Gerardo García-Boente Davila
El director académico del máster de UNIR analiza la cambiante realidad del sector, que hace necesario el concurso de profesionales preparados que puedan afrontar los numeros retos que afronta una actividad clave para la vida de las personas.
Mucho se ha hablado estos últimos meses de cuáles son las expectativas del mercado inmobiliario para el ejercicio en curso, especialmente poniendo el foco en temas como los tipos de interés, el que va a pasar con las oficinas tras la pandemia y la implantación en nuestra forma de vida del teletrabajo, y como van a impactar las nuevas directrices en materia de sostenibilidad en el mercado inmobiliario.
En este sentido, el informe Tendencias en el mercado inmobiliario en Europa 2024 de PwC indicaba ya a principios de año que los tipos de interés, la inflación y el crecimiento económico en Europa se mantenían como las principales preocupaciones del sector en el corto y largo plazo, aunque con carácter general se esperaba ver la recuperación de la actividad en 2024.
No obstante, se podía concluir que existe mucha cautela como consecuencia de la situación de un sector que aún se está recuperando de las difíciles condiciones macroeconómicas tras una década de financiación barata y de una política monetaria que permitió combatir los problemas generados por la pandemia.
Tras ese inicio de año, en España (y Europa) se ha observado una cierta estabilización de los tipos de interés y, consecuentemente, una cierta normalización del contexto macroeconómico. Ello ha venido acompañado, en este último semestre, de una revalorización de ciertos activos como los suelos residenciales y los hoteles.
Respecto al sector residencial, cabe destacar que la compraventa de viviendas ha mostrado recientemente una disminución del 6,1% interanual, lo cual teniendo en cuenta la demanda creciente de vivienda no hace otra cosa que poner de manifiesto el problema subyacente de la escasez de oferta.
En este sentido, aunque no podemos obviar el papel relevante de las entidades financieras y el acceso a la financiación de los particulares, la estabilización de los tipos de interés y de los costes de construcción, permite prever que la oferta volverá a ser el cuello de botella del problema residencial en España en los próximos meses.
Ante las perspectivas macroeconómicas, es normal que el suelo residencial se haya convertido en uno de los activos más codiciados actualmente, y de ahí también su revalorización.
Es por ello por lo que, ante estas perspectivas macroeconómicas, es normal que el suelo residencial se haya convertido en uno de los activos más codiciados actualmente, y de ahí también su revalorización.
La oferta volverá a ser el cuello de botella del problema residencial en España en los próximos meses.
Adicionalmente, resulta curioso el auge en el mercado de la segunda residencia que se ha detectado en los últimos meses, donde se ha visto un cambio de tendencia del alquiler hacia la compra, lo que ha provocado que los suelos en destinos de marcado carácter turístico también se hayan convertido en target apetitoso para los inversores.
¿Qué cabe esperar en esta segunda mitad del año?
Por lo tanto, cabe esperar en esta segunda mitad de año un claro incremento de las transacciones de suelo en nuestro país, especialmente impulsada por aquellos promotores con carteras de suelo que ven la oportunidad de sacarlo al mercado ante la referida revaloración de sus activos.
Por otro lado, frente a los intentos del Gobierno central por sacar adelante las medidas legislativas antes referidas, algunas comunidades autónomas están impulsando sus propias medidas para tratar de ampliar la oferta, incluso tratando de reciclar activos que han visto reducido su valor y utilización, como la reciente Ley 3/2024, de 28 de junio de 2024, de Medidas Urbanísticas para la Promoción de Vivienda Protegida de la Comunidad de Madrid, que agiliza la transformación de oficinas en vivienda protegida.
Algunas comunidades autónomas, como es el caso de la de Madrid, impulsan sus propias medidas para tratar de ampliar la oferta agilizando la transformación de oficinas en viviendas protegidas.
Una realidad muy compleja que descubrirás en profundidad en el Máster en Derecho Inmobiliario y Real Estate de UNIR, una oportunidad única para aquellos que buscan destacarse en un sector en constante evolución y crecimiento. Con una combinación de teoría y práctica, y un enfoque centrado en las tendencias más actuales, este programa prepara a los estudiantes para ser los líderes del mañana en el mundo del derecho inmobiliario.
(*) Gerardo García-Boente Davila. Actualmente es socio del departamento de Real Estate de PWC en España y director académico del Máster de Formación Permanente en Derecho Inmobiliario y Real Estate.
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