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El Derecho derivado es el conjunto de normas y actos que adoptan las instituciones europeas y que deben respetar siempre el bloque de derecho originario o primario de la Unión Europea (UE).
El derecho derivado se enmarca dentro del Derecho de la Unión Europea o Derecho Comunitario, el cual tiene como base los tratados que han aprobado democráticamente sus Estados miembros. Este cuerpo legislativo de la UE persigue unos objetivos y pone en práctica unas políticas en el bloque.
Así, el Derecho Comunitario está formado por:
Derecho originario o primario
- Los tres tratados constitutivos de la UE: Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero; Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea; y Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea de la Energía Atómica.
- Los tratados que han servido para actualizarlos: Acta Única Europea de 1987; Tratado de Maastricht; Tratado de Amsterdam; Tratado de Niza, Tratado de Lisboa, etc.
- Los tratados de adhesión que suscribe cada Estado miembro. Por ejemplo, en 1986, se firmó el Tratado por el cual España y Portugal se adhirieron a la UE.
Derecho derivado
- Las normas y actos que aprueban las instituciones europeas en aplicación de los tratados (que forman el bloque derecho originario o primario).
El derecho derivado es, por tanto, el conjunto de normas y actos que adoptan las instituciones europeas y que están sujetos al derecho originario de la Unión Europea. Es decir, son los reglamentos, directivas, decisiones, y las recomendaciones y dictámenes —no vinculantes— que dictan las instituciones de la Unión en el ejercicio de sus competencias y cuya validez depende siempre de que sean compatibles con el corpus jurídico que compone el derecho originario o primario de la Unión.
Las normas y actos de derecho derivado pueden tener dos orígenes:
- Institucional, como expresión de la capacidad normativa de las instituciones europeas.
- Internacional, derivada de los tratados que firma la UE debido a su actividad convencional.
Las instituciones europeas, en el desarrollo normal de sus funciones, adoptan actos jurídicos o aprueban normas que, respetando siempre los tratados que forman el derecho primario de la UE tienen el estatus de normas europeas. Entre estos actos destacan:
- Los reglamentos, que tienen aplicabilidad directa y uniforme en los Estados miembros del bloque europeo.
- Las decisiones, que obligan solo al destinatario de la medida.
- Las recomendaciones y los dictámenes, que no son vinculantes.
También forman parte del derecho derivado de la Unión Europea:
- La jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
- Los acuerdos internacionales que suscriba la Unión.
- Los convenios que se adopten entre Estados miembros.
- Las resoluciones, las declaraciones, las conclusiones y las comunicaciones que emite con carácter interpretativo la Comisión.
- Los instrumentos de Política Exterior de Seguridad Común y de Justicia y Asuntos de Interior, además de otros instrumentos y legislación adoptada en aplicación de los tratados.
La importancia del derecho derivado
Este acervo comunitario es de gran importancia para la estabilidad política de la Unión Europea, por lo que los países candidatos deben aceptarlo antes de adherirse, siendo las excepciones y exenciones muy escasas y de alcance limitado.
La institución que tiene encomendada la supervisión del cumplimiento del Derecho de la Unión es la Comisión Europea. Como guardiana de los tratados, tiene a su disposición instrumentos con los que ejerce una labor de control jurisdiccional y vela por el cumplimiento en cada Estado miembro.
El Derecho Comunitario es una de las ramas jurídicas de mayor relevancia en la actualidad debido al impacto que tiene sobre el contexto económico, social y laboral para cada uno de los países miembros del bloque.
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