UNIR Revista
Los principios éticos del trabajo social sirven de base para el desempeño profesional de los trabajadores sociales de forma ética y responsable.
El trabajo social es una disciplina que busca “el cambio y el desarrollo social, el fortalecimiento y la liberación de las personas”. A parte de hacerlo en diferentes ámbitos, el trabajo social cuenta con unos principios éticos que marcan el día a día de los trabajadores sociales.
La Declaración Global de Principios Éticos del Trabajo Social fue promovida por la Federación Internacional de Trabajadores Sociales (FITS) para que sirviera de base para los trabajadores sociales y que estos desempeñaran sus funciones de forma ética, responsable y profesional. Hay que aclarar que dentro de trabajadores sociales se incluyen tanto a los profesionales que ejercen la profesión como a estudiantes e investigadores. El documento fue aprobado en Dublín (Irlanda) en julio de 2018 por la Asamblea General de la Federación Internacional de Trabajadores Sociales y en la Asamblea General de la Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social.
Los principios del trabajo social buscan, además, fomentar el debate constante y la auto-reflexión, así como la integridad profesional. Por eso, tal como consta en la declaración, “deben leerse de manera integral y no de forma separada”. Deben aplicarse en los diferentes ámbitos que implican el desempeño de un trabajador social, tanto con las personas y/o grupos con las que trabaja como con la organización en la que lo hace (ayuntamientos, centros penitenciarios, servicios de apoyo a inmigrantes, residencias de mayores, etc.).
Los principios éticos y de integridad profesional del trabajo social son los siguientes:
1- Reconocer la dignidad inherente a la humanidad
El trabajo social debe basarse en el respeto “inherente a la dignidad de la vida de todos los seres humanos en actitud, palabra y acción”. Sin embargo, esto también implica “desafiar las creencias y acciones de aquellas personas que puedan hacer daños a otros o a sí mismos”.
En este punto también se recoge la importancia de la reflexión crítica entre el profesional y las personas con las que trabaja.
2- Promover los derechos humanos
Los trabajadores sociales deben respetar, promover y regirse por los derechos fundamentales reconocidos a todos los seres humanos tal como lo establecen convenciones de ámbito internacional como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujeres, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidades, etc.
Este principio busca que los trabajadores sociales, en su desempeño profesional, informen a las personas sobre sus derechos básicos, especialmente entre aquellos colectivos más marginados y estigmatizados.
3- Promover la justicia social
Esto supone buscar la justicia social tanto con la sociedad, en general, como con los usuarios, en particular. Esto implica:
- Rechazar la discriminación y opresión institucional: los profesionales del trabajo social deben repudiar la opresión que parta de las instituciones así como la discriminación en sus diferentes manifestaciones: por edad, orientación sexual, situación económica, nacionalidad, etnia, religión…
- Respetar la diversidad: uno de los cometidos de los trabajadores sociales es el impulso de comunidades inclusivas en las que se respete la diversidad cultural y étnica.
- Promover el acceso a recursos: a través de la defensa y acciones que faciliten una distribución equitativa de los mismos, lo cual contribuye al desarrollo humano, así como un ingreso a través del empleo y/o la seguridad social universal.
- Desafiar las políticas y prácticas injustas en un doble sentido. Por un lado, para alertar sobre aquellos empleadores, políticas o situaciones que supongan una situación injusta y, por otro, para aquellas que puedan amenazar su propia seguridad, en las cuales no están obligados a actuar. Cuando se adopten estas medidas, los trabajadores sociales no deben ser sancionados.
- Construir solidaridad: el trabajo comunitario debe ser una cuestión básica para un trabajador social, ya que repercute en lograr sociedades más inclusivas y responsables.
4- Promover el derecho a la autodeterminación
Lo que es sinónimo de respetar que cada persona tome sus decisiones siempre que eso no suponga un perjuicio para los demás. En este sentido, es importante que el trabajador social sea consciente de que en determinados contextos económicos, socioculturales y políticos no está garantizada la libertad de pensamiento y que la autodeterminación de las personas se ve muchas veces limitada. Por eso, es fundamental disponer de los recursos necesarios en ámbitos como la educación, la salud, la vivienda o el empleo, así como evitar la normalización de la marginación, la violencia y la exclusión.
5- Promover el derecho a la participación
Los trabajadores sociales deben trabajar en aquellas iniciativas que favorezcan el desarrollo de la autoestima y las capacidades de cada persona a través de la dotación de recursos y procesos que beneficien a los mismos, incidiendo en la inclusión de aquellas personas más excluidas por motivos de raza, religión, creencias, orientación sexual, pobreza, nacionalidad, etc.
6- Respetar la confidencialidad y privacidad
Otro de los principios éticos del trabajo social es el respeto por la confidencialidad y privacidad de los usuarios, una cuestión que no se tendrá en cuenta cuando hay un riesgo hacia sí mismos, otras personas o por una cuestión de legalidad. Los trabajadores sociales tienen la obligación de informar sobre estos principios.
7- Tratar a las personas como un todo
El tratamiento de las personas desde el punto de vista de los trabajadores sociales debe ser integral, es decir: teniendo en cuenta su dimensión psicológica, biológica, social, cultural y espiritual. Al mismo tiempo, para alcanzar mejores resultados que repercutan en el bienestar de los usuarios, es imprescindible que el trabajador social trabaje en colaboración con los profesionales de equipos interdisciplinares.
8- Usar de forma ética la tecnología y las redes sociales
Los principios éticos del trabajo social se deben aplicar en todos los contextos asociados a su profesión, investigación y educación, lo cual incluye también el uso de la tecnología digital y las redes sociales. Para ello, prestarán especial atención a la garantía de confidencialidad y privacidad, así como el respeto a sus derechos de imagen (por ejemplo, contar con su permiso para publicar fotografías en redes sociales).
9- Integridad profesional
Con el objetivo de adecuarse al contexto de cada país, las asociaciones y organizaciones de trabajo social de ámbito nacional deberán desarrollar y actualizar sus propios códigos de ética. Además, para realizar sus funciones deberán contar con la calificación, habilidades y competencias necesarias.
Dentro del principio de integración profesional también se incluye el apoyo a la paz y la no violencia y la integridad, lo cual implica no abusar de su posición de poder.
Los principios éticos de los trabajadores sociales deben estar siempre presentes en el desempeño de estos profesionales, independientemente del colectivo, institución o entidad con la que trabajen. Por eso, es una de las cuestiones incluidas en el plan de estudios del Grado en Trabajo Social online de UNIR.