UNIR Revista
Este manual recoge las directrices básicas para que la ayuda humanitaria se preste teniendo en cuenta dos premisas: el derecho a vivir con dignidad y que las intervenciones disminuyan el sufrimiento.
La cooperación internacional es una cuestión de gran relevancia en la que intervienen tanto gobiernos como entidades privadas y ONG. La urgencia y/o necesidad no puede ser sinónimo del incumplimiento de derechos básicos ni de prestar ayuda humanitaria sin unas garantías mínimas. De aquí surgió el origen del Proyecto Esfera.
El Proyecto Esfera se puso en marcha en 1997 por la Cruz Roja, la Media Luna y varias organizaciones no gubernamentales (ONG) con el objetivo de mejorar la calidad de la ayuda humanitaria prestada en las diferentes acciones a nivel mundial ante catástrofes naturales y conflictos armados. En su filosofía prevalecen dos cuestiones básicas a partir de las cuales se han desarrollado unos principios de protección y una carta humanitaria:
- Las personas involucradas en conflictos, desastres naturales y situaciones de emergencia tienen derecho a vivir con dignidad, lo que supone recibir una asistencia de calidad que cubra sus necesidades básicas.
- Es necesario tomar las medidas oportunas para disminuir el sufrimiento humano que provocan este tipo de situaciones.
La rendición de cuentas ante los donantes y colaboradores, tanto de las organizaciones humanitarias como de los Estados, es otra de las premisas incluidas en el Proyecto Esfera.
Dentro de las propuestas del Proyecto Esfera destaca el Manual: Carta Humanitaria en el que se recogen las normas y procedimientos a tener en cuenta cuando se presta ayuda humanitaria. Tras una edición de prueba en el año 1998, el Manual Esfera se publicó en 2000, se revisó en 2004 y en 2011 se lanzó una tercera versión tras una revisión en la que participaron más de 650 especialistas de 300 organizaciones dedicadas a la cooperación.
Principios de la carta humanitaria
Se establecen cuatro principios básicos de protección que deben servir de base para la acción humanitaria tanto de forma global como en actuaciones específicas:
Evitar causar daños mayores
Evitar causar daños a mayores de la propia situación de emergencia por una mala gestión o decisión de la ayuda humanitaria. Entre las recomendaciones del Proyecto Esfera figuran evitar ser cómplice de los abusos de derechos, auditar periódicamente las acciones implementadas o consultar a las comunidades locales sobre cómo prestar la atención (para evitar saqueos, por ejemplo).
Asistencia imparcial
Garantizar una asistencia imparcial en función de las necesidades de las personas. Se aconseja supervisar el acceso a la ayuda humanitaria, en especial de los grupos más vulnerables. Esto incluye, por ejemplo, la habilitación de espacios seguros para víctimas de violaciones o trata de personas. Además, se deberá tener en cuenta la imparcialidad y no discriminación a la hora de prestar la colaboración.
Proteger de la violencia
Proteger de la violencia tanto a nivel físico como psíquico, lo cual comprende los tratos degradantes o los castigos pero también inducir a una persona a actuar en contra de su voluntad. Entre los consejos del Proyecto Esfera se recoge la protección de la población civil en caso de conflicto armado, informar sobre las violaciones graves de los derechos fundamentales o no restringir la libertad de movimiento siempre que se garantice la seguridad.
Reivindicar los derechos de las personas
Ayudar a reivindicar los derechos de las personas, conseguir una reparación o compensación y lograr que se recuperen de los abusos a nivel físico, psíquico, social y económico. Entre las medidas de orientación figuran: utilizar un lenguaje que los afectados puedan entender, ayudar a recuperar documentos perdidos o asistencia para acceder a la atención sanitaria.
Entre las áreas específicas de protección estarían los menores, la violencia por motivos de género, la acción contra las minas antipersonas, la vivienda, la tierra y el patrimonio y el estado de derecho.
Las normas esenciales
Son un conjunto de normas que se consideran de mínimos a la hora de ofrecer ayuda humanitaria. En ellas se enfatiza en cómo los procedimientos y el enfoque repercute en la eficacia de la misma.
Las seis normas esenciales son:
Respuesta humanitaria centrada en las personas.
Es fundamental tener en cuenta la opinión de los afectados, permitir que manifiesten sus opiniones y críticas, respetar sus formas de organización, informar a los afectados sobre la ONG/organismo que va a actuar…
Coordinación y colaboración.
Entre todas las organizaciones humanitarias, las autoridades y entidades de la sociedad civil para lograr una mayor eficiencia. Esto incluye compartir información, comunicar los pasos dados, los retrasos, determinar qué acciones realiza cada entidad…
Evaluación.
Para determinar las prioridades es necesario recopilar información antes de la intervención humanitaria para saber qué población es la afectada, su contexto y factores que pueden contribuir a su vulnerabilidad.
Diseño y respuesta.
Se priorizarán aquellas acciones enfocadas a salvar vidas y cubrir las necesidades básicas. Para ello, se tendrán en cuenta las que el propio Estado y población afectada no pueden cubrir, velando porque no se produzcan situaciones de abuso, inseguridad o explotación.
Desempeño, transparencia y aprendizaje.
Realizar un seguimiento de los resultados para analizar si es necesario implementar cambios. Además, se organizarán regularmente sesiones de reflexión sobre la ayuda humanitaria prestada y un análisis final.
Desempeño de los trabajadores humanitarios.
Los directivos deberán contar con la capacitación adecuada en la gestión de cooperación, así como en liderazgo y organización de equipos. Por su parte, las contrataciones se realizarán con procesos justos y transparentes para formar equipos competentes y multidisciplinares en los que se refleje la diversidad del contexto local. Todos los trabajadores deberán cumplir unos códigos de conducta y ética para evitar la corrupción, los abusos sexuales, el maltrato físico y psicológico, y garantizar los derechos de la población afectada.
Las normas y directrices del Proyecto Esfera son básicas a la hora de planificar, gestionar y ejecutar un proyecto de cooperación. Por eso, es una de las cuestiones que se trata en el Máster en Cooperación Internacional de UNIR, una titulación íntegramente online que brinda una formación orientada a la gestión y liderazgo de proyectos en áreas y países en vías de desarrollo.