UNIR Revista
Dada la importancia que tiene en nuestra sociedad la reducción del desempleo, la figura del orientador laboral cobra protagonismo, pues es el profesional que guía a las personas en la mejora de su empleabilidad.
Un orientador laboral es un profesional que ayuda a las personas desempleadas a encontrar trabajo. Ya sea desde la administración pública o desde el ámbito privado —trabajando para una ETT, por ejemplo—, el orientador laboral actúa como intermediario entre la persona que busca empleo y la oferta disponible en el mercado laboral. Su labor es encajar la demanda del solicitante de empleo con el puesto más adecuado a sus características.
La tarea principal de un orientador laboral es ayudar a la inserción laboral de las personas desempleadas, lo que se concreta en diferentes funciones:
Ofrecer orientación profesional
A los demandantes de empleo, asesorándoles sobre los sectores o nichos en que su perfil profesional tiene más demanda.
Aconsejar a los empleadores
En su búsqueda de trabajadores adecuados a sus necesidades.
Desarrollar un itinerario individual y personalizado
Para cada persona que busca mejorar su empleabilidad, ofreciéndole cursos para que cubra sus carencias formativas, ayudándole a elaborar su currículum, enseñándole técnicas para la búsqueda activa de empleo y acompañándole en todo el proceso de búsqueda.
Ayudar a los candidatos
A autoconocerse, potenciar sus competencias profesionales y descubrir otras nuevas.
Elaborar programas específicos
Para colectivos con dificultades de inserción laboral, como mujeres, mayores de 45 años, personas con discapacidad, minorías, etc.
Fomentar la cultura emprendedora y asesorar
A quienes buscan un empleo sobre las opciones de autoempleo y emprendimiento.
Informar sobre la situación del mercado de trabajo
Programas de inserción de empleo, ayudas disponibles, etc., es otra de las funciones de un orientador laboral.
¿Cómo ser orientador laboral?
Quienes se pregunten qué estudiar para ser orientador laboral recibirán como respuesta que no hay una única carrera que habilite para trabajar como orientador laboral, ya que se trata de un perfil que combina conocimientos del ámbito del derecho, las relaciones laborales, el mundo de las empresas, la psicología, la sociología o el trabajo social.
Por otra parte, en lo que se refiere a habilidades, sensibilidad, empatía, capacidad de escucha activa, de motivación y de análisis o habilidades comunicativas son algunas de las aptitudes recomendadas para quienes quieran dedicarse a la orientación laboral. Hay que recordar que este profesional trabaja en contacto directo con muchas personas, cada una con un perfil y una situación diferente, apoyándolas en un camino —el de la consecución de un empleo— que no siempre es fácil.
Vistos estos requisitos del perfil del orientador laboral, una buena opción para trabajar en este campo es cursar el Grado en Trabajo Social. Para quienes ya sean licenciados o graduados y quieran especializarse en el mundo del asesoramiento para el empleo, una alternativa podría ser estudiar el Máster en Coaching de UNIR, el cual enseña las técnicas para guiar a otros en su desarrollo personal y profesional.
Quienes superen alguna de estas titulaciones estarán en disposición de trabajar en la administración pública (una vez superada una oposición para técnico de empleo o para profesor de Formación y Orientación Laboral), o bien, de emplearse como orientador laboral en agencias de colocación, empresas de trabajo temporal u organizaciones no gubernamentales.