Laura Vivas
El estudio de la víctima es una parte fundamental en la investigación de un crimen, pero no siempre fue considerado así. Conoce por qué es tan importante estudiarla.
Aunque la investigación en un delito siempre ha estado presente, al principio de la historia de la criminología era diferente. La averiguación se centraba en el hecho y en el agresor para esclarecer lo sucedido. A estos dos factores se les procuraba dar entidad y definición, y el delincuente/agresor llamaba más la atención a la hora de tratar de resolver el asunto.
En este contexto la víctima era olvidada cuando se indagaban las razones de un suceso. Fue a mediados del siglo pasado que empezó a cobrar importancia dentro del proceso de investigación.
“Si ocurre un delito cometido por un individuo, este se hace sobre alguien”, explica Agustina Vinagre, profesora del Grado de Criminología de UNIR. Por este motivo, a mediados del siglo pasado la víctima empieza a cobrar importancia como parte importante dentro del suceso en una investigación. Se estudia, se analiza y se entiende para poder conseguir resultados.
Por qué se debe estudiar a la víctima
Con el tiempo hubo autores como Benjamín Mendelsohn y Von Henting que se centraron en la víctima. No obstante, estas indagaciones se enfocaron hacia su corresponsabilidad, determinando la denominada “pareja criminal” en la que hay una relación recíproca entre autor y víctima.
“Más adelante, los estudios se van a centrar en analizar cómo le afecta el delito a la víctima y, sobre todo, en que, si se quiere investigar con éxito, estudiar a la víctima es fundamental”, expresa la docente. En este sentido, métodos como el V.E.R.A. desarrollado por Juan E. Soto Castro, profesor de UNIR e Inspector Jefe del Cuerpo Nacional de Policía, se ha consolidado como una herramienta exitosa en el que la víctima ejerce un papel fundamental en la investigación.
El acrónimo V.E.R.A. significa Víctima, Escena, Reconstrucción y Autor. Con él se construye el perfil psicológico del delincuente basado en estos cuatro pilares a partir de los que se recaba la información que servirá para esclarecer los hechos. En lo que respecta a la víctima, el criminólogo indaga en todos los factores que le rodean: sus características personales, los roles que ejerce y todo lo que pueda servir para discernir qué hizo que esa persona fuera la elegida como víctima por el agresor y no otra.
Agustina Vinagre: “Si se quiere investigar con éxito, estudiar a la víctima es fundamental”.
Para llegar a este punto, el investigador debe aprender a analizar todos los factores del delito. “El estudiante de criminología ve asignaturas específicas para explica la profesora de UNIR. Se estudia al agredido desde diferentes perspectivas: jurídica, psicológica, etc., y se aprenden técnicas para tratarlo durante la investigación y no generar efectos colaterales negativos como una victimización secundaria.
Agustina enfatiza que es muy importante manejar herramientas para entrevistar a la persona que ha sido agredida, entender el impacto emocional que ha sufrido, poder empatizar con ella y saber cómo tratarla.
La criminología es fundamental en la prevención del delincuente
“Quien estudia criminología suele pensar en el delito y en el delincuente, y después les falta información sobre la víctima, por eso le hemos dada tanta importancia en nuestro grado”, explica Agustina Vinagre.
De esta forma, aprender con casos reales es el mecanismo idóneo para un estudiante de Criminología. En el grado que se imparte en UNIR, el alumno podrá hacerlo a través del convenio de colaboración que la casa de estudios ha establecido hace poco con la Asociación de Apoyo a Víctimas de Delitos (ANVDV).
Esta asociación trabaja desde hace más de 20 años con las víctimas, ofreciéndoles apoyo jurídico y emocional. “Según la Fiscalía General del Estado todos los años tenemos más de un millón de víctimas”, explica José Miguel Ayllón, fundador de la asociación. “Hay que darles una ayuda, acercarse a ellas y hacerlo de una forma profesional conociéndolas y conociendo los recursos que hay que plantear en el momento más adecuado”, indica.
El estudiante trabaja con los profesionales de ANVDV que tratan con las personas que han sufrido agresiones, lo que supone un valioso aprendizaje práctico, “para quienes van a trabajar en criminología es fundamental conocer de primera mano cómo es realmente la situación, los aspectos emocionales de una víctima, y de esta manera tener la capacidad de intervenir de una forma eficaz y humana”, continúa Agustina Vinagre.
Arte para erradicar la victimización
La profesora de UNIR no solo enseña cómo tratar a la víctima en la asignatura Intervención con Víctimas que imparte, también es especialista en violencia de género. Su tesis doctoral, calificada como cum laude, indaga sobre las diferentes formas de violencia que se manifiestan. A partir de esta investigación, ella y Juan E. Soto crearon una historia que trasladaron al teatro con el nombre “Generaciones: flamenco por la igualdad” que se estrenó hace poco en Madrid.
La pieza habla de cinco generaciones de mujeres que, a ritmo de flamenco, expresan a través de distintas coreografías cómo han sufrido diversas formas de discriminación. El objetivo es concienciar de la necesidad de trabajar por la igualdad para erradicar todas y cada una de las formas de violencia sexista hacia la mujer.
Agustina señala que la idea no es reducir al ámbito de la pareja el problema. “Hay una desigualdad de género. Hablamos de formas diferentes de socialización que tienen consecuencias muy negativas para la mujer (como el Código de Honor) pero que también implica algunos aspectos negativos para los hombres”.
Se trata de iniciativas que buscan aportar su grano de arena dentro de todo este proceso de transformación que está viviendo nuestra sociedad, un proceso de cambio que implica a todos los sectores profesionales, como bien se refleja en el ejercicio de la Criminología.