Alberto Pascual García
La globalización ha hecho necesaria la creación de un organismo que integre al mayor número de países para dar respuesta a las demandas del mercado. Descubre la importancia de la OMC en el mercado actual.
La Organización Mundial del Comercio, conocida en inglés a nivel internacional como la World Trade Organization, se define a sí misma como el único organismo internacional “que se ocupa de las normas de alcance mundial que regulan el comercio. Su principal función es velar por que las corrientes comerciales circulen con la mayor fluidez, previsibilidad y libertad posibles”. En definitiva, se espera que tanto consumidores, productores como exportadores tengan la certeza de que van a poder beneficiarse de un “suministro seguro y que los mercados exteriores permanecerán abiertos para ellos”.
Lo que se busca es la tranquilidad de los mercados y que se propicie un flujo de producción y consumo transfronterizo que supere cualquier inconveniente: desde bajar el costo de la vida, resolver tensiones comerciales, estimular el crecimiento de un país o contribuir al desarrollo y la estabilidad de un país, siempre protegiendo al medio ambiente. Aunque el planteamiento resulte sencillo, detrás de la OMC existe una maquinaria que implica a una amplia variedad de actores para que todo funcione acorde a lo pactado.
Pero, ¿existe realmente una relación cordial entre los países miembros? ¿Cuáles son las funciones que abarca?
Hacia una liberalización global del comercio
Esta es la premisa con la que nace la Organización Mundial del Comercio de la que son miembros 164 naciones, las cuales han llegado a adaptar su estructura de mercado para que sea posible el comercio internacional entre países completamente diferentes. La OMC es una de las organizaciones internacionales más jóvenes, se fundó en 1995 (con sede en imagen, en Ginebra), aunque es la sucesora del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, también conocido como GATT, el cual tiene origen tras la Segunda Guerra Mundial. Así que, por muy pocos años que tenga la OMC, el sistema multilateral de comercio original ya suma más de 70 años.
Antes de la creación de la OMC los países ya trabajaban en la reducción de aranceles y barreras al comercio en el marco del GATT. Sin embargo, el nuevo contexto internacional en los años 90 y la globalización hicieron necesaria la creación de un organismo que integrara al mayor número de países posible para dar respuesta a las demandas de los mercados y a la creciente internacionalización de las empresas. ¿Se están cumpliendo los objetivos con los que se creó esta organización internacional? Resolvemos esta y otras dudas con Sergio Castaño Riaño, docente del Máster Universitario de Derecho del Comercio Internacional de UNIR.
¿Qué funciones tiene la OMC dentro de la economía mundial?
Su función es establecer las normas generales para avanzar en la liberalización del comercio internacional. Los países se comprometen a respetar los acuerdos de la OMC y a aplicarlos en sus respectivas legislaciones, de modo que se pueda conseguir una progresiva armonización legislativa que otorgue seguridad jurídica a las empresas. De igual modo, los acuerdos de la OMC siempre mantienen como principal objetivo reducir las barreras al comercio.
Para la sociedad es una organización muy importante, pues en un mundo globalizado, la existencia de un marco legislativo homogéneo permite a las empresas operar en la mayor parte de los países del mundo en condiciones similares.
¿Qué importancia tiene las normas y acuerdos de alcance internacional?
Una vez que los países llegan a acuerdos en materia de comercio internacional en el marco de la OMC, estos deben ser respetados. No obstante, hay países que, como China, suelen ignorar en determinados momentos los compromisos adquiridos. En este sentido, desde la OMC se vigila por su cumplimiento, y así, incluso los países y organizaciones de integración más comprometidos también incurren en irregularidades. Es el caso de la Unión Europea con las subvenciones a la industria aeronaval y el trato de favor a AIRBUS, el cual fue denunciado por EEUU, que obtuvo la razón por parte de la OMC. Como respuesta, se decidió incrementar los aranceles a determinados productos europeos.
¿Qué lleva a ciertos países a no seguir la normativa a rajatabla?
En teoría se debería cumplir, pero en la práctica los intereses particulares de los países llevan a que se produzcan incumplimientos. El no seguir las normas implica advertencias y represalias por parte de los países afectados, pero la OMC no tiene capacidad para imponer sanciones. Si surge un problema ente dos estados miembros, el sistema los anima a solucionarlo mediante la celebración de consultas. Cuando las negociaciones no consiguen encontrar un punto de encuentro que satisfaga a las partes, se insta a la OMC a que resuelva el conflicto a través de su sistema de resolución.
Actualmente hay 164 países adheridos a la OMC, ¿cómo consiguieron formar parte del organismo?
Para lograrlo, se debe iniciar un proceso de adhesión que lleva a un estudio completo para garantizar que el país candidato cumple con los requisitos para poder integrarse en la OMC -estructuras de sus mercados, el nivel de proteccionismo o la capacidad para ofertar condiciones óptimas para el comercio al resto de los países miembros-.
Los procesos son largos. En este momento, Uzbekistán es uno de los países que han retomado el proceso de adhesión en el que, la antigua república soviética, tendrá que abandonar muchas de las estructuras que mantiene del pasado y adaptarlas a una economía de mercado.
Es indudable que la crisis sanitaria está afectando de lleno a la economía mundial. ¿De qué manera toma parte la OMC en todo este problema y cómo puede ayudar a que el impacto sea menor?
La pandemia ha sorprendido a todos los países y a todos los organismos internacionales. Es verdad que el comercio se ha visto afectado, pero también la crisis generada por la COVID-19 se presenta como un reto hacia la digitalización y el comercio online. En las últimas semanas estamos asistiendo a un proceso de restructuración de muchas empresas. Un claro ejemplo es el de Inditex que ha decidido cerrar varias de sus tiendas físicas para apostar por la venta online.
¿Qué papel juega la OMC en una economía que apuesta cada vez más por la innovación y la digitalización en la sociedad?
Uno de los grandes retos a los que se enfrenta el organismo es su adaptación al contexto actual. La OMC se estableció en el año 1995, cuando Internet no era una herramienta accesible a todos, cuando no existían los dispositivos móviles y en un contexto favorable para la expansión de las economías liberales. El avance tecnológico y la crisis de 2008, agravada por la crisis actual, ha llevado a muchos países a replantearse sus políticas económicas, lo que ha provocado una nueva tendencia proteccionista. La OMC debe dar respuesta a esta realidad y ofrecer garantías a los países para seguir apostando por el libre comercio.
En un mundo donde cada vez hay menos fronteras y todo parece un mercado único, ¿dónde está el límite? ¿Cuál es el futuro que le espera al comercio internacional y cómo de clave va a ser la OMC en este panorama?
El objetivo de la OMC es precisamente avanzar hacia un mundo sin fronteras. Sin embargo, esa ambición encuentra varios impedimentos como las reticencias de algunos países a abrir por completo sus mercados, las grandes diferencias económicas entre los estados miembros, o los distintos planteamientos políticos y económicos…
El comercio avanza, la actividad económica prima en muchos asuntos y será la política la que tenga que encontrar el marco adecuado para responder a los retos que plantea el comercio internacional. En este sentido, la guerra comercial entre China y EE. UU. supone uno de los grandes retos para la consecución de los objetivos de la OMC.
Como profesor encargado de la asignatura “La OMC y las Organizaciones de Integración económica” dentro del Máster Universitario en Derecho del Comercio Internacional, ¿qué van a aprender los alumnos? ¿En qué les va a ayudar?
Estudiarán el sentido y la función de la OMC en el comercio internacional y sus objetivos. Además, profundizaremos en la estructura interna y en las relaciones de la OMC con sus estados miembros y con otras organizaciones internacionales.
Tras terminar la asignatura, los alumnos podrán operar y asesorar a diferentes empresas en el funcionamiento del comercio internacional.
Si te han quedado dudas por resolver, no dudes en indagar en las entrañas de la Organización Mundial del Comercio, y si quieres especializarte en la materia consulta con nuestros asesores cómo estudiar el postgrado en Derecho del Comercio Internacional que te ofrece UNIR. Estás a un paso de conseguir tus metas. Además, si tu interés se extiende a comprender y gestionar las operaciones de comercio a nivel global, considera solicitar información sobre el Máster en Comercio Internacional de UNIR, que te preparará para enfrentar los retos del mercado internacional, desarrollando habilidades en estrategia de exportación, logística internacional y negociación en diferentes culturas y mercados.