UNIR Revista
Los fraudes por internet pueden manifestarse a través de la suplantación de identidad de una persona o empresa, el phishing e, incluso, la venta de productos falsificados o inexistentes.
Internet ha supuesto una gran revolución para la sociedad. El acceso a la información y los servicios en línea (de forma inmediata) suponen una mejora sustancial en la calidad de vida de los ciudadanos. No obstante, este avance también ha traído consigo un lado negativo: la proliferación de los distintos tipos de fraudes por internet. Existen millones de personas en el mundo que alguna vez han sido víctimas. Por eso, es importante conocer los diferentes tipos de estafas que existen y cómo protegerse contra ellas.
Se entiende por fraude por internet una actividad fraudulenta o delictiva utilizando dispositivos digitales. Estas actividades son engaños en línea, que pueden ir desde la suplantación de identidad, el phishing, hasta la venta de productos falsificados o inexistentes.
En el Máster en Ciberdelincuencia online de UNIR se capacita a los estudiantes para detectar y conocer la presencia de fraudes por internet. También se les enseña a identificar las acciones digitales ilícitas dirigidas contra empresas y la sociedad en general. Además, se forma a los alumnos para investigar este tipo de fraudes, comprender los distintos perfiles criminales y entender la importancia que tiene el comportamiento de la víctima en estos ciberdelitos, y cómo reaccionar contra ellos por parte de la empresa o el particular que es afectado en su patrimonio.
Phishing
El phishing es uno de los fraudes más comunes en internet. Se basa en el envío de correos electrónicos que parecen provenir de una fuente confiable y tienen una apariencia creíble, como una administración pública o una empresa conocida.
Estos mensajes suelen contener enlaces maliciosos o archivos adjuntos diseñados para robar información personal, como contraseñas o datos bancarios y luego utilizarlos para defraudar a esa persona en su patrimonio.
Una de las formas de este tipo de fraude es el phishing en las redes sociales, el cual tiene como objetivo obtener acceso a nuestras redes y a partir de estas a otros muchos servicios asociados o que emplean la misma contraseña, con el ánimo de obtener un lucro económico posterior.
En caso de sospecha, siempre hay que verificar la dirección de correo electrónico del remitente y evitar hacer clic en enlaces sospechosos, así como no descargar ningún archivo adjunto.
Smishing
El smishing es otra práctica fraudulenta de la era digital. Consiste en contactar a una víctima a través de sistemas de mensajería —como WhatsApp, Telegram o SMS— para obtener información confidencial con el fin de obtener información que sea empleada más tarde en defraudar a esa persona.
Normalmente, suelen ser la administración o empresas las que utilizan estos sistemas de mensajería para confirmar citas, enviar códigos y contraseñas y publicitar ofertas. Los estafadores aprovechan esto para suplantar la identidad de estas organizaciones y enviar mensajes fraudulentos.
Malware
El malware y los virus son programas informáticos maliciosos que se infiltran en los dispositivos electrónicos como ordenadores o teléfonos móviles con el fin de dañar, robar datos o tomar control de un sistema.
A través de ese malware o virus también se pueden cometer fraudes informáticos. El malware se transmite a través de archivos adjuntos en correos electrónicos, anuncios maliciosos, unidades USB y aplicaciones infectadas.
Para evitar estos fraudes es necesario mantener el software del antivirus actualizado y evitar descargar archivos de fuentes no confiables.
Tiendas online fraudulentas
Este tipo de fraude por internet se lleva a cabo a través de webs fraudulentas que suplantan la imagen de empresas en las que las personas suelen confiar. En estas páginas normalmente se ofertan productos a precios muy bajos.
El pedido nunca llega a enviarse y, cuando la víctima se da cuenta, ya es demasiado tarde, ya que la web ha desaparecido con los fondos de las víctimas. En estos casos, suele ser complicado recuperar el dinero robado porque suelen estar alojadas en servidores de terceros países.
Para evitar este tipo de fraude se deben realizar las compras en webs confiables y verificar las opiniones y calificaciones de los vendedores antes de realizar una transacción.
Premios fraudulentos
En este caso, los ciberdelincuentes prometen a sus víctimas grandes premios a cambio de una tarifa o el suministro de información personal. Los estafadores a menudo utilizan mensajes de texto, correos electrónicos o llamadas telefónicas para engañar a las víctimas.
Como medida preventiva hay que evitar compartir información personal o financiera con desconocidos que prometan premios inesperados.
Ransomware
Por último y no menos importante, hablaremos de uno de los métodos más críticos utilizados para cometer fraudes en internet, especialmente cuando se producen contra entidades públicas como hospitales, ayuntamientos o similares. Se trata del ransomware, un tipo de malware que encripta todos los datos de un equipo o dispositivo, imposibilitando el acceso a los mismos.
Este tipo de ataques van asociados a la petición de un rescate, premisa bajo la cual suelen ofrecer las claves para desencriptar la información. Dado el volumen y naturaleza de los datos que suelen manejar las instituciones públicas (y también privadas), este tipo de ataques se han convertido en una amenaza considerable.
Para prevenir este tipo de fraudes es importante realizar copias de seguridad periódicas y extremar las precauciones a la hora de acceder a correos o softwares poco confiables.
El fraude se encuentra tipificado en el artículo 248 del Código Penal como delito de estafa. Según la ley, las personas que sean culpables de cometer fraude serán castigadas con una pena de prisión de seis meses a tres años. Para fijar la pena se tendrá en cuenta “el importe de lo defraudado, el quebranto económico causado al perjudicado, las relaciones entre este y el defraudador, los medios empleados por este y cuantas otras circunstancias sirvan para valorar la gravedad de la infracción”.