UNIR Revista
Tanto la memoria implícita como la memoria explícita representan habilidades clave para el ser humano. Tienen una gran relevancia en la vida cotidiana y en la forma en que se recuerda y se almacena la información.
La memoria implícita juega un papel fundamental en la vida cotidiana, pues influye de manera inconsciente en el pensamiento, en las decisiones, en las preferencias y en el comportamiento del ser humano. Al contrario que la memoria explícita, la implícita se manifiesta a través de la influencia de experiencias pasadas en acciones y reacciones sin necesidad de esfuerzo consciente para recordarlas.
Cuando la memoria implícita se deteriora por diferentes causas o necesita ser tratada por un especialista, la intervención social es clave para evitar que esta posible situación de vulnerabilidad afecte a la persona. A este respecto, el Máster en Intervención Social online de UNIR capacita para brindar apoyo y actuar como actores del cambio, con el fin de garantizar siempre una respuesta integral y evitar que nadie se quede atrás.
Por su parte, el neuropsicólogo también desempeña una función relevante, pues se encarga de evaluar las alteraciones y de mejorar o paliar los déficits presentes en la atención y la memoria, mediante pruebas neuropsicológicas y sesiones estructuradas.
¿Qué es la memoria implícita?
La memoria no declarativa o implícita hace referencia a la capacidad de recordar información, habilidades o experiencias de forma automática o inconsciente.
Se denomina memoria no declarativa porque no se verbaliza, y afecta al comportamiento y a las respuestas motoras sin que la persona sea consciente de ello. Esto significa que los seres humanos usan estos conocimientos adquiridos gracias a la memoria implícita sin tener conciencia explícita de ese conocimiento.
La memoria implícita es muy importante porque contribuye a tener una mejor eficiencia cognitiva al automatizar ciertos procesos y comportamientos. Además, es esencial para el reconocimiento de patrones y ayudar a identificar situaciones similares y adaptarse a ellas de manera eficiente y rápida.
Tipos de memoria implícita
Existen tres tipos de memoria implícita:
- Memoria procedimental. Esta forma de memoria implícita está relacionada con el aprendizaje y la retención de habilidades motoras y procedimientos. La memoria procedimental o procesal permite realizar tareas complejas, porque se refiere a las habilidades y hábitos que se han aprendido en edades tempranas. No se recuerda activamente cómo hacer una determinada actividad, simplemente se hace.
- Condicionamiento clásico. A través de esta memoria se establecen asociaciones automáticas entre estímulos y respuestas. Por ejemplo, el timbre que anuncia la hora del recreo; cuando suena, los niños saben que pueden salir al patio.
- Priming. Se refiere a la mejora del rendimiento en tareas específicas debido a la exposición previa de estímulos relacionados. Puede manifestarse en el momento de identificar palabras o imágenes. Por ejemplo, tras exponerse a imágenes de gatos, durante unos minutos es probable que la persona identifique más rápidamente palabras relacionadas con gatos, como bigotes, que otras no relacionadas.
Ejemplos de memoria implícita
La memoria no declarativa se manifiesta en diversos aspectos de la vida cotidiana. Aquí hay algunos ejemplos de memoria implícita:
- Montar en bicicleta es uno de los ejemplos más comunes. Después de aprender la práctica, se adquieren habilidades motoras que se ejecutan de forma automática e inconsciente sin necesidad de recordar activamente cómo se monta en bicicleta.
- Asociar una canción con un momento agradable, de forma que cada vez que esa persona escucha esa canción le evoca emociones positivas de manera automática.
- Conducir un coche. Esta práctica es el resultado de un conocimiento adquirido que, al realizarlo, se hace de forma automática sin pensar en cada paso (arrancar, pisar embrague, cambiar de marcha…).
- Al reconocer rostros familiares se manifiesta la memoria implícita, pues al hacerlo no se piensa conscientemente cómo o por qué conocemos a esa persona.
¿Qué es la memoria explícita?
La memoria explícita o declarativa es la habilidad consciente y deliberada de recordar información específica y expresar ese conocimiento de manera verbal. Es decir, en este tipo de memoria la persona es consciente y capaz de expresar la información almacenada en la memoria.
La memoria explícita es clave para aprender y adaptarse al entorno. Permite al individuo tomar decisiones, recordar e interaccionar con el mundo y con otras personas mediante experiencias compartidas.
Las demencias como el Alzheimer afectan con más intensidad a este tipo de memoria, por lo que es muy importante tratarla y someter a las personas de avanzada edad a terapias psicológicas como la psicogerontología, que se caracteriza por promover el bienestar psicológico y emocional de estas personas para que tengan una mejor calidad de vida.
Tipos de memoria explícita
Hay dos tipos concretos de memoria explícita:
- Memoria episódica. Es la memoria que capacita para recordar eventos y experiencias personales. Permite recordar momentos o situaciones concretas como, por ejemplo, una fecha de un cumpleaños.
- Memoria semántica. Es aquella que implica el conocimiento de conceptos y hechos no vinculados con experiencias personales específicas, se trata de información general y conceptual del mundo. Por ejemplo, hechos históricos, definiciones de palabras, etc.
Ejemplos de memoria explícita
La memoria explícita se manifiesta en situaciones de la vida diaria de varias formas:
- Recordar un viaje es un ejemplo de memoria explícita, porque se hace de forma consciente y se recuerdan gracias a esta capacidad las actividades realizadas, el destino, las personas, etc.
- Memorizar conceptos como, por ejemplo, recordar fechas clave, definiciones, eventos, detalles históricos, el nombre de un líder o un autor importante, etc.
- Acordarse del cumpleaños de una persona, puede ser un amigo, un familiar o, incluso, de una celebridad.
- Saber de memoria una receta y realizarla paso a paso, siendo consciente de lo que se debe hacer.
Memoria explícita e implícita: diferencias
La memoria implícita y explícita son dos conceptos distintos, con características y funciones únicas, que se diferencian principalmente porque la primera se refiere a la capacidad de recordar de forma inconsciente y la segunda, de forma consciente.
La memoria implícita se manifiesta mediante comportamientos automáticos, sin la necesidad de realizar una reflexión consciente. Sin embargo, la memoria explícita sí requiere de esa conciencia y puede ser expresada verbalmente.
Comprender cómo funciona cualquier tipo de memoria, ya sea implícita o explícita o de cualquier otro tipo, es crucial en campos como el de la psicología de la memoria u otros como la educación o la terapia, ya que la memoria puede influir en la forma en que los individuos aprenden, se adaptan y comprenden del entorno que les rodea.