UNIR Revista
Planificar y gestionar las obligaciones tributarias de la compañía es la misión del departamento fiscal, que ha de estar conformado por profesionales especializados en la regulación específica de impuestos.
La legislación fiscal no es inamovible y estática, sino que precisamente se caracteriza por sus continuos cambios de mayor o menor calado. Por ello, el departamento fiscal de una empresa tiene una importancia vital, al ser responsable de llevar a cabo una correcta planificación de las obligaciones fiscales de la compañía, de forma que la compañía reduzca su factura fiscal dentro de la legalidad vigente.
El área fiscal es la responsable de velar por la denominada fiscalidad de la empresa, es decir, por hacer cumplir todas las obligaciones fiscales de la compañía, incluyendo la planificación de las obligaciones fiscales, la optimización, liquidación y gestión de impuestos o la atención de cualquier procedimiento de la Agencia Tributaria.
Por lo tanto, la regularización específica de los impuestos de la legislación española, así como su integración y coordinación en el contexto internacional por medio de los diferentes convenios y la normativa europea, son responsabilidad del departamento fiscal.
Todo esto quiere decir que los profesionales de este campo deben estar altamente cualificados, tanto en materia fiscal como jurídica y, para ello, el Máster en Asesoría Fiscal de UNIR es una excelente formación.
Las funciones del departamento fiscal
El área fiscal de una empresa tiene una importancia trascendental incluso antes de la creación de esta, puesto que a la hora de constituir la compañía es fundamental este tipo de asesoramiento para decidir qué tipo de sociedad se adecúa mejor a la futura actividad.
Algunas de las tareas del departamento fiscal de una empresa son:
Asesorar en constitución y disolución de empresas.
Como comentábamos, desde antes de la constitución de la compañía es importante contar con la orientación de un experto para elegir el tipo de sociedad que permita a la empresa un mayor ahorro en impuestos. En el caso de que el negocio tenga que disolverse, también será el departamento fiscal quien recomiende la mejor forma de hacerlo, para que las pérdidas sean menores.
Planificación del pago de impuestos.
Contar con una programación fiscal clara y adaptada a la realidad de la compañía es una tarea vital de este departamento. El responsable deberá poseer profundos conocimientos de la legislación que regula cada impuesto para que la empresa pueda sacar así el máximo provecho de las ventajas ofrecidas.
Recopilación de información.
Los datos fiscales de la firma deben estar debidamente ordenados y a disposición de los trabajadores del departamento que puedan necesitarlos de cara a la presentación de documentación para una inspección o auditoría.
Verificación de los datos fiscales.
La correcta actualización de los datos fiscales de la compañía es una tarea fundamental de esta sección porque resulta indispensable comprobar que la información que posee la administración es la correcta antes de realizar cualquier declaración de impuestos.
Estudio de novedades legislativas fiscales.
Las modificaciones en las leyes impositivas pueden afectar de manera notable a la empresa y, por ello, los responsables del departamento fiscal han de ser profesionales que estén al tanto de todas esas novedades y que actualicen sus conocimientos permanentemente.
Presentación de los modelos tributarios.
Otro de los cometidos trascendentales del área fiscal es llevar al día el calendario tributario de cada año para poder presentar en tiempo y forma los modelos de las diferentes obligaciones fiscales de la empresa. Presentando las liquidaciones en tiempo y forma se evitan sanciones y recargos innecesarios.
Asesoramiento en importación y exportación.
Guiar a la compañía sobre los trámites necesarios para la declaración de aduanas o los impuestos que pueden afectar a las operaciones de comercio exterior son cometidos del departamento fiscal en empresas que venden bienes fuera de sus fronteras.
Conocimiento de las normativas tributarias locales y autonómicas.
En España existe normativa local y autonómica propia en materia fiscal que afecta a las distintas operaciones que puede llevar a cabo una compañía. Desde el área fiscal es necesario conocer estos entresijos de la normativa local para poder ofrecer un asesoramiento correcto en todo momento.
Definir consecuencias tributarias.
Desde el departamento fiscal debe estudiarse a fondo cada nueva operación que decida llevar a cabo la empresa, a fin de determinar las consecuencias fiscales que implicará su realización.
Los profesionales del departamento fiscal tienen que estar actualizados e informados en todo momento de los cambios legislativos que se vayan produciendo, puesto que un asesoramiento inadecuado puede derivar en infracciones para la empresa, que podrían generar sanciones económicas o incluso penas de cárcel.
El departamento fiscal en el organigrama empresarial
El organigrama empresarial de una compañía refleja su propia imagen, por lo tanto, ha de adaptarse a ella. Generalmente, el departamento fiscal suele formar parte del área administrativa de la empresa, pero no es así en todos los casos. Un ejemplo de organigrama, al que podrían añadirse los departamentos necesarios en el escalafón que se considere oportuno, podría ser el siguiente:
En la parte superior del organigrama se situaría el CEO, o director ejecutivo, y dependientes de él estarían todos los demás departamentos:
- Compras. Se encarga, entre otras cuestiones, de buscar proveedores y tratar con ellos, optimizar y gestionar las compras de materiales, así como controlar el stock.
- Producción. Debe planificar la fabricación de bienes y la materia prima necesaria. Por supuesto, se encargará de la ejecución de la producción y también de las mejoras a implementar en el departamento. Muchas empresas incluyen dentro de este departamento los de almacén y logística:
- Almacén. La recepción, salida y almacenaje de mercancía son cometidos de este departamento, así como el mantenimiento y la gestión del inventario.
- Logística. Organiza el traslado de las mercancías, tratando con empresas de logística.
- Comercial. Establecen la previsión de ventas de la compañía y elaboran las estrategias de captación y fidelización de clientes. Ejecutan las campañas y promociones ideadas y se suelen ocupar de la atención al cliente.
- Marketing. Entre los cometidos de esta sección están la elaboración del plan de marketing anual, así como su implantación. Se ocupan de llevar a cabo las estrategias de comunicación y de crear las campañas publicitarias.
- I+D. Se encarga de detectar oportunidades e idear nuevos proyectos. También es su cometido la transformación digital de la compañía.
- Administración:
- Facturación. Se ocupa de la gestión de facturas de clientes y proveedores, así como de la tramitación de los cobros y pagos.
- Contabilidad y Fiscal. Los apuntes contables, el pago de impuestos, el cierre del ejercicio o las obligaciones registrales son cometidos de esta área.
- Finanzas. Se encargan del control de los costes, de elaborar el plan financiero y de realizar el análisis y control de los objetivos.
- Control de gestión. Revisa el cumplimiento de metas de todos los departamentos.
- Recursos Humanos y laboral. Este departamento lleva todo lo relacionado con el personal de la empresa, desde su selección, hasta su formación.
- Jurídico. Se ocupa de la asesoría legal en cualquier asunto que ataña a la empresa, así como de la representación en litigios y negociaciones.
La existencia de un departamento fiscal dentro de la compañía supone un coste considerable para esta, tanto a nivel de personal como a nivel de formación debido a la necesidad de especialización que requiere. Es por ello que, en los casos de empresas más pequeñas o para cuestiones que requieren una alta especialización, puede acudirse a compañías dedicadas, de forma exclusiva, al asesoramiento fiscal empresarial.