Santiago Prado Conde
¿Por qué se les conoce a los trabajadores sociales como asistentes sociales? Nos adentramos en la evolución histórica del Trabajo Social.
En el uso cotidiano, escuchamos habitualmente que a los profesionales del Trabajo Social se les denomina asistentes sociales. Esta utilización, que no es exclusiva de España, genera un profundo malestar en dichos profesionales —los trabajadores sociales— porque entraña un profundo desconocimiento de la profesión y del campo científico de la disciplina. Es necesario conocer la historia del Trabajo Social para comprender mejor a qué se debe este uso erróneo en la terminología.
Los orígenes del Trabajo Social
Para arrojar algo de luz, es necesario retrotraernos al contexto de nacimiento de las ciencias sociales. El siglo XIX viene precedido del impacto de las ideas ilustradas y las revoluciones liberal, industrial y burguesa, y la americana y la francesa, que son el caldo de cultivo para ir construyendo una nueva manera de entender la sociedad y el germen del Estado Moderno.
La Revolución Industrial, de manera específica, es reconocida como una de las mayores transformaciones en el campo económico, tecnológico y social en la historia del ser humano, es decir, pone en marcha múltiples recursos de tipo productivo. Además, se llevan a cabo transformaciones sociales realmente significativas, como, por ejemplo, el primer gran éxodo rural-urbano.
Así pues, el Trabajo Social como disciplina científica nace en el contexto de fuertes cambios acelerados que propició la Revolución Industrial. De hecho, aparecen los denominados obreros industriales, su hacinamiento en barrios proletarios y múltiples problemas relacionados con el campo de la higiene y la salud. A todo esto, se suman las dificultades de las personas que ni tan siquiera accedían a una actividad laboral y a las que había que dar una respuesta, puesto que el Estado no era capaz por sí solo de proporcionarla. Nacen así sociedades filantrópicas y personas caritativas que junto a la respuesta estatal iban paliando algunas situaciones, pero el despilfarro de recursos económicos también se hizo patente.
La cuestión social: los primeros pasos hacia una disciplina científica
La preocupación por el rápido crecimiento urbano, las difíciles condiciones de vida de buena parte de la población, la desorganización social, el control social, el bienestar, entre otras, hizo emerger lo que se ha conocido como la cuestión social. Además, las ideas de dar orden a las formas diversas de asistir a los más desfavorecidos se desarrollaron rápidamente porque la caridad por sí misma no era capaz de realizar cambios en las formas de vida o estos no eran realmente significativos para la mejora y reforma social.
La historia del Trabajo Social la encontramos en los pioneros ingleses, a través de la Charity Organization Society (COS) o Toynbee Hall y el movimiento de los Settlements (asentamiento), y la Hull House que fundaron Jane Addams y Ellen Gats Star en Chicago, llevaban a cabo un proceso de ayuda organizada, proporcionaban formación en la búsqueda de empleo, escuelas de adultos, etc., con el objetivo de proporcionar mejores condiciones de vida y no enquistar a las personas en la simple dependencia de la caridad.
La organización de la asistencia y la ayuda social
La sistematización de la asistencia y ayuda social convirtió al Trabajo Social en disciplina científica, pero con una característica diferenciadora respecto a otras áreas de conocimiento: su aplicación y retroalimentación constante entre teoría y práctica. Es decir, actuar mediante el estudio previo y, así, poder llegar a comprender para, finalmente, transformar.
Se debe, entonces, recordar que ya Mary Richmond realizó el primer intento de sistematización de la práctica profesional con la publicación de Social Diagnosis en el año 1917 y What is Social Case Work? en 1922. La guía metodológica realizada por Richmond fue muy valiosa porque se centraba en el estudio en profundidad para conocer los antecedentes del caso individual, realizar valoraciones diagnósticas y proponer medidas específicas. Tanto es así, que Richmond fue también pionera del trabajo en red con otros profesionales, de la activación de recursos para aunar esfuerzos y situarse al margen de las concepciones del individuo como ente autónomo y alejado de la realidad de su entorno. De hecho, una de sus conclusiones más significativas ha sido:
Los seres humanos no son animales domésticos dependientes. Esta diferencia entre el hombre y los otros animales, hace necesaria su participación en la elaboración y en la ejecución de planes que tienden a su bienestar. Los individuos poseen una voluntad y finalidad que les son propias, y no están hechos para desempeñar un papel pasivo en la vida: la pasividad los disminuye. (Richmond, 1977, p. 177)
Sus ideas han alentado el futuro y desarrollo de la profesión porque han permitido entender la importancia que tiene en la intervención:
- Lo relacional y la búsqueda de un proceso
- La participación activa de las personas
- El conocimiento y desarrollo de las potencialidades
- La apuesta por la búsqueda de autonomía y autorrealización
- La generación de una relación de ayuda que transcienda la dependencia para ubicarse en el campo de la autodeterminación
En definitiva, el Trabajo Social ha desarrollado todo un campo de conocimiento que se aleja de la idea cotidiana de asistencia, es decir, única y exclusivamente de la ayuda, del soporte o del auxilio. Lleva a cabo, al igual que otras profesiones de ayuda, un procedimiento científico, reflexiona sobre la práctica, retroalimenta la teoría y vuelve constantemente a la práctica en una perfecta simbiosis. Por lo tanto, la rica y compleja historia del Trabajo Social nos lleva directamente a la definición de consenso que se aprobó en Melbourne en 2014: el Trabajo Social “promueve el cambio y el desarrollo social, la cohesión social, y el fortalecimiento y la liberación de las personas” (International Federation of Social Workers, 2014).
Referencias bibliográficas
International Federation of Social Workers (2014). Global Definition of Social Work. Recuperado de https://www.ifsw.org/what-is-social-work/global-definition-of-social-work/
Richmond, M. (2005). Diagnóstico Social. Madrid: Consejo General de Colegios Oficiales de Diplomados en Trabajo Social y Asistentes Sociales / Siglo XXI. (Obra original publicada en 1917).
Richmond, M. (1977). Caso social individual. Buenos Aires: Humanitas. (Obra original publicada en 1922).