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En este post abordamos qué es un abogado junior y cuáles son sus funciones para que aquellos que están a punto de dar el salto al mercado laboral.
La abogacía es una de las profesiones de mayor demanda gracias al prestigio y las amplias posibilidades de progresión profesional. Como en todos los sectores, los primeros pasos como abogado requieren compromiso y capacidad de adaptación. En este post abordamos qué es un abogado junior y cuáles son sus funciones, para que aquellos que están a punto de dar el salto al mercado laboral tengan unas guías a las que atenerse.
Tras acabar el Grado en Derecho —y quizá también el máster en Ejercicio de la Abogacía— y superar con éxito el examen de acceso a la profesión, llega la hora de colegiarse y empezar a trabajar. De un abogado junior se espera que tenga los conocimientos técnicos necesarios, pero poca experiencia práctica. Es por ello que necesita la supervisión y el apoyo de un abogado senior para la mayoría de las tareas. En general, los abogados junior son aquellos que tienen menos de dos años de experiencia profesional, aunque en función del sector y de la empresa o despacho en el que trabajen puede establecerse una frontera temporal más alta.
Los profesionales junior, como adelantábamos, requieren cierto nivel de acompañamiento por parte de abogados más experimentados para el desempeño de sus funciones. Todavía no conocen todos los procesos ni los estándares que requiere un caso o proyecto concreto, y la carga de trabajo que asuman dependerá de las tareas que se le asignen. Además, deben reportar los avances que hagan en sus tareas a un abogado senior o a la figura de más experiencia que se le asigne como supervisor.
¿Cuáles son las funciones de un abogado junior?
Hoy en día los abogados asumen distintos roles dentro de su labor como asesores y representantes en la defensa de los derechos e intereses del cliente frente a los organismos públicos, privados y el resto de las personas. Dentro del área jurídica que corresponda, los abogados se encargan tanto de asesorar jurídicamente en los distintos asuntos que le plantee su cliente, como de redactar la documentación jurídica de cualquier tipo que se requiera —contratos de compraventa, de arrendamiento, capitulaciones matrimoniales, demandas, testamentos, etc.— o de hacer la defensa en los tribunales en caso de un proceso iniciado por su cliente o en su contra, entre otras muchas funciones.
Las funciones de los abogados junior dependen tanto de la rama del Derecho a la que se dediquen como del tamaño de la empresa, bufete o despacho en el que trabajen. En general, serán los encargados de: revisar y preparar documentación jurídica; supervisar y registrar los documentos que requieran cada proyecto o caso; tramitar las reclamaciones que se deban presentar en organismos oficiales; y preparar los procedimientos judiciales, entre otras funciones.
El papel de un abogado junior dentro de un despacho
Un aspecto que se debe tener en cuenta a la hora de iniciar la etapa como abogado junior es el tipo de despacho al que se postula y cómo afectará esta experiencia al propio desarrollo profesional. Aunque todos los despachos trazan una organización jerárquica que marca las fronteras entre los diferentes roles y responsabilidades que desempeñan abogados junior, senior y socios, esta organización y las funciones de quienes forman parte de ella suele encontrarse más definida en el caso de los grandes despachos.
Así, el tamaño de la firma va a condicionar las funciones y responsabilidades que se asumen como abogado junior. Por ejemplo, en una firma familiar o con una cartera de clientes más selecta y reducida, propia de los conocidos como despachos “boutique”, los abogados junior pueden tener una relación más directa con el cliente y realizar un abanico más amplio de tareas que en un gran despacho, donde será miembro del equipo jurídico que trabaja para un proyecto o cliente y tendrá unas tareas asignadas y supervisadas. Lo habitual es que en los grandes despachos los más inexpertos tengan un abogado senior al que reportar, el cual defina sus tareas y supervise su trabajo, con un itinerario de aprendizaje más definido.
Por último, los futuros abogados junior deben saber también que, a la hora de captar talento, los despachos apuestan por aquellos profesionales que demuestran unos sólidos conocimientos jurídicos, dominio de idiomas y de las herramientas tecnológicas con las que tendrá que trabajar en su día a día. Junto a estas, también se valorarán las aptitudes que marcan la diferencia a la hora de ser un buen abogado, como son la honestidad, la proactividad, la vocación de servicio y las buenas dotes de comunicación y negociación.
- Máster Universitario en Ejercicio de la Abogacía