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Una licitación es un mecanismo para que las empresas y la Administración puedan adquirir suministros, contratar servicios y llevar a cabo obras. Las licitaciones pueden ser tanto públicas como privadas.
Tanto en el ámbito del sector público como en el privado, la licitación se erige como un pilar fundamental para la adquisición de bienes, la contratación de servicios y la ejecución de proyectos. Pero, ¿qué es una licitación exactamente? En términos sencillos, se puede explicar como un proceso en el que la Administración o una empresa necesita cubrir una necesidad y, para ello, recurre al sector privado.
Las licitaciones pueden ser de muchos tipos y para participar en ellas es necesario tener sólidos conocimientos jurídicos. En este sentido, para todos aquellos interesados en estos procesos, UNIR ofrece el Máster en Derecho Urbanístico online. Con esta formación, los estudiantes no solo aprenderán a llevar a cabo una licitación, sino que también adquirirán conocimientos jurídicos que les permitirán aspirar a puestos en el sector público, asesorando en los departamentos en materia ambiental y de urbanismo, así como en el sector privado en inmobiliarias, gestoras de inmuebles o despachos de abogados urbanistas.
¿Qué es una licitación?
Una licitación es un proceso administrativo en el que una entidad pública o privada busca adquirir suministros, servicios o llevar a cabo proyectos constructivos recurriendo a empresas proveedoras o contratistas.
Por norma general, este proceso está pensado para asegurar la transparencia, la igualdad de oportunidades y la selección de la mejor oferta en cuanto a calidad y precio, ya que el organismo contratante tiene la oportunidad de comparar varias ofertas.
Las licitaciones públicas se pueden consultar en los portales de contratación oficiales. El más conocido es la Plataforma de Contratación del Sector Público, aunque algunas comunidades, como la de Madrid o Cataluña, tienen el suyo propio.
Tipos de licitación
Las licitaciones pueden ser públicas o privadas. Entre ellas existen varias diferencias:
Licitación pública
Una licitación pública sirve para que la Administración pública satisfaga un amplio abanico de necesidades, como diseñar un aeropuerto, comprar medicamentos para un hospital o, incluso, contratar servicios de consultoría para prevenir riesgos laborales en la construcción de una carretera.
Hay que tener en cuenta que la Administración no siempre cuenta con medios propios y, por eso, los subcontrata a través de este proceso.
En cuanto a su funcionamiento, un punto clave que ejemplifica muy bien qué es una licitación pública es que cualquier empresa puede participar en ella; basta con presentar una oferta formal al organismo licitante.
Tipos de licitación pública
En España existen diferentes tipos de licitación pública, regulados por la Ley de Contratos del Sector Público (LCSP) y el Real Decreto 3/2011. Estos son los más importantes:
- Procedimiento abierto. En este tipo de licitación, cualquier empresa, pyme o autónomo puede presentar su oferta, siempre y cuando cumpla con los requisitos.
- Procedimiento restringido. Cualquiera puede solicitar participar en un procedimiento restringido, pero solo los preseleccionados presentarán una oferta.
- Procedimiento negociado sin publicidad. Para participar en estos contratos con la Administración es necesario recibir una invitación previa.
Características de las licitaciones públicas
Las características más importantes de las licitaciones públicas son tres: competitividad, igualdad y transparencia.
- Permite que diferentes empresas o particulares presenten su oferta, pudiendo la Administración elegir la opción más competitiva desde el punto de vista de la calidad y el precio.
- Al ser procesos abiertos, todas las empresas tienen las mismas oportunidades para resultar adjudicatarias. En caso de estar disconformes en algún aspecto, pueden acudir al Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales.
- Se publican en los portales de contratación y, por lo tanto, todo aquel que quiera, puede consultarlos en cualquier momento.
Obligaciones jurídicas de una licitación pública
Para que una empresa pueda resultar adjudicataria de un contrato público, esta debe estar inscrita en el Registro Oficial de Licitadores y Empresas Clasificadas del Estado (ROLECE) y no tener la prohibición de contratar.
Una vez que la licitación pública se adjudica, la empresa, pyme o autónomo que resulta ganadora, firmará un contrato con la Administración. Ambas partes tienen que cumplir con su cometido y, en caso de no hacerlo, pueden ser penalizadas.
Licitación privada
¿Qué es una licitación de una empresa? Estas son de carácter privado, y suelen darse en grandes empresas que necesitan cubrir una necesidad, ya sea contratando un servicio, adquiriendo algún suministro o ejecutando obras.
A diferencia de las licitaciones públicas, las privadas no están reguladas por ley y se enmarcan jurídicamente en las políticas internas de la empresa convocante.
Tipos de licitación privada
En el caso de las licitaciones privadas, al no estar reguladas, no existen tipos. Por lo tanto, se pueden agrupar todas bajo un mismo modelo, que sería el de una licitación; no tan transparente como la pública, en la que se invita a las empresas para que presenten sus ofertas y se escoge la más beneficiosa.
Características de las licitaciones privadas
Las licitaciones privadas destacan por tres características: falta de transparencia, menos competencia y flexibilidad.
- Menos competencia. La empresa licitante selecciona a un grupo de empresas que se consideran adecuadas para presentar ofertas y desarrolla el concurso con ellas.
- Falta de transparencia. La licitación no se publica, lo que significa que solo las empresas invitadas pueden acceder a la información y presentar ofertas.
- Las licitaciones privadas pueden ser utilizadas en situaciones de emergencia o cuando se necesitan soluciones específicas y rápidas.
Obligaciones jurídicas de una licitación privada
En este caso, al no existir una regulación concreta, las obligaciones jurídicas de las licitaciones privadas son como las de un contrato privado. En el momento que una empresa resulta adjudicataria, tanto esta como la empresa contratante tienen que comprometerse a cumplir con su parte del trato.
Fases de una licitación
Un proceso de licitación se divide en tres fases:
- Apertura de la licitación. En el caso del sector público, consiste en publicar la licitación en el portal de contratación para que las empresas puedan preparar y presentar sus ofertas. En el caso de las privadas, es el momento en el que la empresa contratante contacta con las otras mercantiles para saber si están interesadas y recibir sus ofertas
- Valoración de ofertas. Tras la recepción de las ofertas, el organismo o empresa contratante valora cada oferta, atendiendo a criterios como cuál es la oferta más económica, cuál aporta material de mayor calidad, un servicio más eficiente…
- Adjudicación. Tras valorar las ofertas, se decide cuál de todas ellas será la adjudicataria. En el sector público, por ley, se deben publicar cuáles son las mercantiles ganadoras de los contratos, así como el precio de adjudicación con IVA y sin él.
La importancia de las licitaciones en el sector urbanístico
Para todo profesional que quiera dedicarse al sector urbanístico es fundamental entender qué es una licitación de obra y cómo funciona. Como su nombre indica, estas sirven para licitar proyectos de construcción.
Normalmente, suelen participar en ellas desde estudios de arquitectura a empresas y profesionales especializados en la dirección de proyectos en la industria de la construcción.
En el sector público, cuando se licita una obra, se hace con una convocatoria abierta, aunque si su coste no supera los 50.000 euros, estas se pueden adjudicar sin publicidad como un contrato menor a una empresa concreta.