Gemma Martínez Galindo
En la actualidad, el ejercicio profesional del joven abogado exige tener conocimientos específicos en ciberdelincuencia. En UNIR te damos la oportunidad de formarte en ello.
El auge de la ciberdelincuencia que se está experimentando en los últimos años obliga a todos los operadores jurídicos, y en concreto a los abogados, a tener que ampliar su formación en las nuevas formas de comisión de los delitos. Todo ello, a través de las TIC y en cuestiones procesales básicas para el ejercicio profesional, ya sea para actuar como acusación o defensa.
Este tipo de delincuencia tan especializada ha cambiado totalmente las teorías clásicas que servían para explicar el delito, la identificación del lugar y el tiempo de comisión, la determinación de la jurisdicción e, incluso, de la competencia nacional. Por otro lado, se han producido modificaciones en la forma de investigar y de conformar la prueba digital para determinar la autoría y fijar estrategias en el seno del proceso penal.
La sociedad está demandando cada vez más especialistas que conozcan las peculiaridades de esta delincuencia. Por un lado, en la asesoría de empresa, en las que es fundamental que, junto un técnico en ciberseguridad, haya un abogado experto en ciberdelincuencia con dos puntos de vista diferentes:
- En el asesoramiento en prevención, análisis de puntos débiles y de cumplimiento del proceso normativo de cumplimiento en entornos digitales o cibercompliance, que comprende aspectos de gran relevancia para las compañías.
- O cuando en el seno de estas se produce un ciberdelito, en cuyo caso, el abogado debe adelantarse para un correcto asesoramiento y valoración de los problemas que pueden surgir en relación con la eventual responsabilidad civil (o, incluso, penal) en que puede incurrir la empresa, Esto implica una estrategia defensiva frente a víctimas ajenas a la compañía y tener en cuenta las medidas a implementar en caso de un ciberataque.
En este último caso, se debe llevar una coordinación transversal con otros departamentos, cuerpos policiales, peritos y muchos otros intervinientes para elaborar auditorías de seguridad, periciales informáticas y dirigir la investigación a fin de interponer la denuncia. Para ello es necesario un conocimiento pormenorizado de los distintos escenarios que pueden plantearse y cómo actuar ante ellos el abogado.
Cuando el ciberdelito te afecta de forma personal
Otro de los ámbitos en los que se demanda ese conocimiento especializado es en en relación con los particulares que acuden al abogado porque han sido víctimas de un ciberdelito. Lo primero que tiene que identificar es si la conducta que le exponen sus clientes puede o no constituir un delito o, en su caso, habría que acudir a otras jurisdicciones para resarcir al particular, lo que en ocasiones puede ser complicado.
Pensemos, por ejemplo, en una persona que acude al abogado porque en sus redes sociales alguien le está suplantando su identidad o porque ha detectado que sus imágenes y datos personales están circulando en la red sin haberlo autorizado, o un menor que ha tenido noticia de que en un grupo de WhatsApp unos compañeros están haciendo comentarios despectivos hacia él.
Son casos que tienen que analizarse pormenorizadamente para valorar si estamos realmente ante un delito de suplantación de estado civil del art. 401 del Código Penal, un descubrimiento y revelación de secretos de los arts. 197 y siguientes, o un delito de acoso del art. 197 ter o trato degradante del art. 173, respectivamente.
El abogado, además, debe conocer cuáles son los pasos a seguir para anticipar o preconstituir la prueba dentro de los medios que existen en Derecho y saber cómo aportarla en una denuncia en comisaría o en el proceso judicial para que se considere válida y no derive en prueba ilícita o nula. Además, debe conocer las diligencias de investigación que solicitar en el Juzgado.
Y ello es también importante para defender a clientes acusados por cometer algún delito tecnológico, porque el aspecto de la integración de la conducta en el tipo penal y los problemas procesales de competencia, jurisdicción y de nulidad de la prueba por injerencia en los derechos fundamentales, junto con los clásicos de presunción de inocencia y determinación de autoría, pueden ser esenciales para lograr una absolución.
En definitiva, la complejidad que existe en la actualidad con los medios digitales en la comisión de delitos ha derivado en una necesidad de que el abogado joven, que está en el mundo digital en su vida personal, avance en estos conocimientos para poder ofrecer a sus clientes una especialización que hoy en día está cada vez más valorada en el ejercicio profesional.
¿Cómo puedo especializarme en ciberdelincuencia?
Todos estos contenidos se estudian de una forma pormenorizada y muy práctica, con gran amplitud, en el Máster Universitario en Ciberdelincuencia de UNIR, en el que contamos con unos excelentes profesionales y contenidos que preparan al abogado para enfrentarse con este tipo de delincuencia y le dotan de los conocimientos y herramientas básicas para destacar en el ejercicio profesional.
Autora: Gemma Martínez Galindo es abogada y coordinadora del Máster Universitario en Ciberdelincuencia de UNIR