esto tiene un marcado carácter preventivo y permite que las personas mayores refuercen conocimientos y trabajen la memoria.
- Fomento de vida y alimentación saludable. El envejecimiento activo se ejerce también mediante la aplicación de hábitos saludables, donde se siga una dieta equilibrada y se evite, por ejemplo, fumar o consumir alcohol.
- Mantener un estado de tranquilidad y paz mental. Fundamental para eludir episodios de depresión, ansiedad o estrés que perturben el buen estado de salud mental.
El envejecimiento activo en España se promueve a través de iniciativas para detectar, prevenir y tratar la fragilidad en mayores. Por fragilidad se entienden los riesgos a los que está expuesta esta parte de la población. Para ello, es imprescindible que exista una coordinación sociosanitaria en el conjunto del sistema sanitario y social, pues únicamente de esta manera se puede garantizar una atención de calidad a las personas mayores.
Las políticas y programas son llevados a cabo por profesionales especializados en este ámbito. Esta especialización se consigue a través de formaciones superiores como el Máster en Intervención Social online de UNIR, que enseña a diseñar estrategias y evaluar situaciones para desarrollar programas de intervención social destinados, por ejemplo, a mejorar la calidad de vida de las personas, promover un envejecimiento activo y evitar que se produzcan casos de desigualdad, discriminación o exclusión social.
UNIR también ofrece el Máster en Gestión Sociosanitaria online, que complementa a la titulación nombrada anteriormente con la particularidad de que este máster permite desarrollar competencias para acceder a posiciones de director de centros sociales o centros sociosanitarios.
Beneficios del envejecimiento activo
Los beneficios del envejecimiento activo están relacionados con la mejora de las condiciones y calidad de vida de las personas que lo practican. Entre ellos señalar:
- Buen estado físico. Favorece al mantenimiento de un buen estado de forma, lo que significa que hay menos probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares o cardiopatías, disminuye la tensión arterial y mejora la calidad del sueño. Además, repercute en la salud ósea, disminuyendo el riesgo de caídas al mejorar las funciones musculares.
- Calidad de vida. El envejecimiento activo contribuye al bienestar personal y social de las personas mayores porque permite tener un desarrollo pleno a medida que envejecen.
- Salud mental. Realizar actividades de envejecimiento activo reduce los niveles de estrés y es clave para evitar episodios de depresión o ansiedad.
- Capacidades cognitivas. La actividad mental es vital para mantener activas y en un nivel óptimo las capacidades cognitivas, responsables de los procesos mentales por los que se aprende y se piensa. El envejecimiento activo contribuye a mejorar estos procesos tan importantes para la vida cotidiana.
- Socialización. Aumenta la participación e integración en la sociedad de las personas mayores, relacionándolos con su entorno y evitando así su aislamiento social.
Actividades para el envejecimiento activo
Los actividades para el envejecimiento activo se llevan a cabo en centros de día, residencias, ayuntamientos o en la consejería de servicios sociales de cada comunidad autónoma:
- Actividades al aire libre. Las rutas, los paseos o las excursiones contribuyen a tener un mejor estado de bienestar, ya que el contacto con la naturaleza proporciona beneficios para la salud mental y física.
- Actividades aeróbicas y rítmicas. Zumba, yoga, pilates, aeróbic, etc. Estos son algunos ejemplos de actividades que se pueden realizar con mayores y que permiten mejorar su salud cardiovascular y mantener fuerte su musculatura.
- Talleres y manualidades. Las prácticas artísticas fomentan la creatividad de las personas de la tercera edad y contribuyen a mantener una mente activa. Es un programa de estimulación muy efectivo, que retrasa las consecuencias del deterioro cognitivo.
Estas actividades están orientadas a mantener la calidad de vida y el bienestar de las personas cuando envejecen. Por ello, es fundamental que sean de fácil acceso y estén disponibles para cualquier persona que desee realizarlas. Al respecto, el director de la residencia se encargará de incorporar a su programación actividades para el envejecimiento activo como estas, con el objetivo de mantener una calidad asistencial del máximo nivel y garantizar el bienestar de los residentes.