María Crespo Garrido
La administración pública se realiza gracias a los recursos coactivos que se exigen a los ciudadanos, por lo que no debe realizarse de un modo arbitrario.
El análisis de la actividad realizada en cualquier entidad pública reclama una gestión pública eficiente y eficaz, pues la administración pública de recursos se realiza gracias a los recursos coactivos que se exigen a los ciudadanos, por lo que no debe realizarse de un modo aleatorio, y mucho menos arbitrario.
Sin embargo, quienes defienden una permanente intervención de los poderes públicos en la economía no aducen criterios en los que se maximiza el beneficio minimizando los gastos, pues en la actuación pública difícilmente puede prevalecer la eficiencia, ya que, entre otros motivos, los agentes públicos carecen de competencia y, entre sus prioridades no se encuentra la maximización de los beneficios, propia del empresario.
Eficiencia y productividad
Esto no implica que el Sector Público deba renunciar a los criterios de eficiencia en su intervención. Pues sería tanto como admitir que la actuación pública en la esfera económica es siempre ineficaz, de manera que la provisión de bienes y servicios se debería realizar siempre a través del mercado.
Por otro lado, lo cierto es que, si la Administración Pública interviene en aspectos que funcionan perfectamente en el mercado, no sólo se está renunciando a los criterios de productividad, sino que están empleándose recursos que deberían destinarse a otros fines. O lo que es peor, esta situación provoca un crecimiento de la estructura pública innecesaria, que se financia con ingresos públicos conseguidos de manera coactiva.
Para todo ello, es necesario conocer métodos y técnicas que conozcan la forma de evaluar las actividades realizadas y tras este estudio, se pongan en marcha las medidas precisas que garanticen la mejora de la calidad de esta gestión.
Gestión del talento
En este punto, la administración de los recursos humanos no puede olvidarse. Ya que la gestión del talento, la puesta en marcha de los estímulos que potencien el liderazgo y el establecimiento de un proceso de incentivos para los gestores públicos, son algunos de los puntos que debe considerar cualquier persona que tenga ciertas responsabilidades de gestión en la Administración Pública.
Así que, los aspectos básicos a revisar y estudiar son la tanto la gestión económica y presupuestaria de los recursos económicos y humanos, la evaluación de los procesos llevados a cabo tradicionalmente y la mejora de su calidad. Y, como no puede ser de otro modo, cuando se estudia la gestión de las Administraciones Públicas conectadas virtualmente, se deben conocer los nuevos procesos electrónicos.
Y, por supuesto, toda esta gestión se estudia desde la óptica de la ética pública, pues, si es una materia imprescindible en cualquier organización, en las Administraciones públicas, el gestor debe velar extraordinariamente porque su gestión sea ética, ya que la administración de los recursos se hace tras un proceso de captación de recursos coactiva.
¿Qué es necesario saber para ser un buen gestor público?
En la actualidad, todas las personas en general, y los gestores públicos en particular, han de tener en cuenta que el nuevo marco de actividad, es un entorno digital. Y cómo la Administración Pública ha experimentado un desarrollo tecnológico mediante planes, decretos y leyes (Plan Moderniza, Plan @avanza, Ley 11/2007 o Ley de administración electrónica, Ley 59/2003 de la firma electrónica, Ley Orgánica 15/1999, de protección de datos de carácter personal, etc.), y el impacto que han tenido en la sociedad, y qué han supuesto para los ciudadanos.
Para ello se han de asimilar unas nociones de administración electrónica que ya se atisbaron hace tiempo en América Latina, impulsadas no sólo por el hecho de tener una administración más efectiva y eficiente, sino por la idea de dar a conocer a los ciudadanos en qué se emplean los recursos en un ejercicio de transparencia, fortaleciendo de esta forma las democracias.
Pero en esta realidad no se puede olvidar el punto de vista del ciudadano, para ello el gestor público debe conocer los aspectos fundamentales de elementos básicos en el desarrollo de las TIC en la Administración Pública española, como la aparición del DNI electrónico, los certificados digitales, etc. Así como la seguridad que conlleva el uso de estos, y la privacidad (LOPD), la computación en Cloud, cuyo fin es compartir servicios e infraestructuras para reducir gastos de mantenimiento y disminuir las necesidades de inversión.
Considerando la red Sara como el eje sobre el que se sustenta la Administración Electrónica y analizando los datos anteriores, se determinó la migración de la misma a la nube privada. De esta manera se comparten infraestructuras y servicios, se reducen gastos de mantenimiento, y se disminuye la inversión necesaria. Y, los gestores públicos, no pueden olvidar que toda su actividad debe ir impregnada de la imprescindible ética en la administración de sus recursos, y que, sin perjuicio de que la actividad pública no tenga competencia, esto no es óbice para que su actuación deba ser ejemplar y ejemplarizante.
- Máster en Liderazgo y Gestión Pública UNIR-IADG