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El delegado sindical es una pieza clave en la defensa de los derechos laborales, ya que es el encargado de asesorar a los trabajadores y participar en las negociaciones de convenios colectivos.
La defensa de los derechos de los trabajadores se ha convertido en un factor clave para el bienestar de las personas en el ecosistema empresarial actual. En este contexto, la figura del delegado sindical es una pieza importante para mejorar las condiciones laborales de los empleados, ya que, entre otras cuestiones, se encarga de la defensa de los derechos laborales, la negociación de condiciones de trabajo y la resolución de conflictos.
Esta figura tiene especial protagonismo cuando se vulneran los derechos laborales de los trabajadores o se lleva a cabo una negociación colectiva en la empresa. Fundamentalmente, su papel se puede ver como una pieza que busca el equilibrio en las relaciones laborales y el cumplimiento de la normativa laboral.
En España, la Ley Orgánica 11/1985, de 2 de agosto, de Libertad Sindical regula el papel de los delegados de personal (delegados sindicales). Según la normativa, la representación sindical está formada por secciones y delegados sindicales que se encargan de llevar a cabo la actividad del sindicato dentro de una empresa.
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Funciones de un delegado sindical
Las funciones de un delegado sindical pueden ser de lo más variadas, ya que abarcan desde el asesoramiento a un trabajador en materia de contratos laborales y salariales hasta la participación en negociaciones de convenios colectivos. Se pueden resumir en:
- Representar a los trabajadores ante la empresa.
- Negociar convenios, condiciones de trabajo y salarios.
- Informar y asesorar a los trabajadores sobre sus derechos ante situaciones como despidos o sanciones laborales.
- Vigilar por el cumplimiento de la normativa laboral, tanto española como europea.
¿Cómo ser delegado sindical?
Según el artículo quinto del Real Decreto 3149/1977, que regula los procesos de elección de representantes de los trabajadores en el seno de las empresas, como requisito en los centros de trabajo debe haber como mínimo entre once y cincuenta trabajadores para poder contar con delegados sindicales.
No obstante, el mismo artículo apunta que si la empresa tiene entre seis y diez trabajadores, también se puede elegir un delegado en caso de que así lo decida la mayoría de la plantilla. La representación sería de la siguiente manera:
- Entre 11 y 25 asalariados: un delegado de personal.
- Entre 26 y 50 asalariados: tres delegados de personal.
A partir de los 50 empleados la figura del delegado sindical se sustituye por el comité de empresa. En ambos casos, hay que presentarse a unas elecciones sindicales en las que los electores (la plantilla de trabajadores) elegirán a sus representantes.
¿Quién puede ser delegado sindical?
Los requisitos para ser delegado sindical son: tener más de 18 años y llevar trabajando más de 6 meses en la empresa.
El artículo octavo del Título IV de la Ley Orgánica de Libertad Sindical recoge que pueden ser delegados sindicales todos los trabajadores afiliados a un sindicato. Con esto ya están capacitados para “constituir secciones sindicales de conformidad con lo establecido en los estatutos del sindicato al que pertenecen”.
Otra posible opción es presentarse con una candidatura avalada por un número de firmas de electores equivalente, como mínimo, a tres veces el número de puestos a cubrir.
¿Cuánto cobra un delegado sindical en España?
En España no está regulado cuánto cobra un delegado sindical. De hecho, este puesto no conlleva un salario asociado; el trabajador que lo ostenta recibe la misma remuneración que antes de asumir esta responsabilidad.
No obstante, existen ventajas por ser delegado sindical. Por ejemplo: el despido de un delegado sindical goza de protección especial, ya que se considera nulo si está relacionado con el ejercicio de sus funciones. Tal y como recoge el Real Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre, en caso de despido de un delegado sindical “se deberá abrir un expediente contradictorio, en el que serán oídos, además del interesado, los restantes miembros de la representación sindical”.
Por lo tanto, el delegado sindical es una pieza clave en el ecosistema empresarial actual, ya que es un mecanismo para garantizar que se defienden los derechos de los trabajadores y, a su vez, cumplir con la normativa vigente en materia laboral.