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El trabajador social que interviene con el colectivo de personas inmigrantes actúa como guía, asesor y apoyo en su integración y participación en la sociedad del país de acogida.
La emigración es un proceso con diferentes etapas en el que las personas dejan su país de origen por motivos laborales, económicos, conflictos armados… con el fin de aumentar su bienestar y calidad de vida. Este cambio supone una importante carga emocional para el que emigra, ya que deja atrás a sus seres queridos, así como sus lazos culturales, costumbres y hábitos. Durante la fase de acogida en el país receptor entra en juego el rol del trabajador social con inmigrantes, pues este profesional sirve de apoyo en su integración en el lugar de destino.
El fin último de la intervención de trabajadores sociales con inmigrantes es facilitar su inserción en el ámbito laboral, social, educativo o cultural trabajando en la eliminación de las barreras que puedan obstaculizar su integración como, por ejemplo, la dificultad de acceder a un puesto de trabajo por no conocer el idioma.
La primera toma de contacto se produce a través de los servicios sociales o desde alguna asociación de acogida a inmigrantes.
Las fases del trabajo social con inmigrantes
La intervención con personas inmigrantes se divide en tres fases:
- Acogida. La primera etapa pretende cubrir las necesidades básicas en el momento de llegada al país receptor, lo cual se traduce en contar con alojamiento, manutención, atención psicológica y sanitaria, asesoramiento legal y servicio de interpretación y traducción.
- Integración. La segunda fase, la de integración, se inicia una vez finalizada la estancia en los centros de acogida o similares. Es entonces cuando comienza la búsqueda de recursos y ayudas económicas.
- Autonomía. En la última fase, la de autonomía, los usuarios ya son capaces de integrarse y participar en la sociedad de acogida, por lo que el apoyo de las instituciones será esporádico.
Funciones del trabajo social con inmigrantes
Es en la segunda y tercera fase donde la intervención del trabajador social es primordial, asumiendo las siguientes funciones:
- Entrevista inicial para realizar una valoración y el diagnóstico social.
- Detección, evaluación y seguimiento de situaciones de necesidad o riesgo de exclusión social.
- Elaboración consensuada del proyecto de intervención social, llevando a cabo entrevistas, facilitando la información sobre gestiones y trámites, intervenciones en el ámbito educativo y formativo, solicitud de prestaciones económicas…
- Actividades de acceso al contexto social de acogida, como por ejemplo, formación sobre la legislación básica, cómo se estructura el Estado y los derechos y obligaciones como ciudadano.
- Derivación a otros recursos e instituciones.
- Sesiones grupales para facilitar la integración social.
- Información y acompañamiento a la búsqueda de vivienda.
- Detección y actuación en posibles casos de trata de seres humanos
Los trabajadores sociales deben establecer con el usuario una relación en la que el inmigrante sienta que se está respetando su cultura, valores y creencias. Una de las premisas básicas desde la que debe partir siempre la intervención del trabajador social es el cumplimiento de los derechos humanos; en caso de que en algún momento se vean vulnerados por parte de alguna institución, el profesional deberá ponerlo de manifiesto.
Además, es importante tener en cuenta la interseccionalidad, es decir, la múltiple discriminación a la que se enfrenta este colectivo asociado a cuestiones como el género o tener algún tipo de diversidad funcional.
Formación del trabajador social con migrantes
La labor del trabajador social con este colectivo se realiza desde el ámbito del tercer sector o desde las instituciones públicas. Para desempeñar este trabajo es necesario contar con el Grado en Trabajo social (en caso de contar con el título de diplomado, se puede realizar el Curso de Adaptación al Grado en Trabajo Social para diplomados).
Por otro lado, aunque los cursos de posgrado no son obligatorios para trabajar en este ámbito, son de gran ayuda para acercarse a la realidad y las peculiaridades del colectivo de la inmigración y ofrecer una atención más especializada.
Los trabajadores sociales, además de contar con formación reglada, deben tener una serie de habilidades para intervenir con personas en riesgo de exclusión social como es el colectivo de las personas inmigrantes. El respeto a la diversidad cultural, la tolerancia y la empatía son skills fundamentales para este tipo de profesionales.
Oportunidades laborales del trabajador social con migrantes
Desde la Dirección General de Migraciones existen los siguientes recursos donde el trabajador social puede intervenir:
- Centros de acogida a refugiados, con el fin de atender a solicitantes y destinatarios de protección internacional.
- Centros de estancia temporal de inmigrantes de Ceuta y Melilla, que acogen tanto a refugiados como a inmigrantes que acceden de forma irregular a dichas ciudades.
- Otras instalaciones de acogida, que están subvencionados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social y son gestionados por entidades sin ánimo de lucro.
Desde el ámbito público los trabajadores sociales pueden llevar a cabo su labor en centros de servicios sociales o servicios de acogida y atención social a inmigrantes; la existencia de otros recursos dependerá de cada municipio, provincia o comunidad autónoma.
Desde el tercer sector son numerosas las organizaciones que trabajan para ayudar a mejorar la realidad social de las personas inmigrantes; en ellas los profesionales asesoran y prestan apoyo en cuestiones básicas como el aprendizaje del idioma, la búsqueda de vivienda o de trabajo.
