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Estos profesionales son expertos en una materia concreta (balística, toxicología, psicología forense, medicina legal…) que aportan información especializada en procesos judiciales.
Un perito judicial criminólogo es aquella persona con conocimientos, formación en el ámbito penal, experiencia o capacitación en una materia, cuya opinión experta es requerida en un proceso judicial. Los peritos judiciales pueden ser de varios tipos: oficiales (funcionarios) o particulares, llamados por el juez o por las partes y, según su campo, certificados o no.
La Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC) explica que la prueba pericial, es decir, el testimonio del perito, será necesario cuando se requieran “conocimientos científicos, artísticos, técnicos o prácticos” para valorar “hechos o circunstancias relevantes” para el juicio o la investigación de un caso.
Estos peritos pueden ser aportados por las partes o estas pueden solicitar, en los casos previstos, que se emita un dictamen por un perito designado por el tribunal. Por ejemplo, en un caso complejo de fraude, puede requerirse la declaración de un perito economista experto en paraísos fiscales que emita un dictamen respecto al hecho que se juzga o investiga.
El perito como medio de prueba
Como explica el artículo 299 de la LEC, el dictamen de los peritos es un medio de prueba en un proceso judicial al igual que los interrogatorios, los documentos públicos y privados, el reconocimiento judicial o las pruebas testificales. Por ese motivo, y como se expresa en la exposición de motivos de la LEC, “a todos los peritos se exige juramento o promesa de actuación máximamente objetiva e imparcial”, además sus dictámenes pueden ser sometidos a explicación, aclaración o complemento.
La condición del perito judicial como medio de prueba supone un cambio, relata la propia LEC, respecto a la condición anteriormente considerada de la actividad pericial como “complemento o auxilio del juzgador”. Es decir, el testimonio o dictamen del perito se considera ahora una forma de prueba y no solo un experto que ayuda al tribunal a entender algo complejo.
Tipos de peritos judiciales criminólogos
Los peritos criminólogos son requeridos para materias muy concretas relacionadas con todo tipo de cuestiones. Por ejemplo y por citar algunas, balística, toxicología, medicina legal, informática forense, psicología forense, perfiles criminales, etc.
A la hora de realizar una tipología, se suele diferenciar por su relación de dependencia, quién lo ha contratado o según su acreditación.
Según su relación de dependencia
- Perito oficial: son los forenses, que son funcionarios estatales.
- Perito particular: son profesionales no adscritos a la administración de justicia que trabajan a través de las listas de profesionales o de parte.
Según su contratación
- Peritos de oficio: son funcionarios estatales.
- Peritos de parte: especialistas privados contratados por las partes.
- Peritos nombrados por el juzgado: no están adscritos a la administración de Justicia, sino que el juzgado los elige al azar entre los titulados dados de alta en listas profesionales.
Según su acreditación
- Peritos inscritos: colegiados en colegios profesionales (por ejemplo en el Colegio Oficial de Criminólogos de Madrid o Valencia), sindicatos, asociaciones profesionales, etc.
- Peritos certificados: disponen de una titulación, como el Carrera en Criminología.
- Peritos idóneos: no tienen titulación habilitante, pero sí amplios conocimientos y experiencia.
¿Cómo ser perito judicial? Estudios y requisitos
La LEC establece, en su artículo 340, que los peritos deben reunir una serie de condiciones para ser considerados como tales. Así, como norma general los peritos “deberán poseer el título oficial que corresponda a la materia objeto del dictamen”.
En caso de que la materia de la que se requiera opinión fundada no tenga títulos oficiales, los peritos pueden ser nombrados “entre personas entendidas”. También se puede recurrir a Academias e instituciones culturales y científicas que se ocupen del “estudio de las materias correspondientes”.
En el caso del proceso penal, por otra parte, la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece también en su artículo 457 que los peritos pueden tener “título oficial en la naturaleza del peritaje que requiere el juzgado” (por ejemplo, un criminólogo) o “nombrar a personas entendidas que careciendo de título oficial tienen conocimientos o práctica especiales en alguna ciencia o arte”.
Es importante señalar que los peritos designados por el juez (normalmente al azar o por sorteo) pueden abstenerse de participar si concurren determinadas causas que contempla la ley.
Del mismo modo, los peritos podrán ser recusados si se dan circunstancias como que ya se hayan pronunciado sobre el mismo asunto de forma contraria a la de la parte recusante, que ya hayan prestado servicios anteriormente a la parte contraria, o si son socios o tienen alguna participación en sociedad, establecimiento o empresa que sea parte del proceso.
Existen determinados expertos cuyos peritajes son requeridos con frecuencia por la administración de justicia e, incluso, otros que están totalmente integrados en ella como funcionarios. Estudiando un Grado en Criminología como el que oferta UNIR —íntegramente online— el alumno contará con la formación adecuada para ejercer como perito criminólogo.
