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La protección de la libre competencia busca impedir que las empresas realicen conductas que dañen a los competidores y, en consecuencia, a los consumidores.
Monopolio, fijación de precios, colusión… Las malas prácticas empresariales han sido protagonistas de sonados escándalos reales y de intrigantes ficciones que han ayudado a que los ciudadanos conozcan en profundidad conceptos ligados con el derecho de la competencia.
Esta especialidad jurídica pertenece al derecho mercantil y se encarga de regular las relaciones entre los actores económicos para garantizar que el mercado funcione con una competencia efectiva. El objetivo del derecho de la competencia es, entonces, impedir que los actores económicos realicen conductas que persigan restringir la competencia y dañar a los competidores y, en consecuencia, a los consumidores.
El derecho a la competencia se compone de dos bloques conceptuales:
El derecho antimonopolio
Su objetivo es prevenir y sancionar las conductas que buscan limitar la competencia en los mercados, como el abuso de posición dominante, el control de las fusiones empresariales, los cárteles o la colusión.
El derecho de la competencia desleal
Se encarga de conductas anticompetitivas que adopten las empresas, tengan o no efecto en el mercado en general. El objetivo es velar para que los actores económicos no dañen ni a sus competidores ni a los consumidores a través de malas prácticas como, por ejemplo, la publicidad engañosa o la confusión o explotación de la reputación ajena.
El derecho de la competencia en el ordenamiento español
En España, el punto de partida del derecho de la competencia se encuentra en el artículo 38 de la Constitución. La Carta Magna recoge el derecho de libertad de empresa bajo el paraguas de la economía de mercado y la garantía y protección de la misma por los poderes públicos.
El hecho de que se garantice la competencia entre las empresas que forman el tejido económico del país es uno de los valores que definen la economía de mercado, marca la pauta de actuación a las empresas y ayuda en la reasignación de los recursos productivos hacia los actores más eficientes. A su vez, esa eficiencia productiva se traslada al consumidor a través de menores precios o un aumento en la oferta, variedad y calidad de los productos, situación que repercute directamente en el bienestar de la sociedad.
Además, a nivel nacional el desarrollo normativo parte de dos cuerpos legales: la Ley 15/2007 de Defensa de la Competencia y la Ley 3/1991 de Competencia Desleal. Este paraguas jurídico permite promover la libre competencia entre las empresas y garantizar que cada consumidor pueda comparar entre distintas opciones a la hora de comprar un bien o contratar un servicio, valorando aspectos como la calidad y el precio y tomando una decisión de compra que se adecúe a sus necesidades.
A nivel comunitario, el derecho de la competencia se regula en el Tratado de la Comunidad Europea y se desarrolla en el Reglamento Comunitario 1/2003 del Consejo, relativo a la aplicación de las normas sobre la competencia, y en el Reglamento 773/2004 de la Comisión, relativo al desarrollo de los procedimientos.
Aplicación del Derecho de la competencia en España
Desde 2013, el organismo que se encarga de velar por la libre competencia es la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Su misión es garantizar, preservar y promover el correcto funcionamiento, la transparencia y la competencia efectiva entre todos los mercados y sectores. En su labor pone especial atención sobre el sector de la energía, las telecomunicaciones, el audiovisual, los transportes, el postal y la defensa de la competencia, en cumplimiento de la normativa europea.
La CNMC es un organismo independiente sometido al control parlamentario. Entre sus funciones destacan:
- La protección de la competencia.
- La aplicación de la normativa de defensa de la competencia española y europea.
- La resolución de conflictos entre operadores económicos.
- Supervisión y control de todos los sectores económicos.
- Unidad de mercado: garantiza el libre acceso, ejercicio y expansión de las actividades económicas en todo el territorio.
¿Cómo especializarte en derecho de la competencia?
Esta rama del derecho es una de las más interesantes para la práctica jurídica. Conocer en profundidad la normativa de protección de la libre competencia y la estructura del sistema jurídico permitirá al graduado en derecho ejercer su profesión de manera responsable.
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