UNIR Revista
Cuando el trabajador finge una dolencia para no acudir a su puesto de trabajo o para realizar actividades paralelas y recibir una prestación, se entiende que incurre en una baja fraudulenta.
La proliferación de bajas laborales fraudulentas es un problema que ha ganado protagonismo en los últimos años, en los que las tasas de absentismo laboral no han dejado de incrementarse. Las bajas fingidas afectan a todos los agentes sociales y tienen un alto coste económico, tanto para la Seguridad Social como para las empresas.
Para profundizar en el ámbito legal y comprender mejor el marco normativo que regula esta problemática, un Máster en Derecho Laboral como el de UNIR resulta la formación más adecuada, ya que proporciona una visión integral de las normativas y prácticas en el mundo laboral.
¿Qué es una baja laboral fraudulenta?
Se considera que una baja fraudulenta es la simulación o exageración de una enfermedad o lesión con la finalidad de obtener beneficios económicos, evadir responsabilidades laborales o, simplemente, disfrutar de un periodo de descanso no justificado.
En España, este comportamiento representa una falta que se considera muy grave en el Estatuto de los Trabajadores, al tiempo que constituye un fraude a la Seguridad Social. Es, por lo tanto, una violación clara de las normativas del derecho laboral.
Los principales motivos por los que un trabajador decide fingir una baja laboral pasan por:
- Como forma de castigar a la empresa por un trato que se considera injusto hacia el trabajador.
- En empleos precarios, se finge estar de baja para cobrar esa prestación al tiempo que se trabaja en otro sitio percibiendo retribuciones en negro, con el fin de aumentar los ingresos.
- El menor de los porcentajes lo representan trabajadores que simplemente fingen estar de baja para no trabajar y cobrar por ello.
¿Qué puede hacer la empresa si sospecha que el empleado está fingiendo?
Las empresas pueden adoptar ciertas medidas cuando consideran que un empleado de baja no está realmente enfermo. Entre las acciones más habituales están:
- Verificar su estado de salud mediante un chequeo a cargo del personal médico de la compañía o de la mutua.
- Recurrir a los servicios de un investigador o detective privado para que realice un seguimiento del trabajador con la finalidad de obtener las pruebas necesarias que demuestren que la baja es fingida.
- Interponer una denuncia formal ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) cuando existe la certeza de que la baja laboral del trabajador es fraudulenta.
El control de absentismo laboral se ha vuelto más sofisticado con el tiempo, utilizando tecnologías y estrategias que detectan patrones sospechosos de comportamiento. Las empresas, respaldadas por la legislación, tienen el derecho y la responsabilidad de verificar la autenticidad de las bajas médicas.
La propia Seguridad Social ha comenzado a hacer uso de la inteligencia artificial para introducir en sus sistemas dos algoritmos con los que pretende detectar bajas laborales fraudulentas.
La detección temprana de posibles bajas fraudulentas no solo protege los intereses de los empleadores, sino que también contribuye a mantener un ambiente laboral justo y equitativo.
El impacto de las bajas fraudulentas en la economía
El índice de absentismo laboral es una medida que refleja la proporción de tiempo no trabajado debido a bajas médicas u otras ausencias. Las bajas laborales fraudulentas elevan este índice, generando costos adicionales para las empresas y afectando la productividad general de la economía.
En términos económicos, el impacto es demoledor. El sistema de la Seguridad Social se ve presionado por la carga adicional de pagar subsidios por enfermedad injustificados, cuando estos recursos podrían destinarse de manera más efectiva a verdaderas necesidades médicas, fortaleciendo así el sistema de bienestar.
A la hora de ejercer un control de absentismo laboral, las empresas juegan un papel crucial. Se trata de un problema muy preocupante, que en plena pandemia alcanzó la cifra récord del 7,1 %, que se tradujo en unos 1.700 millones de horas laborales perdidas. Los datos más recientes del último informe Adecco sitúan en un 4,8 % las horas laborales pactadas que no se trabajaron por causa de una baja. El porcentaje de esas bajas que pueden ser fraudulentas no se conoce de manera oficial, puesto que no existen registros.
Las consecuencias de fingir una baja laboral en España
El marco legislativo español es claro respecto a las consecuencias de una baja fraudulenta. Quienes sean descubiertos fingiendo una enfermedad para obtener beneficios indebidos pueden enfrentar sanciones severas, que van desde multas económicas hasta la rescisión del contrato laboral.
Así, las consecuencias de una baja laboral fraudulenta pueden resultar muy graves para el trabajador que puede enfrentarse a:
- Suspensión de empleo y sueldo. Durante el tiempo estipulado, que puede ir desde los 10 a los 60 días, el trabajador no percibirá salario alguno.
- Despido procedente. Supone perder el trabajo sin percibir ningún tipo de indemnización.
En este contexto, el conocimiento especializado tanto en derecho laboral como en asesoría jurídica de empresas se convierte en una herramienta invaluable. Contar con un Máster en Asesoría Jurídica de Empresas proporciona las habilidades y conocimientos necesarios para poder resolver los problemas a los que debe hacer frente una compañía.