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El trabajador social es uno de los perfiles profesionales de referencia con el que cuenta el colectivo de las personas con discapacidad, el cual se ocupa principalmente de su acogida y valoración.
La protección del colectivo de personas con diversidad funcional depende en su mayoría de profesionales como trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales y psicólogos. Centrándonos en los primeros, cuando hablamos de Trabajo Social y discapacidad, hay que destacar el papel clave que los trabajadores sociales cumplen en cuanto a la acogida e integración social de las personas con discapacidad.
Entre los principales cometidos de los trabajadores sociales está velar por los derechos de este colectivo y evitar la discriminación que se produce en diferentes ámbitos. Además, una de las labores más importantes de estos profesionales es la valoración para la concesión de ayudas y servicios que otorga la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia (LAPAD).
Por todo ello, el rol del trabajador social en el ámbito de la discapacidad es imprescindible, ya que tiene un impacto directo en la vida de las personas. A parte de lo mencionado, el trabajador social se preocupa por la promoción de su bienestar y la inserción a nivel social y laboral, mejorando así su calidad de vida.
Funciones del trabajador social en el ámbito de la discapacidad
Los trabajadores sociales, dentro del colectivo de las personas con diversidad funcional, pueden ejercer su trabajo en sitios como:
- Centros de valoración e información de recursos.
- Servicio de tratamiento y rehabilitación.
- Formación e inserción socio-laboral.
- Pisos tutelados.
- Centros de día.
- Centros de terapia ocupacional.
- Servicio de defensa y tutela de los bienes.
En estos empleos, o cualquier otro relacionado con este colectivo, el trabajador social desempeñará, entre otras, las siguientes funciones, siempre teniendo en cuenta los principios éticos del Trabajo Social:
- Atención directa. El trabajador social se ocupará de la acogida de los usuarios, es decir, la primera toma de contacto con servicio sociales, sea el recurso que sea. El objetivo es trabajar el vínculo entre usuario y profesional, y potenciar sus capacidades individuales para que sean las mismas personas quienes afronten y den respuesta a los conflictos.
- Planificar. Para poder intervenir es necesario elaborar un plan de acción, con objetivos, acciones y los recursos económicos y humanos disponibles, así como la posterior evaluación.
- Promover la promoción e inserción social. El trabajador social llevará a cabo las acciones necesarias para conservar la autodeterminación y el funcionamiento a nivel individual o colectivo de las personas con diversidad funcional, para que en todo momento se respeten sus decisiones.
- Coordinar. Otra tarea de este perfil profesional es organizar los medios y recursos que permitan realizar la intervención, así como coordinarse con otros profesionales si fuese necesario realizarla.
No existen requisitos específicos para ejercer como trabajador social en este ámbito. Será suficiente con haber realizado el Grado en Trabajo Social, o bien, el Curso puente de adaptación al Grado en Trabajo Social para quienes estén diplomados. Por supuesto, la formación complementaria puede dotar a los profesionales de mejores herramientas para llevar a cabo su trabajo.
Además, dada la sensibilidad y circunstancias de este colectivo, es muy importante que los profesionales cuenten con las habilidades y competencias necesarias para intervenir las personas con diversidad funcional, ya sea física, psíquica, auditiva o visual, y conseguir su plena integración en la sociedad. También deberán tener trato con las familias.
¿Cómo reconocer el grado de dependencia?
Para que las personas con discapacidad vean reconocido su grado de dependencia que reconoce la LAPAD deberán acudir a Servicios Sociales. En estos centros suele haber entre uno o dos profesionales que se dedican en exclusiva al ámbito de dependencia. Los pasos para adquirir el reconocimiento del grado de dependencia son los siguientes:
- Fase de iniciación. Completar la solicitud del modelo formalizado y adjuntar la documentación pertinente como, por ejemplo, DNI e informes médicos. La dirección de los centros de valoración informará del resultado en un plazo máximo de tres meses.
- Fase de instrucción. Se realiza el estudio de los informes médicos o nuevas pruebas en caso de considerarse necesarias, y se emite el dictamen técnico facultativo.
- Fase de resolución. Se dicta la resolución y se notifica al usuario donde conste el grado de dependencia, que se obtiene en función de la puntuación dentro de los baremos establecidos.
El artículo 26 de la LAPAD distingue tres grados: dependencia moderada, dependencia severa y gran dependencia. En función de estos grados se podrá acceder a las prestaciones (servicio de ayuda a domicilio, centros de día, teleasistencia o residencias) y ayudas económicas que reconoce la ley; también se contempla la revisión de los grados reconocidos.