UNIR Revista
Estos profesionales juegan un papel fundamental en el diseño, implementación y seguimiento de programas para tratar a personas con conductas adictivas.
A la hora de tratar a personas en situación de drogodependencia es necesario un equipo multidisciplinar en el que entran profesionales del ámbito sanitario, psicológico y social. Es en este último punto donde se enmarcan el trabajo social y las adicciones.
Los trabajadores sociales pueden desempeñar sus cometidos en diferentes áreas vinculadas a sus funciones asistenciales, preventivas, educativas, mediadoras, planificadoras… con el fin último de promover el cambio social e incrementar el bienestar. Uno de los colectivos objeto de su asistencia son las personas con problemas de drogodependencia. Dentro de este ámbito, es importante recordar que las conductas adictivas son de diferente índole, ya que engloban tanto al alcohol y al tabaco como a la cocaína, la heroína, el cannabis o las drogas de síntesis.
Funciones del trabajador social con drogodependientes
Las funciones del trabajador social con drogodependientes deberán ajustarse a la institución en la que desempeñe su función, así como el tipo de usuario. Entre los principales cometidos figuran:
1. Valoración inicial
A través de un estudio de la situación del usuario y su entorno más próximo para conocer sus condiciones económicas, sus estudios, su historial laboral, si ha sufrido violencia, si tiene antecedentes penales, etc.
Para este diagnóstico desde un punto de vista social, también es importante recabar información sobre el tipo de droga que consume, la frecuencia y prolongación en el tiempo, si ha habido tratamientos de desintoxicación anteriores…
La recopilación de esta información se denomina historia social y se lleva a cabo mediante entrevistas.
2. Análisis del entorno
La familia juega un papel fundamental a la hora de lograr la rehabilitación de una persona adicta. Por eso, el trabajador social deberá realizar un estudio de la misma, sus relaciones, estructura, situación económica, antecedentes por consumo, enfermedades…
Una vez iniciado el tratamiento, su implicación será básica para el éxito del mismo; esto supone que el trabajador social también debe realizar una función socio-educativa con ella, especialmente en el caso de familias más desestructuradas.
3. Diseño de programas de intervención
Será lo más personalizado posible, plasmando los objetivos que persigue la intervención, los recursos necesarios y las actividades a realizar. La elaboración del mismo recae en un equipo multidisciplinar en el que colaboran otros profesionales, como psicólogos, médicos o educadores sociales.
La aportación del trabajador social, además del estudio previo del usuario, se centrará en aportar información sobre recursos sociales, formativos o de empleo que sirvan de apoyo en el proceso.
4. Informar al usuario
El programa personalizado de intervención (PPI) deberá ser consensuado con el usuario. Los profesionales del trabajo social le explicarán a él y su familia los pormenores del mismo de forma objetiva y con un lenguaje que puedan entender.
5. Implementación y seguimiento
La puesta en marcha de las estrategias e intervenciones acordadas requerirá de un seguimiento por parte del trabajador social para determinar su eficacia, poniendo especial énfasis en factores de riesgo de exclusión social que puedan afectar a las mismas.
De este modo, ofrecerá pautas para cambiar sus hábitos, información sobre los recursos sociales a su disposición, asesoramiento sobre nuevas actividades de ocio, etc.
Ámbitos de actuación del trabajador social frente a las adicciones
La intervención de los trabajadores sociales con personas en situación de drogodependencia puede llevarse a cabo en diferentes organismos e instituciones de ámbito público o privado. En todos ellos, sus funciones se centrarán en ofrecerles información y asesoramiento sobre aquellos recursos que contribuyan a su reinserción social y laboral. Entre las instituciones, cabe señalar:
- Centros de desintoxicación
- Centros de rehabilitación
- Centros de tratamiento ambulatorio
- Servicios de atención a drogodependencias de ayuntamientos
- Centros penitenciarios
- Unidades de desintoxicación hospitalaria
- Talleres ocupacionales
- Pisos tutelados
- Centros de día
Modelos de intervención
A la hora de tratar a una persona con adicciones existen diferentes estrategias y modelos en función del colectivo al que nos dirijamos:
Intervención con el paciente.
Puede ser a nivel individual o grupal.
Individual:
Lo más habitual son las entrevistas en las que el trabajador social debe saber realizar las preguntas adecuadas para recopilar toda la información que sea valiosa para la intervención. Importante adoptar una actitud de escucha activa y la empatía y, una vez iniciado el tratamiento, saber prestar el apoyo necesario para que el usuario no abandone.
Grupal:
Grupo de personas que presenta unas necesidades comunes principalmente por la sustancia consumida y el tipo de colectivo. Los hay de diferentes tipos: de acogida, de seguimiento, de prevención de recaídas, de educación para la salud, etc.
Intervención con la familia.
También es posible hacerlo a nivel individual (entrevistas) o grupal.
Intervención con la comunidad.
Buscan fomentar los vínculos con el entorno para evitar la exclusión social a través de la participación en actividades saludables de ocio. El trabajo debe ser en una doble dirección para prevenir la marginación y rechazo que muchas veces sufren las personas con adicciones. Las campañas informativas sobre el trabajo en los centros de atención a drogodependientes o sus testimonios directos en centros de educación, asociaciones vecinales o juveniles son algunas de las posibles iniciativas.
Intervención con colectivos específicos.
Dentro de las personas adictas existen muchos perfiles que, a su vez, pueden sufrir una doble vulnerabilidad. Es el caso, por ejemplo, de pacientes con doble patología, personas sin hogar o víctimas de violencia machista.
El papel de los trabajadores sociales es fundamental en el tratamiento y seguimiento de las personas en situación de drogodependencia. Su base formativa es el Grado en Trabajo Social, una titulación que, en el caso de UNIR, puede realizarse íntegramente online.