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La psicopatía se enmarca en el grupo de trastornos antisociales, que son aquellos en que la persona que lo padece muestra una actitud agresiva e impulsiva, sin sentimientos de culpa y con desobediencia sistemática de las normas y obligaciones.
El criminólogo, como profesional que estudia la delincuencia, su prevención y tratamiento, aborda la esfera psicológica y sociológica de la comisión de delitos. Es decir, bajo un prisma clínico, se analiza la salud mental del delincuente para determinar su impacto en la comisión de un delito y aportar información experta para valorar su impacto sobre la pena que correspondería imponerle.
La psicopatía es un tipo de trastorno mental que se caracteriza por la alteración del carácter o de la conducta social de una persona, pero no supone ninguna alteración de la capacidad intelectual.
Los trastornos mentales se singularizan por una combinación de alteraciones del pensamiento, la percepción del entorno, las emociones, la conducta y las relaciones de una persona con las demás. Organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyen la depresión, la esquizofrenia, la psicosis y otros trastornos del desarrollo en su listado de trastornos mentales.
La psicopatía no está incluida en este listado de trastornos mentales, si bien los expertos incluyen esta afección dentro de una de sus categorías: los trastornos de la personalidad. En concreto, la psicopatía se enmarca en el grupo de trastornos antisociales, que son aquellos en que la persona que lo padece muestra una actitud agresiva e impulsiva, sin sentimientos de culpa y con desobediencia sistemática de las normas y obligaciones sociales.
¿Psicopatía y sociopatía son lo mismo?
La psicopatía y la sociopatía están incluidos bajo el paraguas de los desórdenes antisociales de personalidad (SDM-5), por lo que tienen comportamientos comunes que han llevado al uso indistinto del término. Sin embargo, para los criminólogos se trata de dos trastornos diferenciados con claridad.
La psicopatía es un trastorno que implica que una persona carezca de lazos emocionales, de empatía y de sentido de la moral y los expertos sostienen que la causa es genética, debida al deficitario desarrollo del área del cerebro que controla los impulsos y las emociones.
En cambio, la sociopatía es considerada un trastorno causado por el impacto de un trauma infantil, del abuso emocional y psicológico. Respecto a su comportamiento, frente a la capacidad de manipulación y el encanto de los psicópatas, los sociópatas destacan por ser volátiles, propensos a los ataques de ira y con incapacidad por mantener una vida personal y laboral estable. Además, frente a la espontaneidad delictiva de un sociópata, el psicópata es meticuloso y calculador.
Características y síntomas de la psicopatía
Sus características y consecuencias para la vida en sociedad lo convierten en un trastorno mental cuyo estudio es de gran relevancia tanto en el ámbito clínico como en el de la criminología. Los expertos destacan que los psicópatas son capaces de vivir plenamente integrados en la sociedad, no destacando por mostrar desorientación o delirios, sino más bien al contrario: se trata de personas racionales, conscientes de sus actos y de las razones para realizarlos.
Según los estudios elaborados sobre psicopatía, las personas afectadas por este trastorno de personalidad antisocial suelen seguir unas pautas de conducta que permiten identificar estos rasgos:
- Se muestran distantes y ajenos, ignoran los sentimientos de otras personas, y desarrollan conductas crueles.
- Son capaces de distinguir entre lo que está bien y lo que está mal, pero no les importa cometer infracciones, incumplir las reglas y convenciones sociales y sin miedo a los castigos que eso pueda suponer.
- Muestran conductas deshonestas y manipuladoras para obtener beneficio personal o por placer.
- Son irritables, egocéntricos, agresivos, imprudentes y mentirosos patológicos.
- Son capaces de relacionarse con normalidad con su entorno, con encanto superficial, pero incapaces para mantener relaciones afectivas estables.
¿Qué causa la psicopatía?
Las causas que derivan en la psicopatía no están claras pero, como ocurre con otros trastornos de la personalidad, se vinculan a factores genéticos y al entorno en que se desarrolla la persona. Es decir, algunas personas nacen con predisposición genética a padecer algún tipo de trastorno de personalidad y, según el entorno en que crezcan, la tendencia aumenta o disminuye.
Para diagnosticar un trastorno de la personalidad antisocial como es la psicopatía, un profesional de la salud mental debe realizar una evaluación completa. Esta evaluación se centrará en analizar los pensamientos, sentimientos, patrones de comportamiento y relaciones que tenga una persona, tratando de identificar síntomas de un trastorno de personalidad antisocial.
Enfoque de la psicopatía desde la Criminología
Este tipo de trastorno de la personalidad está íntimamente ligado con la conducta criminal. Las personas que padecen psicopatía, conocidos como psicópatas, son capaces de cometer actos delictivos graves como agredir o matar a otras personas sin sentir culpa o arrepentimiento.
Si bien tratará de lograr sus objetivos a través de la manipulación y el engaño, un psicópata no dudará en utilizar la violencia para conseguir sus propósitos. Esta asociación entre la psicopatía y la violencia hace especialmente relevante su estudio desde una perspectiva criminológica, con el objetivo no solo de resolver casos abiertos, sino de ofrecer medidas y estrategias que ayuden a detectar posibles perfiles y prevenir la comisión de delitos. Las evidencias científicas muestran que la psicopatía sirve como factor predictor de conductas antisociales y que vulneran las normas sociales y legales.
Según los expertos, el hecho de padecer un trastorno psicopático de personalidad predispone en mayor medida a la criminalidad, sin embargo, esta mayor probabilidad no determina o aboca a una persona a cometer un crimen. Derivado de esto, un error en el diagnóstico de la psicopatía, tanto en sentido positivo como negativo, tiene una importante repercusión jurídica y social. Por eso, la especialización de los profesionales y contar con pruebas de diagnóstico válidas y fiables es clave.
La formación del criminólogo permite aportar una visión única sobre el delincuente que padece trastornos mentales, como la psicopatía, combinando conocimientos en áreas diversas como la psicología, psiquiatría, sociología, derecho y criminalística. Esta capacidad para abordar la actividad delictiva de forma multidisciplinar es un aporte clave en la investigación y resolución de diversos casos, pero también lo será para trazar estrategias aplicables al origen de las conductas delictivas con el objetivo tanto de prevención como de reducción de las tasas de criminalidad a largo plazo.
Que los investigadores sean capaces de identificar los rasgos que definen este tipo de trastornos de personalidad ayudará a definir los métodos más adecuados para su detención e interrogatorio de cara a un posible proceso judicial. A diferencia de otros trastornos mentales, las personas con psicopatía son capaces de afrontar un juicio criminal, ya que no ven menoscabada su capacidad mental y comprenden perfectamente que su conducta vulnera las normas y ha generado daños.