UNIR Revista
La acción socioeducativa cumple un papel fundamental en la sociedad porque ayuda a colectivos vulnerables a integrarse y mejorar sus vidas, entre otros beneficios.
Los educadores sociales desarrollan su trabajo con el objetivo de favorecer la integración y la adaptación de los grupos sociales más vulnerables y mejorar su calidad de vida. A través de la intervención socioeducativa, estos profesionales llevan a cabo acciones de naturaleza educativa con colectivos que se ven afectados por problemas sociales que afectan negativamente en su evolución y bienestar personal y profesional.
La intervención socioeducativa está conformada por un conjunto de actividades mediante las cuales se intenta modificar la conducta del colectivo o grupos de individuos a las que van dirigidas para garantizar y mejorar su bienestar. Los problemas que afectan a estos colectivos pueden estar relacionados con:
- Desarrollo escolar deficiente.
- Formación nula o dificultad para la integración laboral.
- Exclusión social o falta de habilidades sociales.
- Diversidad funcional.
Cada uno de los problemas son intervenidos a través de programas socioeducativos con el fin de solventarlos y facilitar una mejor calidad de vida para las personas, grupo, comunidad o colectivo que los sufren.
La importancia de la intervención socioeducativa es indiscutible porque cuando consigue sus propósitos logra la realización personal del individuo y, además, contribuye a hacer una sociedad más integrada e igualitaria.
Desarrollo escolar deficiente
La progresión en el ámbito educativo de estos individuos es insuficiente. Suelen sacar malas notas, reflejan un bajo rendimiento y tienen continuas faltas de asistencia, entre otras actuaciones, todas ellas motivadas principalmente por la influencia del entorno donde viven.
Para solucionar este problema y evitar el abandono escolar, los educadores sociales tienen el objetivo de fomentar la educación. A través de actividades educativas intentan trasladar valores educativos y la importancia de acudir al colegio o estudiar para formarse y aprender un oficio. De esta forma, se motiva y se les notifica a estos grupos vulnerables las posibilidades que se ponen a su disposición al conseguir un nivel educativo básico o de cualquier otro nivel.
Formación nula o dificultad para la integración laboral
La falta de un nivel educativo mínimo y el contexto en el que viven estos adultos les dificulta a la hora de progresar en el ámbito profesional.
Otro de los objetivos de la intervención socioeducativa está relacionado con aquellos grupos de personas o colectivos que presentan problemas para integrarse en el mercado laboral o con limitaciones en sus habilidades sociales. En este caso, el objetivo es que el individuo consiga trabajo y evite la exclusión social mediante tareas de orientación y apoyo. Para solventar la carencia de las habilidades sociales, los educadores instruyen a través de actividades dirigidas a la aceptación de normas, establecimiento de límites y en las que se enseñan otros valores que fomenten la concienciación.
Exclusión social o falta de habilidades sociales
La falta de integración o participación en segmentos de la población en el ámbito cultural, social y económico por diversas razones, influido en muchas ocasiones por el contexto o el ambiente en el que ha crecido y vive la persona o grupo de individuos.
La labor del educador social con personas en riesgo de exclusión social tiene como objetivo conseguir su integración en la sociedad, mediante la realización de funciones con las que interviene, orienta, previene, reeduca y gestiona el problema para aportar una solución.
Diversidad funcional
Está relacionada con aquellas personas con limitaciones en habilidades físicas, psicológicas y sociales.
El fin principal de las acciones dirigidas a personas con diversidad funcional es el de acompañar y reducir lo máximo posible las dificultades a las que se enfrentan. La intervención socioeducativa es muy útil porque ayuda a estas personas a desarrollar aptitudes sociales, integrarse en la sociedad que les rodea y adquirir nuevas capacidades para que se sientan cómodas.
Estrategias de intervención socioeducativa
Las estrategias en la intervención socioeducativa son necesarias para conseguir los objetivos de esta disciplina de educación social. Estas sirven de guía para implementar buenas prácticas profesionales y saber cómo actuar en diferentes situaciones como por ejemplo: absentismo escolar, fracaso escolar, violencia, exclusión social, etc.
Es necesario llevar a cabo el siguiente plan estratégico:
1. Diagnóstico.
Como punto de partida es básico conocer el problema en el que está inmerso la persona o grupo de individuos. Así, el educador social identificará las necesidades, problemas o dificultades de intervención y los recursos disponibles para solucionarlos.
2. Planificación.
Aquí el profesional diseña las acciones que se van a ejecutar para mejorar la situación y lograr el éxito. Es el plan de acción con el que se puede conseguir el bienestar social del individuo, colectivo o comunidad.
3. Implementación.
Consiste en poner en marcha ese plan de acción clave. Este no es un proceso fijo, sino que se adapta y se modifica dependiendo del contexto con el fin de cumplir con el objetivo propuesto inicialmente. En la implementación se llevan a cabo actividades que están orientadas a resolver los problemas que presentan aquellas personas a las que va dirigida el programa de intervención socioeducativa. Por ejemplo, en el caso de situaciones de absentismo escolar, la estrategia más eficaz sería aquella que consigue fomentar la escolarización, que conciencia de la importancia de acudir a la escuela y motiva para que acudan proactivamente al colegio.
4. Evaluación.
Finalmente, se analiza si las actividades están respondiendo como se espera y, por ende, si se están cumpliendo los propósitos marcados en el momento de proponer una intervención socioeducativa.
Estas estrategias pueden servir de base para los profesionales de educación social, pero no son las únicas, ya que dependiendo del lugar donde se desarrolle el trabajo se podrán añadir otras o emplearlas de otra forma.
Para una correcta ejecución de la intervención socioeducativa es esencial contar con una formación completa, como la que ofrece UNIR a través de su Grado en Educación social a distancia. Con estos estudios los futuros profesionales serán capaces de llevar a cabo cualquier actividad que requiera servicios socioeducativos. Además, estarán capacitados para trabajar con diversos colectivos, así como en diferentes centros sociales.
