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Las salidas profesionales para un abogado son muy variadas: desde empresas del sector privado o público hasta ejercer la profesión de forma independiente o dedicarse a la docencia.
La abogacía es una de las profesiones más reputadas y una apuesta laboral segura gracias al amplio abanico de salidas profesionales que ofrece el Grado en Derecho. Pero, ¿de qué puede trabajar un abogado más allá de lo que conocemos por las películas? Lo cierto es que las opciones laborales son muy variadas: desde los diferentes roles que requieren los departamentos legales de empresas del sector privado o público, puestos en la Administración de Justicia a los que se accede opositando, trabajar como profesional independiente o la docencia.
Abogado en el sector privado o público
Una amplia mayoría de los alumnos que inician la carrera de Derecho lo hacen por su vocación de ejercer como abogados. El ejercicio de la abogacía puede realizarse de forma independiente, como parte de un bufete privado o como miembro del equipo jurídico de una empresa pública.
Si se opta por el ejercicio de la abogacía, los expertos en selección de talento destacan que los perfiles más demandados en la actualidad son aquellos que demuestran una especialización en un área concreta. Aunque un perfil multidisciplinar sigue estando bien valorado, hoy en día se tienen en especial consideración a aquellos abogados formados en materias clave como son el Derecho Laboral, el Mercantil y Societario o el Procesal Civil, según los últimos reportes del ICAM.
Otras ramas jurídicas con demanda de profesionales especializados son el Derecho Digital y la Ciberdelincuencia. Estas opciones están ligadas a los avances tecnológicos y a la digitalización de los distintos sectores de la economía. Así pues, el contexto actual ha hecho aumentar la demanda de profesionales expertos en el marco normativo que regula estos procesos y actividades.
Funcionario de la Administración de Justicia
Otra de las opciones que tienen los graduados en Derecho es optar por una oposición para ser funcionario de la Administración de Justicia o de algún órgano de la Administración del Estado para cuyo proceso de oposición sea válido el Grado de Derecho.
Aunque las oposiciones para ser juez, fiscal, notario, registrador de la propiedad o abogado del Estado son las más conocidas, dado su prestigio y repercusión, los graduados en Derecho tienen a su disposición otros procesos de oposición que también les permitirán desarrollar su carrera en el ámbito público: desde la inspección de Trabajo hasta los juristas de Instituciones Penitenciarias.
Además, fuera del ámbito jurídico, pueden optar por oposiciones del ámbito de la docencia, como la de profesor de Formación Profesional para asignaturas ligadas al Derecho Laboral.
Otras salidas profesionales para abogados
Una vez finalizada la carrera, los egresados también pueden optar por el estudio del Derecho y, por ende, la docencia universitaria. Además, esta opción permite a los abogados combinar esta con otras experiencias profesionales, bien sea como abogado ejerciente o como asesor jurídico.
Otra posibilidad para los graduados en Derecho es apostar por profesiones ligadas al ámbito jurídico que no impliquen la representación en tribunales. Por ejemplo, trabajar en la asesoría o consultoría legal. También en departamentos administrativos o de gestión de recursos humanos, dado el peso que tiene la legislación en estas áreas.
Como hemos visto, las salidas profesionales para un abogado, tras finalizar el Grado en Derecho, son muy variadas. De todas maneras, no está de más recordar que si se pretende ejercer como abogado, será necesario superar el Máster en Abogacía —título que permite presentarse al examen de acceso a la abogacía del Ministerio de Justicia para ejercer la profesión— y colegiarse.
Llegar a ser abogado y estar preparado para ejercer es un proceso exigente que dura al menos cinco años, por lo que la dedicación y el compromiso de los alumnos es fundamental para lograr un resultado satisfactorio que abra las puertas a un brillante futuro profesional.
